¿Tienes un router nuevo? Estos son los primeros ajustes que debemos cambiar para mejorar la seguridad y el rendimiento
Si hay un objeto que hoy en día prácticamente todos tenemos en nuestra casa, y además que lo utilizamos a diario, este es el router, el dispositivo que nos permite conectarnos a Internet. Cuando contratamos una conexión con nuestro operador, este suele proporcionarnos un router para conectarnos (aunque normalmente suelen ser bastante malos), y los usuarios más avanzados suelen optar por cambiar el router de la compañía por otro de mayor calidad, de gama alta, que les permitan exprimir al máximo la conexión. Ya sea el router del ISP como uno puesto por nosotros, siempre hay que llevar a cabo unos ajustes para poder sacarle el máximo provecho y, además, hacerlo de la forma más segura posible.
Para configurar nuestro router, lo único que debemos hacer es conectarlo a nuestro ordenador (ya sea por cable (preferiblemente esta primera vez) o a través de Wi-Fi) y entrar, desde el navegador, a la puerta de enlace. Según la configuración por defecto del router la puerta de enlace puede ser 192.168.1.1, 192.168.0.1 o alguna IP similar. Para saberla, no tenemos más que ejecutar «ipconfig» en una ventana de CMD en Windows para ver esta puerta de enlace. Lo mismo ocurre con el usuario y contraseña de acceso, que aunque generalmente es admin/admin, en el manual de instrucciones del router deberían venir los datos de acceso al mismo.
Una vez dentro de la configuración de nuestro router, ya podemos empezar a configurar los siguientes aspectos para poder sacar el máximo provecho de él.
Protege las conexiones inalámbricas (Wi-Fi) de tu router
Cada vez dependemos más del Wi-Fi, y es que cada vez tenemos más dispositivos (teles, smartphones, consolas, etc) que se conectan de manera inalámbrica a nuestra red. Por ello, una de las primeras configuraciones que debemos realizar en nuestro router es ajustar la conectividad inalámbrica para poder conectarnos de forma segura a Internet.
Una vez dentro de la configuración de nuestro router debemos buscar el apartado de Wi-Fi o de conexión inalámbrica para encontrarnos con las opciones que os vamos a mencionar a continuación.
Configurando la seguridad de nuestro Wi-Fi
Que usuarios se conecten a redes ajenas está a la orden del día. Por ello, para evitar que otras personas no autorizadas se conecten a nuestra red, configurar la seguridad de las conexiones inalámbricas debe ser una prioridad. Para ello, lo primero que haremos será cambiar el nombre (SSID) de nuestra red, además de la contraseña de la misma, evitando que puedan adivinar la clave por defecto mediante el nombre de la red. Además, debemos asegurarnos de tener configurada la red en WPA2-PSK AES para tener la máxima seguridad.
Si a menudo suelen venir invitados a nuestra casa y queremos proteger nuestras conexiones y dispositivos, también es recomendable habilitar la red de invitados para, además de no tener que dar nuestra clave del Wi-Fi a cualquiera, aislar sus dispositivos de nuestra red LAN.
Mejorar el funcionamiento de la conexión inalámbrica de nuestro router
Las redes Wi-Fi se ven afectadas constantemente por todo tipo de electrodomésticos, desde monitores de bebé hasta microondas, ya que suelen utilizar las mismas frecuencias de 2.4 Ghz. Si nuestro router es compatible con los 5 Ghz (y nuestros dispositivos también), debemos activar esta red para mejorar tanto la velocidad de las conexiones inalámbricas como la estabilidad de las mismas.
Además, si tenemos problemas con la red de 2.4 Ghz debemos analizar el espectro que hay a nuestro alrededor, ver todos los routers que están emitiendo y elegir así el canal menos saturado, para tener la menor cantidad de interferencias a nuestro alrededor. A veces puede ser interesante cambiar la antena del router.
Otras configuraciones para mejorar el rendimiento y la seguridad global del router
Después de configurar todo lo relacionado con las conexiones inalámbricas de nuestro router, ha llegado el momento de hacer otros cambios en el dispositivo. El primero de ellos será cambiar la contraseña por defecto de acceso a la configuración del mismo, evitando que cualquier usuario con acceso a la red pueda entrar a la configuración sin nuestro permiso.
Lo siguiente que deberíamos hacer es actualizar el firmware a la versión más reciente. De esta manera nos aseguraremos de sacar el máximo provecho al propio router además de corregir todas las posibles vulnerabilidades que se puedan haber descubierto en él. El firmware normalmente se suele descargar desde la web del fabricante del router, aunque algunos modelos son capaces de buscar y descargar automáticamente nuevas versiones.
En tercer lugar, también nos interesaría cambiar la configuración de los DNS de nuestro router, sobre todo si usamos el de la operadora. Como las mejores opciones podemos elegir los DNS de Google (8.8.8.8), los de IBM (9.9.9.9) o los de Cloudflare (1.1.1.1).
Por último, además de revisar las opciones del firewall del router (aunque normalmente no hace falta cambiarlas) y activar el uso de UPnP para no tener problemas con los puertos si descargamos de Internet o jugamos online, solo nos quedaría configurar los filtros de control parental para poder tener controlados a los menores que se conecten a Internet, teniendo la seguridad de que estos hacen un uso moderado de Internet y no visitan webs no adecuadas para ellos.
Os recomendamos leer sobre qué es una tabla de enrutamiento en un router.
¿Qué otras configuraciones sueles realizar en tu router nada más conectarlo?