Internet por satélite es una opción que puede ser una alternativa real a contratar fibra óptica o utilizar datos móviles. De hecho, es una manera de poder tener conexión en zonas en las que no hay cobertura de fibra, ni tampoco de telefonía móvil. Pero, ¿realmente podemos tener Internet por satélite en cualquier lugar? ¿Es igual en todas partes? De ello vamos a hablar en este artículo, para que puedas comprobar si tendrías o no conexión siempre.
Por ejemplo, podemos pensar en Starlink, que es una de las empresas más conocidas para tener Internet por satélite a nivel mundial. Es muy útil para aventureros que viajen durante meses en autocaravana, por ejemplo. También lo es para personas que tengan una segunda residencia o vivan en lugares con poca cobertura.
No siempre vas a tener Internet por satélite
Sin embargo, hay que indicar que, aunque la idea de la conexión vía satélite sea facilitar el acceso en todas partes, no siempre vas a tener disponibilidad. Al menos, no siempre va a funcionar igual que en otro lugar. Puedes tener limitaciones, como vamos a explicar, así como restricciones importantes.
Limitaciones técnicas
Lo primero que puede pasar es que haya limitaciones técnicas. Sobre el papel, Starlink, por ejemplo, cubre todo un país en el que esté disponible. Sin embargo, son cientos de satélites que están en órbita y poco a poco van sumando más. Eso nos da una idea de que siempre es mejorable la cobertura y velocidad que ofrecen.
De hecho, puedes ver en su web un mapa donde muestran la velocidad de Internet según la zona. En Estados Unidos, por ejemplo, hay diferencias importantes entre los diferentes estados. También ocurre lo mismo en Europa, con países que pueden alcanzar una mayor velocidad que otros.
Por tanto, hay limitaciones técnicas que podrían impedir que realmente tengamos conexión en un determinado lugar, así como alcanzar una velocidad adecuada. Puede que la velocidad sea menor en una zona en la que te encuentres un día, mientras que en otro momento, en otro lugar distinto, puedas disfrutar de más velocidad.
Además, puede haber limitaciones concretas que afecten a la zona en la que te encuentras. Por ejemplo, edificios que puedan interferir o cualquier otro obstáculo. No siempre vamos a conectarnos en situaciones óptimas, que serían las que permitirían lograr la máxima velocidad de Internet por satélite.
Restricciones geográficas
Pero también hay que mencionar las restricciones geográficas, y esto es más importante que las limitaciones técnicas. No significa que no puedas conectarte por no haber satélites disponibles, sino que no vas a poder usar ese servicio. Es lo que ocurre con Starlink en muchos países en los que aún no operan, ya sea por falta de interés por parte de la marca o, mayormente, por limitaciones de los gobiernos.
Por ejemplo, si entramos en el mapa de Starlink, podemos ver que no está disponible en China, Irán, Rusia o Siria, entre otros. Son países que, directamente, prohíben que esto sea posible. Por otro lado, también hay países que aparecen en el mapa con falta de acuerdos. Quiere decir que, por el momento, no ofrecen Internet por satélite en ese territorio pero que, tal vez, en un futuro sí lo hagan. En algunos casos, incluso hay una fecha marcada.
Además, siempre está el riesgo de que esa empresa, como puede ser Starlink, corte relaciones con un país en concreto. Eso podría suponer que deja de prestar servicio en esa zona, por lo que no podrías conectarte a la red, aunque antes sí hubiera cobertura con normalidad.
En definitiva, Internet por satélite permite tener conexión en prácticamente cualquier lugar del mundo, pero hay que tener en cuenta posibles limitaciones técnicas, así como restricciones geográficas y permisos. Por tanto, al 100% no es posible tener Internet vía satelital hoy en día en todas partes. No obstante, sí que es cierto que estas conexiones han mejorado y lo seguirán haciendo en los próximos años.