Estos son los mejores consejos para la seguridad de las apps de mensajería según Kaspersky

WhatsApp, Telegram, Signal o incluso iMessage están en el centro de nuestras conversaciones diarias. Pero, ¿estás realmente protegiendo tu privacidad cuando los usas? Si alguna vez has recibido un mensaje sospechoso o te preocupa que alguien pueda cotillear tus chats, este post te interesa. Aquí te resumo los 12 consejos clave que comparte Kaspersky para blindar tus apps de mensajería y evitar disgustos.
Vivimos pegados al móvil, enviando mensajes a todas horas. Lo usamos para hablar con amigos, compañeros de trabajo, nuestra familia… y eso significa que en esas conversaciones puede haber datos privados, sensibles o incluso peligrosos si caen en malas manos. Por eso, he recopilado los 12 consejos que Kaspersky recomienda para usar apps como WhatsApp, Telegram o Signal de forma mucho más segura.
Consejos prácticos para proteger tus chats (y algo más)
No necesitas ser un experto en ciberseguridad para aplicar estos pasos. Son ajustes sencillos que puedes activar en unos minutos y que marcarán la diferencia.
- Activa la verificación en dos pasos: este es uno de los pasos más importantes. Además del típico código por SMS, tendrás que introducir una clave extra para iniciar sesión desde otro dispositivo. Así, aunque alguien tenga acceso a tu tarjeta SIM, no podrá entrar en tu cuenta.
- No compartas nunca los códigos de verificación: si alguien te pide el código que te ha llegado por SMS, es un intento de estafa. Da igual que te diga que es tu primo, tu banco o el soporte técnico: nadie serio te va a pedir eso.
- Cuidado con los códigos QR: no escanees códigos QR que no vengan de la propia app. Hay estafas que usan códigos falsos para colarse en tu cuenta y vincular otro dispositivo. Si tienes dudas, no lo escanees.
- Revisa quién te escribe: ¿Un número nuevo diciendo que es tu jefe o un antiguo amigo? Antes de creértelo, verifica por otro canal. Llama, mándale un mail o pregúntale algo que solo esa persona sabría.
- Usa el botón de bloquear sin miedo: si alguien te molesta, te presiona o simplemente no pinta nada en tus chats, bloquéalo. Es tu móvil y tu privacidad. También puedes reportarlo si crees que es un intento de estafa.
- No abras enlaces sin asegurarte primero: aunque el mensaje venga de un contacto tuyo, puede ser una cuenta hackeada. si ves algo raro, contacta con esa persona por otra vía y avísala. Puede que ni sepa que su cuenta está comprometida.
- Protege tu app con contraseña o huella: muchas apps permiten poner un bloqueo adicional con PIN, Face ID o huella. Actívalo. Así, aunque alguien coja tu móvil desbloqueado, no podrá entrar en tus chats.
- Quita las vistas previas de mensajes en pantalla bloqueada: evita que se vean los mensajes entrantes en la pantalla sin desbloquear el móvil. Nunca sabes quién está mirando por encima del hombro…
- Usa mensajes temporales o de una sola visualización: si vas a mandar información delicada (como tu dirección, un número de cuenta o una contraseña), usa las funciones que hacen que ese mensaje se borre después de un tiempo o solo se pueda ver una vez.
Lo que nunca deberías compartir en tus chats
Más allá de la configuración, hay ciertos hábitos que merece la pena revisar si quieres mantener tu privacidad a salvo.
- Evita mandar desnudos o contenido comprometido: aunque uses mensajes que se borran o se ven una vez, una captura de pantalla lo arruina todo. Y si ese contenido llega a la persona equivocada, el problema puede ir a más. Mejor no arriesgar.
- Cuidado con los grupos grandes: no sabes quién está al otro lado, sobre todo si no conoces a todos los miembros del grupo. Evita compartir ahí tu número, dirección o datos sensibles.
- Ajusta bien tu perfil: mucha gente no sabe que su foto, su estado o su última conexión están visibles para cualquiera. Entra en los ajustes de privacidad de tu app y cambia esa visibilidad a “Mis contactos” o “Nadie”.
La mayoría de estos consejos se aplican en apenas unos minutos, pero pueden evitarte un disgusto serio. Las apps de mensajería son prácticas y rápidas, pero eso no significa que sean seguras por defecto. Tómate un momento para revisar cómo las usas y hacer algunos ajustes. Tu privacidad, tus datos (y tu tranquilidad) te lo agradecerán.