Cada vez que escribes tu nombre en Google, se abre una ventana a tu vida digital. Puede parecer una tontería, pero lo que aparece ahí lo puede ver cualquiera: un jefe, una universidad, una aseguradora o incluso un ciberdelincuente. Por eso, eliminar tus datos personales de Internet no es solo una cuestión de privacidad, es una cuestión de seguridad. Durante años pensé que no tenía nada que ocultar… hasta que empecé a buscar mi nombre con calma. Aparecían páginas con mi dirección, mi teléfono y hasta parte de mi historial laboral. Y no, no eran redes sociales. Eran sitios que se dedican a recolectar información pública y revenderla. Si tú también quieres desaparecer de estos sitios (y de los resultados de Google), aquí te explico cómo lo hice yo y qué opciones tienes.
Si alguna vez has escrito tu nombre en Google, habrás visto que hay mucha información sobre ti en diferentes webs. Y si quieres tener la mejor privacidad posible, deberías empezar a pedir la eliminación de los diferentes resultados, con el objetivo de poder permanecer algo más «oculto».
Lo primero: busca tu nombre y apunta todas las webs que lo mencionan
El paso más básico es también el más importante. Y es que básicamente consiste en realizar una búsqueda de tu nombre -también con los apellidos- para saber qué información se muestra de ti en Internet.
Lo primero que hay que hacer es abrir una ventana de incógnito y busca tu nombre completo, con y sin comillas. Luego prueba con tu email, tu dirección y hasta combinaciones como «Nombre Apellido + ciudad«. Son diferentes combinaciones que te ayudarán a dar con todos los datos que están visibles en la red.
Lo más probable es que encuentres webs de agregadores de datos (como MisterPeople, TruePeopleSearch, PeekYou, etc.), además de directorios raros y páginas que ni sabías que existían. Anota todas las URLs donde veas tus datos personales. Estas serán las que tengas que atacar una a una.

Cómo pedir que te eliminen: sí, puedes hacerlo
La buena noticia es que puedes solicitar que eliminen tu información, tanto de esas páginas como del propio Google. La mala es que muchas veces hay que hacerlo página por página.
- Pide la eliminación en Google: si una página muestra datos tuyos (como dirección, DNI, email, etc.), y no tienes control sobre ella, puedes usar este formulario oficial de Google. Es gratuito y bastante fácil de usar.
- Contacta con cada sitio web directamente: busca en el pie de página o en el apartado «Aviso legal» o «Privacidad» del sitio. Suelen tener un email o formulario de contacto para ejercer el derecho de supresión (también conocido como derecho al olvido). Eso sí, prepárate para insistir. Algunos sitios ignoran el primer mensaje o lo retrasan a propósito.
- Usa servicios especializados si no quieres complicarte: aquí es donde entra en juego algo como Incogni, una herramienta que automatiza todo este proceso. Yo la probé hace unos meses y fue como contratar a alguien para que se encargue por mí. Le das tus datos y ellos van web por web mandando solicitudes de eliminación. También tienen un panel donde puedes ver qué webs han borrado tu información.
Ten en cuenta que tu derecho a solicitar esta eliminación no es una cortesía de las empresas; está amparado por la ley. Concretamente, el Artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE, conocido como ‘Derecho de supresión’ o ‘derecho al olvido’. Puedes consultar el texto íntegro en la legislación oficial europea. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es el organismo que vela por su cumplimiento.

Lo mejor es que también te permite enviar URLs concretas (no solo las que ellos ya monitorizan). Así, si encuentras una web pequeña que muestra tus datos, puedes pasarle el enlace directamente y se encargan de todo.
¿Y una vez que desaparezco de las webs? ¿Se borra también de Google? No del todo. Google necesita un empujón para dejar de mostrar esas páginas. Por eso, si ya conseguiste que borren tu información de una web, ve al formulario de eliminación de Google y solicita que elimine el enlace de sus resultados (ya que lleva a una página que ahora da error o ya no contiene tus datos). Es como cerrar el círculo. Primero limpias la fuente y luego limpias el escaparate.