Los peligros de usar los gestores de contraseñas de Google Chrome o Mozilla Firefox
Con el paso del tiempo es muy normal que acabemos con muchas contraseñas. Especialmente si hacemos las cosas bien, puede ser complicado gestionar todas ellas. Esto es así ya que lo recomendable es crear claves que sean únicas y además fuertes y complejas. Es por ello que resulta muy interesante hacer uso de gestores de contraseñas. Ahora bien, dentro de todas las opciones que tenemos disponibles, algunas no son tan buenas. En este artículo vamos a explicar los peligros de utilizar administradores de contraseñas en el navegador. Ya dimos algunas claves de seguridad al navegar.
Como sabemos, los principales navegadores como Google Chrome o Mozilla Firefox pueden permitir a los usuarios almacenar contraseñas. Esto de primeras puede resultar ser muy útil por lo que hemos comentado anteriormente. Son muchas las claves que debemos gestionar cada día. Muchos servicios y plataformas que utilizamos diariamente. Sin embargo no siempre es lo más seguro.
Existen muchas opciones para almacenar las claves. En un artículo anterior vimos algunos gestores de contraseñas gratis para este 2019. Pero pueden existir diferencias entre unos y otros referentes a la seguridad. Es importante que por ejemplo cuenten con autenticación de dos factores.
Al final los usuarios tendrán la posibilidad de utilizar diferentes opciones para administrar sus claves. Una de ellas es la que ofrece el propio navegador. Sin embargo esto podría traer problemas de seguridad, como vamos a explicar.
Por qué los gestores de contraseñas del navegador no son los más seguros
Puede ser lo más cómodo, especialmente cuando utilizamos varios dispositivos y están sincronizadas las claves. Pero también lo más inseguro. El navegador almacena las contraseñas y podría haber problemas que deriven en que un intruso llegue a verlas.
Cuando entramos en una página en Firefox o Chrome, el navegador nos pregunta si queremos que se almacene la información del nombre de usuario y contraseña. De esta forma cuando volvamos a entrar no tendremos que poner esos datos de nuevo. Algo que nos hace ahorrar tiempo, sin duda.
Pongamos un ejemplo sencillo con Google Chrome, que es el navegador más utilizado. Si entramos en Configuración y le damos a Contraseñas, veremos aquí todas las que ha recopilado el navegador. Aparecerán ocultas, pero podemos darle a ver la clave. Veremos que nos pide la contraseña de Windows para mostrarla. ¿Qué significa esto? Si alguien tiene acceso a nuestro ordenador y conoce la clave de Windows, especialmente si se trata de un equipo compartido, podría ver las contraseñas.
Pero el principal riesgo de seguridad recae en un posible ataque hacia donde aloja las claves el navegador. Es cierto que estamos en un supuesto complicado, donde las compañías han puesto sus esfuerzos en mejorar, pero eso no hace que en un futuro pueda ocurrir. Ha habido casos como el ataque que sufrió Opera hace unos años.
Existen herramientas que, unidas a conocimientos mínimos para ello, podrían otorgar a un usuario el acceso a nuestras claves guardadas en el navegador. Lógicamente los navegadores han mejorado su seguridad, pero el riesgo continúa.
En definitiva, aunque es lo más cómodo, almacenar contraseñas directamente en el navegador no es lo más seguro. Por suerte tenemos muchas alternativas de programas que actúan como gestores de contraseñas.
Os recomendamos leer nuestra guía de consejos para crear contraseñas robustas y proteger todos sus servicios.