Lo normal es que tu ordenador cuente con, al menos, un puerto Ethernet. Es cierto que muchos portátiles pequeños, por ahorrar espacio y recursos, hoy en día no disponen de esta opción, pero siempre la puedes agregar. Más allá de lo que podemos considerar como más tradicional, que son los puertos Fast Ethernet y Gigabit Ethernet, está también la opción de multi Gigabit o de 2,5 Gbps. Pero, ¿vas a aprovechar realmente esta alternativa?
Si tuvieras un puerto Ethernet de 2,5 Gbps en tu portátil, pero no los medios necesarios para lograr esa velocidad, habría lo que se conoce como cuello de botella. Por tanto, estarías desaprovechando si, por ejemplo, has comprado un nuevo adaptador de red para mejorar el que ya tenía tu ordenador.
Necesitas compatibilidad
Básicamente, lo que necesitas es que haya compatibilidad. Es imprescindible que los diferentes factores que afectan a tu conexión de Internet, puedan funcionar con velocidades de 2,5 Gbps. Esto va a incluir tu router, la tarifa que tengas contratada o el cable que uses, además de la tarjeta de red que tengas en tu ordenador. Solo así podrás aprovecharlo para jugar por Internet, acceder a la nube o ver contenido en Streaming que requiera de una alta velocidad de transferencia.
Router o punto de acceso compatibles
Tener un router compatible, es algo básico. Si tu aparato solo tiene puertos Gigabit Ethernet, por mucho que tu portátil cuente con compatibilidad con 2,5 Gbps, no vas a poder aprovecharlo. Habría un cuello de botella y la conexión estaría limitado a ese Gbps que te permite el router. Por ejemplo, podrías utilizar el router HUAWEI WiFi BE3, el ASUS TUF-BE3600 o el TP-Link Archer BE550.

Lo mismo ocurriría si utilizas un punto de acceso, un switch de red, etc. Para aprovecharlo, necesitas tener compatibilidad multi Gigabit, para poder acceder a esos 2,5 Gbps.
Tarifa de Internet con esa velocidad
También va a influir la tarifa de Internet que tengas contratada. De hecho, es muy probable que no aproveches esos 2,5 Gbps del puerto Ethernet de tu ordenador, precisamente por la tarifa que tienes. En la mayoría de casos, actualmente en España, contratamos tarifas que van de los 300 Mbps a 1 Gbps.
Necesitarías tener una tarifa que supere esos 2,5 Gbps para recibir realmente Internet a esa velocidad. Por ejemplo, empresas como Orange o DIGI, sí que ofrecen incluso 10 Gbps. En este caso, sí que podrías aprovechar esos puertos multi Gigabit.
Otra cosa sería que solo conectaras tu ordenador con un NAS, por ejemplo, para intercambiar archivos en una red local, interna, y no a través de Internet. En este caso, da igual la tarifa que tengas contratada. Si vas a intercambiar archivos entre un PC y un NAS, normalmente la velocidad va a estar entre los 100 y 115 MB/s si te conectas por Gigabit Ethernet, pero pasar a incluso 300 MB/s, si utilizas puertos de 2,5 Gbps. Esto se traduce en un menor tiempo al transferir archivos.
Cable Ethernet de calidad
Por supuesto, todo esto que mencionamos no sirve de nada si no utilizas cables Ethernet de calidad, que soporten 2,5 Gbps. Si utilizas cables más antiguos, que sean CAT 5 o inferior, no podrías ni siquiera alcanzar 1 Gbps, ya que estarías limitado a Fast Ethernet, es decir, a 100 Mbps. Necesitas, por tanto, un cable de, al menos, CAT 5e.
No obstante, si quieres un cable de garantías, que soporte esos 2,5 Gbps a una mayor distancia, te recomendamos que compres uno de CAT 6 o superior. Podrías llegar a cubrir, sin problemas, hasta 100 metros y tener garantizada esa velocidad.
Además, tener un cable de calidad también va a venir bien para reducir las interferencias. Si usas cables blindados, estarás más protegido ante interferencias electromagnéticas (EMI) y radiofrecuencias (RFI), que podrían aparecer si hay dispositivos cerca, como un microondas, aparatos que usen Bluetooth, Wi-Fi, etc.
Por tanto, estos son algunos factores que pueden influir para que aproveches o no el puerto de 2,5 Gbps de tu portátil. Lo ideal es tener dispositivos con compatibilidad, para que no haya cuello de botella. También es clave disponer de cables de calidad, además de una tarifa de Internet que soporte, al menos, esa velocidad.