Cuidar el router es fundamental para tener una buena conexión de Internet. No cometer errores cuando tengamos uno nuevo, también. Por ello, en este artículo te vamos a dar una serie de recomendaciones que puedes poner en práctica en caso de que hayas cambiado de compañía de Internet o hayas comprado un router nuevo. El objetivo es lograr que funcione lo mejor posible, no tener problemas de seguridad y poder conectar todo tipo de dispositivos sin que haya cortes.
Ten en cuenta que no todos los routers son iguales, así como también existen diferencias en cuanto a la configuración que puedes darle. Por ello, tener claro qué hacer con un router nuevo va a ayudarte bastante a lograr que funcione la conexión correctamente. Especialmente, puedes notarlo al usar el Wi-Fi.
Fallos al usar un nuevo router
La idea de tener un nuevo router es poder mejorar la conexión que ya teníamos. Podemos tener un aparato limitado, que no permita conectar muchos dispositivos o que la cobertura no llegue bien. Al adquirir uno nuevo, todas estas limitaciones las podemos solventar sin problemas.
Elegir un mal lugar
Un primer error es elegir un mal sitio para el router. Esto es fundamental, ya que la ubicación va a determinar de qué manera te llega la cobertura a diferentes lugares de la vivienda. No lo pongas en cualquier sitio, ya que esto podría afectar negativamente a cómo te conectas de forma inalámbrica. Lo ideal es que lo pongas en una zona central, desde donde reparta correctamente la señal. Evita también zonas esquinadas, donde haya grandes muros o paredes. Además, es buena idea alejarlo de posibles interferencias, como pueden ser dispositivos Bluetooth y algunos electrodomésticos que afecten.
En las viviendas nuevas a partir del año 2011 en España, tenemos un PAU (Punto de Acceso al Usuario) donde están todos los cables de red de las diferentes habitaciones centralizados, y también donde tenemos la toma de fibra de nuestra vivienda. Es un error colocar aquí el router con ONT integrada, porque no tendremos una buena conexión WiFi por el resto de la vivienda. Lo ideal es colocar aquí la ONT, y en el salón vía cable de red el router WiFi, para posteriormente con otro cable de red volver al PAU y conectarlo a un switch que reparta la conexión al resto de la casa. Generalmente en el salón tenemos dos tomas de red Ethernet juntas, por lo que es perfecto que lo uses de esta forma para tener conexión a Internet por cable en todos los sitios, y una muy buena cobertura inalámbrica.
No usar una buena contraseña
Por supuesto, utilizar una mala contraseña en el nuevo router es un error importante. Esto puede dar lugar a la entrada de intrusos que comprometan la seguridad y puedan incluso llegar a controlar el aparato y evitar que te conectes con tus propios dispositivos. Es clave no equivocarse en esto. ¿Cómo debe ser una buena contraseña? Debe tener letras (tanto mayúsculas como minúsculas), números y otros símbolos especiales. Nunca utilices palabras básicas, tu nombre, fecha de nacimiento y cualquier cosa que se pueda averiguar con facilidad. Es importante que sea totalmente aleatoria y tenga una buena longitud.
Es muy importante que la contraseña de administración sea robusta, además, también es muy importante que realices los siguientes ajustes:
- Cambiar el nombre de usuario «admin» si es posible.
- Cambiar la contraseña por defecto por una robusta.
- Deshabilitar la administración del router en la WAN de Internet, solamente deberíamos tener acceso en local.
Con estos ajustes tan sencillos no tendrás problemas de intrusiones en el router, además, no olvides proteger adecuadamente la red WiFi también.
Dejar los valores de fábrica
No deberías mantener los valores que vienen de fábrica cuando compras un router nuevo. Lo mejor es que los cambies, tanto por seguridad como también para poder aprovechar mejor las características del aparato. Aunque pueda funcionar sin que toques nada, puede ir mejor si realizas algunos cambios.
Por ejemplo, no debes dejar la clave del Wi-Fi que viene, ni tampoco la contraseña para entrar a la configuración del router. Incluso podría ser interesante configurarlo para que se conecte a un canal determinado o cambiar el nombre de red, aunque esto último realmente no sea algo que afecte directamente a la seguridad.
No aprovechar la configuración
Tu nuevo router va a contar con diferentes opciones y configuraciones que puedes tener en cuenta. Por ejemplo, podrías crear una red de invitados para que se conecten a tu Wi-Fi y así evitar que tu red pueda verse comprometida o que acaparen una gran parte del ancho de banda de la conexión.
Vas a poder realizar ajustes en la configuración con la idea de potenciar la señal y lograr que la cobertura llegue mejor, aprovechar la doble banda (o triple, en algunos casos), protocolos como Wi-Fi 6 o WPA-3 que pueda tener, etc. Todo esto es interesante tenerlo en cuenta al comprar un nuevo aparato.
Como ves, hay determinados errores que debes evitar cuando adquieras un nuevo router. El objetivo es intentar que la conexión llegue mejor y a más lugares, así como conseguir que la seguridad esté siempre presente. Además, siempre puedes usar tu viejo router para darle una segunda vida.