Si vas a irte de vacaciones este verano, te proponemos algunos usos interesantes que puedes darle a una Raspberry Pi, tanto si la tienes en casa como si decides llevarla contigo. Es un dispositivo pequeño, que perfectamente puedes llevar en una maleta. Puedes darle usos muy variados relacionados con el entretenimiento, pero también para potenciar la seguridad y la de tus archivos.
Una Raspberry Pi podemos decir que es como un ordenador pequeño. Cabe en un bolsillo, es ligero y puedes realizar proyectos muy variados. Dispone de puertos USB, HDMI, conexión Wi-Fi y Ethernet y hay diferentes modelos, por lo que podrías tener un dispositivo con mayor o menor potencia, en función de lo que necesites.
Raspberry Pi para las vacaciones
El hecho de ser un dispositivo portable, pequeño, es especialmente útil si te vas de vacaciones. Además, hay proyectos en los que podrías incluso ponerle una pantalla pequeña y darle usos muy variados, como el de una videoconsola tipo Game Boy, para ejecutar juegos retro fácilmente. Se Es un aparato que pesa menos de 50 gramos y lo puedes comprar por unos 50€ las versiones actuales, aunque dependerá del modelo exacto.
Router VPN
La primera opción es configurar tu Raspberry Pi como un router. Esto es muy interesante, ya que podrías conectar otros dispositivos a la red, evitar conectarte al Wi-Fi público de hoteles, aeropuertos, etc. Además, lo vas a poder configurar con una VPN, lo cual es muy útil a la hora de viajar. Tienes disponibles muchas guías y documentación en la web oficial.
Una VPN permite cifrar la conexión, además de conectarte a tu propia red doméstica o usar aplicaciones de viaje que pudieran estar bloqueadas en tu destino. Ten en cuenta que tienes dos opciones: utilizar la Raspberry Pi con VPN de viaje, en el lugar en el que estés, pero también dejarla en casa y conectarte a ella de forma remota, pasando la conexión por este dispositivo.
Personalmente, tener un router con VPN es algo que he utilizado bastante en mis viajes. Lo tengo configurado con WireGuard y basta con entrar desde el móvil, a través de la aplicación de WireGuard, y conectarme directamente a través de la VPN que tengo en mi router, en casa. Esto me permite conectarme a redes Wi-Fi pública sin riesgos, seguir utilizando servicios y plataformas que solo funcionan en España o acceder a otras cuentas sin que detecten una conexión sospechosa por tener una IP de otro país.

Servidor multimedia
También puedes usar la Raspberry Pi como un servidor multimedia. A fin de cuentas, es como tener un pequeño ordenador. Podrías instalar Plex, por ejemplo, y tener ahí acceso a tus series y películas sin problemas. Es un dispositivo que cuenta con HDMI y capacidad para conectarlo a televisiones por medio de 4K.
Si estás en un hotel, bastaría con conectar el dispositivo a la televisión a través de un puerto HDMI. Podrás tener todo el contenido almacenado en la memoria. En función del modelo exacto, podrás poner tarjetas micro SD de mayor o menor capacidad.
Usarlo como NAS para copias de seguridad
Otro uso interesante es utilizar la Raspberry Pi como un servidor NAS. Lo podrías usar en el destino, pero también dejarlo en casa, conectado a tu router, y poder acceder al contenido fácilmente. Esto te permite mejorar la seguridad de tus archivos, además de por liberar espacio cuando sea necesario.
En el caso de los viajes, esto es útil para ir respaldando las fotografías y vídeos que realices. En caso de perder el teléfono o que deje de funcionar por cualquier motivo, ya tendrías esas copias trasladadas a tu Raspberry Pi, en tu casa, con todo bien guardado.
Para mí esta es una de las funciones más interesantes. Me gusta ir creando copias de seguridad del teléfono cuando estoy de viaje. Nunca sabes cuándo lo podrías perder, te lo podrían robar o podría haber cualquier problema. Al menos, los recuerdos hasta ese momento, en forma de archivos multimedia, estarán a buen recaudo.
Consola de bolsillo
Podrías utilizar tu Raspberry Pi para jugar y matar así las horas muertas en vuelos y esperas en el aeropuerto durante tus vacaciones. Tienes la opción de instalar RetroPie y convertirla en una consola retro, con videojuegos de todo tipo. Además, es algo que vas a poder hacer, aunque no tengas el modelo más potente, ya que es suficiente con disponer de una Raspberry Pi 3.
Puedes enfocar el proyecto de dos maneras: conectando la Raspberry Pi a cualquier televisor mediante HDMI para una experiencia de sobremesa, o integrándola en un kit portátil con pantalla y controles incorporados para crear una consola de mano, al estilo de las clásicas Game Boy.
Modelo | Peso | Salida de vídeo | Conectividad Clave | RAM | Precio Aprox. (€) |
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Raspberry Pi Zero 2 W | 16 g | Mini HDMI (1080p) | Wi-Fi 2.4 GHz | 512 MB | ~17€ |
Raspberry Pi 3 Model B+ | 50 g | HDMI (1080p) | Wi-Fi 5 GHz, Ethernet | 1 GB | ~35€ |
Raspberry Pi 4 Model B | 46 g | 2× Micro HDMI (4K) | Wi-Fi 5 GHz, Gigabit Ethernet | 2/4/8 GB | ~45-65€ |
Raspberry Pi 5 | 50 g | 2× Micro HDMI (4K) | Wi-Fi 5 GHz, Gigabit Ethernet, PCIe | 4/8 GB | ~60-80€ |
Lleva un mini PC contigo
Por último, vas a poder usar tu Raspberry Pi en vacaciones como si fuera cualquier ordenador. En vez de llevar un portátil o un mini PC clásico, puedes llevar este equipo. El tamaño es pequeño, por lo que no tendrás problema por llevarlo en la maleta durante tus viajes en este verano.
De esta forma, podrás realizar tareas muy variadas. Podrás navegar por Internet, utilizarlo para tareas de ofimática, etc. La Raspberry Pi 5 ofrece un rendimiento sorprendente para su tamaño, siendo capaz de gestionar tareas de ofimática ligera, navegación web y reproducción multimedia en 4K con fluidez. Si bien no reemplaza la potencia de un portátil moderno para tareas exigentes, es una alternativa increíblemente versátil y eficiente.
En definitiva, estos son algunos usos que vas a poder darle a tu Raspberry Pi durante estas vacaciones. Vas a poder usarla para entretenimiento, trabajar o incluso mejorar tu seguridad al conectarte a redes Wi-Fi o crear copias de tus archivos.