¿Te incomoda hablarle a una máquina? A mí también. Por eso me propuse encontrar una forma de controlar todos mis dispositivos sin tener que decir ni una palabra. Y no solo lo conseguí: ahora va todo más fluido, más rápido y sin interrupciones raras de Alexa o Google. Aquí te cuento cómo lo hice, paso a paso, con trucos que puedes aplicar en casa sin complicarte la vida.
Nunca me sentí del todo cómodo usando asistentes de voz. No me convencía la idea de tener un micrófono siempre encendido. Además, no me gusta repetir tres veces “enciende la luz del salón” para que al final no me entienda. Así que empecé a buscar otras formas de manejar todos los aparatos conectados de casa: luces, enchufes, calefacción, sensores… y lo que encontré me sorprendió para bien.
El truco: usar escenas, automatizaciones y widgets
Mi objetivo era poder controlar todo mi sistema domótico sin depender del micrófono. Y, por suerte, hoy en día se puede hacer perfectamente. El primer paso fue olvidarme del “OK Google” y empezar a usar automatizaciones y accesos directos.
Utilizo una aplicación que agrupa todos mis dispositivos: Home Assistant, aunque también sirve Tuya Smart, Smart Life, HomeKit o incluso algunas propias de marcas como TP-Link o Aqara. Lo clave es que puedas crear “escenas” o rutinas.
- Por ejemplo, tengo una escena que apaga todas las luces, cierra persianas y activa la alarma con un solo botón.
- Otra, para cuando me levanto: enciende la luz del pasillo, pone la cafetera y activa el calefactor del baño si hace frío.
Lo mejor de todo es que tengo todas esas escenas a un solo toque, gracias a los widgets que coloqué en la pantalla principal del móvil. Desde ahí puedo encender luces, activar el modo noche o poner la casa en modo cine sin abrir ninguna app. Uso la aplicación que va con mi sistema (como Home Assistant Companion o la de Tuya), y la verdad, es comodísimo. Nada de voz, solo un toque.
A diferencia de plataformas como Tuya o HomeKit, que funcionan a través de la nube y dependen de servidores externos, Home Assistant es otra historia: es software libre que tú mismo instalas en tu equipo. ¿La diferencia? Que tienes el control total y una privacidad que no te da ningún otro sistema. Nada sale de tu red si tú no quieres.
Para arrancar solo necesitas un par de cosas:
- Un miniordenador: Lo más habitual es usar una Raspberry Pi 5. Pero si tienes por ahí un mini PC viejo o un Intel NUC, también sirven perfectamente.
- Un coordinador de protocolos: Si te animas con dispositivos Zigbee (muy recomendables, consumen muy poco y crean una red en malla súper estable), necesitarás un adaptador USB, como el Sonoff Zigbee 3.0 Dongle Plus. Eso sí, no lo enchufes directo al puerto: ponle un cable alargador USB para evitar interferencias con el resto del hardware.
No te voy a engañar: la primera instalación tiene su parte técnica. Pero de verdad, la comunidad es enorme, hay tutoriales para todo, y una vez lo tienes montado… no hay vuelta atrás. Es otro nivel.
Cómo puedes configurarlo tú también
Antes de liarte con dispositivos y automatizaciones, hay una decisión clave que tienes que tomar: ¿qué plataforma vas a usar como centro de todo? Y no, no hay una respuesta única que valga para todo el mundo. Dependerá de tres cosas: tu nivel técnico, el presupuesto que tengas y lo que te importe la privacidad.
Te lo resumo como lo veo yo, después de haber probado un poco de todo:
- ¿Eres de los que disfrutan cacharreando, y quieres tener todo bajo control sin depender de la nube? Entonces Home Assistant es claramente lo tuyo.
- ¿Prefieres algo sencillo, que funcione sin complicaciones y además sea barato? En ese caso, Tuya Smart (o Smart Life) es lo más fácil para empezar.
- ¿Ya estás metido en el mundo Apple y te gusta que todo se conecte solo y funcione bien desde el iPhone? Entonces HomeKit es lo que mejor encaja contigo.
| Factor | Home Assistant | Tuya Smart | Apple HomeKit |
|---|---|---|---|
| Coste inicial y hardware necesario |
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| Curva de aprendizaje |
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| Privacidad |
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| Compatibilidad |
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A continuación te explico un poco más en qué se diferencian y cuál puede ser mejor según tu caso. Si de verdad quieres que todo funcione bien ahora y dentro de unos años, lo mejor que puedes hacer es apostar por dispositivos que hablen un idioma común, como Zigbee, Z-Wave o el nuevo estándar Matter. Al usar estos protocolos abiertos, no te quedas atado a una sola marca ni a una app concreta. Todo se puede controlar desde un mismo sitio, como Home Assistant, y no tienes que andar cambiando de aplicación cada vez que compras algo nuevo. Luego, sigue estos pasos:
- Agrupa tus dispositivos. Haz que todos estén en una sola aplicación central.
