Este hack reinventa ChatGPT sacando su lado más rebelde y peligroso: úsalo bajo tu responsabilidad

ChatGPT puede ser tu mejor aliado para aprender, trabajar o resolver dudas, pero también tiene un lado oculto que no todo el mundo conoce. Un truco llamado DAN lo transforma en algo muy distinto: una inteligencia artificial sin filtros, directa y, en algunos casos, incluso polémica.
No, no hablamos de hackear sistemas ni de romper normas a lo loco. Esto va de usar prompts muy específicos que fuerzan a ChatGPT a responder sin los filtros habituales que pone OpenAI. Es un experimento tan curioso como arriesgado, y te voy a contar todo lo que debes saber antes de lanzarte a probarlo.
¿Qué es DAN y por qué ha revolucionado el uso de ChatGPT?
Todo empezó con una consigna: “Do Anything Now”. De ahí viene el nombre de DAN, un truco que circula por foros y redes sociales desde hace tiempo. Lo que hace, en teoría, es pedirle a ChatGPT que adopte una especie de doble personalidad más “libre”, capaz de responder sin las limitaciones que normalmente tiene. He probado este truco y te aseguro que los resultados sorprenden. De repente, el chatbot empieza a responder con una franqueza que roza lo incómodo. Puede hacer bromas subidas de tono, dar opiniones que antes evitaba e incluso responder sobre temas que normalmente están vetados. Pero claro, ahí está el peligro.
Aunque OpenAI asegura que su modelo sigue protegido por múltiples capas de seguridad, estos experimentos con DAN pueden sacar respuestas que nunca deberían haberse generado. Y eso abre un debate ético enorme: ¿es solo un experimento inofensivo o estamos forzando los límites de una tecnología que aún no entendemos del todo?
¿Una amenaza real o solo entretenimiento? El debate está servido
La comunidad está dividida. Por un lado, hay quienes ven esto como una forma de explorar los límites de la IA y entender mejor cómo funciona. Dicen que si ChatGPT puede adoptar este “modo rebelde” con solo unas palabras, es señal de que no todo está tan controlado como parece. También hay quienes lo usan con fines humorísticos, creando personajes o parodias, sin intención de hacer daño.
Pero, por otro lado, hay un riesgo real si se difunden respuestas falsas, sesgadas o peligrosas, especialmente si alguien se las toma en serio. Imagina a un usuario sin experiencia que obtiene una recomendación médica, legal o financiera de este ChatGPT “sin filtros”. El problema ya no es solo la tecnología, sino cómo se usa.
Y para ser claros: OpenAI prohíbe este tipo de usos en sus términos de servicio. Activar DAN o cualquier variante parecida puede llevarte a perder el acceso a tu cuenta. Así que, si decides probarlo, que sea sabiendo los riesgos.
¿Qué riesgos reales tiene activar DAN en ChatGPT?
Aunque a simple vista pueda parecer un simple truco de foros, activar DAN no es inocente. Forzar a ChatGPT a actuar “sin filtros” puede provocar varios problemas serios, y no solo para ti como usuario, sino también a nivel de seguridad y responsabilidad.
Primero, debes saber que los modelos de lenguaje como ChatGPT no tienen moral ni criterio propio. Funcionan a base de patrones y probabilidad, no de razonamientos humanos. Cuando eliminas los límites que OpenAI ha puesto para protegerte (y protegerse), abres la puerta a que se generen respuestas incorrectas, sesgadas o incluso dañinas.
Segundo, algunas de las respuestas de un ChatGPT sin filtros pueden rozar o directamente cruzar líneas legales. Aunque no sea consciente de lo que dice, si el modelo te proporciona información sensible, falsa o peligrosa, podrías meterte en problemas si la usas sin pensar.
Tercero, desde el momento en que usas estos métodos, rompes las normas de uso que aceptaste al crear tu cuenta. Y aunque puedas pensar que es algo «entre tú y la máquina», OpenAI puede detectar comportamientos anómalos, suspender tu acceso y, en algunos casos, incluso bloquearte definitivamente. Perder el acceso no es solo quedarte sin jugar un rato: podrías perder todo tu historial, tus trabajos guardados y el uso de la IA en tu día a día.
¿Por qué pone de relieve un problema más grande?
La existencia y viralización de DAN pone sobre la mesa algo que muchos expertos en IA llevan advirtiendo desde hace tiempo: los grandes modelos de lenguaje son mucho más maleables de lo que parece. Si un simple prompt puede cambiar tan radicalmente la personalidad de una IA, ¿qué otras debilidades quedan ocultas? ¿Qué pasaría si, en lugar de usuarios curiosos, fueran actores maliciosos los que explotasen esos trucos para generar desinformación, spam o contenido dañino?
De hecho, esta preocupación ha llevado a que OpenAI, y muchas otras empresas que desarrollan IA, estén redoblando esfuerzos para hacer sus modelos más resistentes a este tipo de manipulación. No es un tema menor: el futuro de la IA no solo depende de su potencia, sino también de su capacidad para ser segura, predecible y ética.
Mi consejo si estás pensando en probar DAN
Si después de todo esto sigues teniendo curiosidad, te entiendo. Yo mismo me sentí tentado a ver qué podía hacer ChatGPT «sin filtros». Pero tras probarlo, me di cuenta de que el riesgo no compensa el rato de entretenimiento. Si quieres explorar los límites de la IA, hay maneras mucho más seguras y éticas de hacerlo. Participar en programas oficiales de feedback, utilizar modelos de código abierto diseñados para experimentación o seguir investigaciones públicas son alternativas mucho más responsables.
Mi recomendación es clara, usa ChatGPT como la herramienta potente y versátil que es, pero siempre con respeto a sus normas, entendiendo sus limitaciones y siendo consciente de que no es un juguete. Porque si algo nos enseña todo este asunto de DAN, es que la confianza en la tecnología es frágil, y protegerla es responsabilidad de todos.