Puede haber grandes diferencias en el consumo de un mismo tipo de dispositivo, ya que las características y el uso que le demos pueden variar notablemente. Pero cuando hablamos de un frigorífico, esa diferencia puede ser realmente importante. Un electrodoméstico de este tipo antiguo va a consumir más que uno moderno. Ahora bien, ¿hasta qué punto la diferencia es destacable? ¿Merece la pena comprar un frigorífico más moderno y ahorrar luz?
Cambiar un frigorífico antiguo y ahorrar
Debes tener en cuenta que el frigorífico puede suponer en muchos casos sobre un 30% del consumo total de electricidad. Es cierto que eso hay que cogerlo un poco con pinzas, ya que depende del tipo de electrodoméstico, de si tienes o no calefacción eléctrica, etc. Pero sí, no hay dudas de que es uno de los aparatos que más luz consume. A fin de cuentas está siempre encendido y va a tener que mantener la temperatura
Entonces, ¿conviene comprar un frigorífico moderno y cambiarlo por otro más antiguo? En la mayoría de casos la respuesta es sí. Especialmente si tienes un frigorífico muy antiguo, por ejemplo fabricado en los 90, la diferencia puede ser demasiado grande. Podemos decir que los nuevos frigoríficos consumen sobre un 60% menos que los fabricados hace 20-25 años. Pero esta diferencia es aún mayor cuando los comparamos con los que tienen más de 25 años.
Un frigorífico moderno, de clase energética A+++, puede consumir incluso algo menos de 200 kWh al año. Al precio actual de la electricidad, eso puede suponer unos 30€. En cambio, un frigorífico antiguo puede llegar a gastar más de 1.000 kWh. Algunos incluso acercarse a los 1.500. Simplemente con suponer que tenemos uno antiguo que gaste 1.000 kWh, ya estaría consumiendo 5 veces más que uno eficiente de los modernos. Siempre puedes ver si una web es fiable para comprar.
Por tanto, podrías ahorrarte perfectamente 120€ anuales si cambias de frigorífico. Mientras más viejo sea el electrodoméstico, mayor será el ahorro. En función de cuánto te cueste el nuevo frigorífico, puedes calcular en cuánto tiempo lo rentabilizas.
Consejos para gastar menos luz con el frigorífico
Como ves, cambiar de frigorífico puede ser una muy buena idea para ahorrar en la factura de la luz. Sin embargo, independientemente de qué electrodoméstico tengas puedes tener en cuenta algunos consejos para ahorrar más en la factura. Vamos a dar algunas recomendaciones para que puedas pagar menos.
Una de ellas, una de las más importantes, es regular bien la temperatura. Cada grado puede suponer una diferencia importante. Poner el frigorífico a 4-6 grados es lo ideal, mientras que el congelador a unos -17 grados. No necesitas que ambos estén a menos temperatura.
También es importante que evites abrir la puerta en la medida de lo posible. Es justo ahí cuando va a perder temperatura y va a tener que gastar más recursos para recuperarla. Nunca dejes la puerta abierta varios minutos, por ejemplo.
Otro consejo es evitar poner el frigorífico muy pegado a la pared, ya que eso va a hacer que no ventile bien y va a absorber más calor. Lo mismo si lo colocas cerca de un horno o algún electrodoméstico que desprenda calor. Esto es importante para evitar que tenga que consumir más de lo necesario.