- Crea escenas personalizadas. Piensa en las tareas repetitivas y combínalas.
- Coloca accesos rápidos. Usa widgets en el móvil o interruptores físicos.
- Usa sensores si puedes. Así puedes automatizar cosas por temperatura, presencia o luminosidad.
Yo, por ejemplo, tengo una lámpara que se enciende sola si entro al despacho entre las 19:00 y las 22:00. Todo sin tocar nada ni hablar.
| Factor Clave | Home Assistant | Tuya Smart / Smart Life | Apple HomeKit |
|---|---|---|---|
| Nivel Técnico | Avanzado. Requiere configuración y mantenimiento. | Principiante. App muy intuitiva. | Intermedio. Sencillo si estás en el ecosistema Apple. |
| Coste Inicial | Medio (50-150€ por Raspberry Pi + dongle). Software gratuito. | Bajo. La app es gratis, solo pagas por los dispositivos. | Alto. Requiere un Hub de Apple (Apple TV o HomePod). |
| Privacidad | Máxima. Control 100% local, los datos no salen de tu casa. | Baja. Depende de servidores en la nube, principalmente en China. | Muy Alta. Procesamiento local y cifrado de extremo a extremo. |
| Compatibilidad | Extremadamente alta. Integra casi cualquier dispositivo del mercado. | Alta, pero principalmente con dispositivos 'Powered by Tuya'. | Limitada a dispositivos con certificación oficial 'Works with HomeKit'. |
| Mejor para... | Entusiastas de la tecnología, amantes del 'hazlo tú mismo' y obsesos de la privacidad. | Usuarios que buscan una solución fácil, rápida y económica para empezar. | Usuarios totalmente integrados en el ecosistema de Apple que valoran la simplicidad y seguridad. |
Ventajas de no depender de Alexa, Siri o Google Assistant
Sé que los asistentes de voz tienen su encanto, sobre todo cuando estás con las manos ocupadas. Pero también tienen bastantes pegas: te escuchan todo el rato, dependen de conexión permanente a internet, y muchas veces no entienden lo que dices (especialmente cuando usas nombres raros para los dispositivos).
Con sistemas alternativos como Home Assistant o aplicaciones locales, ganas privacidad, control total y compatibilidad con más marcas. Además, si hay un corte de internet, tu casa sigue funcionando. No tienes que esperar a que “la nube” decida si puedes encender la luz del baño.
Este sistema, además de ser más privado, es mucho más fiable. No depende de que haya buena conexión, ni de que el asistente te entienda bien. Y lo mejor: no hay sensación de estar siendo escuchado todo el tiempo.
Si te decides por un sistema domótico más potente y privado como Home Assistant, hay algo que debes tener claro desde el principio: vas a necesitar un poco más de preparación. No es como instalar una app cualquiera y ya. Aquí el control lo tienes tú, lo que significa que también te toca montar los “ingredientes” por tu cuenta: el hardware donde se ejecuta el sistema, y el componente clave si vas a usar dispositivos Zigbee, que es el coordinador.
Y sí, a diferencia de plataformas como Tuya, que funcionan en la nube, Home Assistant se instala en tu propio dispositivo. Eso te da una privacidad brutal, pero también implica que hay que configurar algunas cosas con mimo.
¿Qué necesitas para empezar con Home Assistant?
Lo mínimo para echar a andar es un dispositivo donde instalar el sistema. Aquí tienes varias opciones:
- Raspberry Pi (modelo 3B+ o superior): Es barata, ideal si estás empezando y hay muchísima ayuda online.
- Mini PC con procesador Intel tipo Celeron: Más caro, pero también más potente. Si piensas escalar, merece la pena.
- ODROID: Una opción intermedia con buena relación potencia/consumo.
Además de eso, asegúrate de tener:
- Una fuente de alimentación estable.
- Una tarjeta microSD de al menos 32 GB (si usas Raspberry o ODROID).
- Algún sistema de ventilación pasiva si lo vas a tener encendido todo el día, sobre todo en verano.
¿Cómo se conecta todo esto a Home Assistant?
Una vez tienes el dongle o hub Zigbee, el proceso es bastante directo:
- Lo conectas al dispositivo donde corre Home Assistant (usa el cable alargador si es USB).
- Reinicias Home Assistant.
- Vas a Configuración > Dispositivos y servicios.
- Añades una nueva integración: puedes elegir ZHA (la integración oficial) o Zigbee2MQTT, que es más flexible.
Ambas opciones funcionan bien, pero si te gusta cacharrear y personalizar, Zigbee2MQTT te va a dar mucho juego.
