Para proteger tus cuentas correctamente, contar con una llave de seguridad puede ser muy buena opción. Más allá de usar contraseñas, que es lo más habitual, es una alternativa a tener en cuenta. Básicamente, es un pequeño dispositivo físico con el que podrás identificarte al iniciar un ordenador o entrar en alguna plataforma en Internet. Un factor interesante es que vas a poder llevarla a cualquier lugar.
Pero, ¿cómo funciona exactamente? Una vez pongas tu clave de acceso, esa plataforma va a solicitar una autenticación extra. Una manera más de verificar que eres tú y no un intruso. Ahí entra en juego la llave de seguridad física. Ahora bien, hay de diferentes tipos. Puede ser por USB, Bluetooth o NFC. Vamos a hablarte de las diferencias.
Qué tipo de llave de seguridad usar
Siempre recomendamos tener habilitada una autenticación extra. Esto permite crear una capa de seguridad adicional, con lo que podrás proteger al máximo tus cuentas en Internet. Incluso si llegaran a averiguar tu clave de acceso, no podrían entrar en Facebook, en Gmail o en cualquier otra plataforma donde habilites esta opción, sin ese segundo paso.
Llave de seguridad USB
La primera opción es contar con una llave de seguridad que necesita conectarse por USB. Podemos decir que es la más segura, ya que necesita acceso físico. A diferencia de las otras opciones de las que vamos a hablar, no funciona de forma inalámbrica, ni siquiera justo al lado del dispositivo al que quieres acceder.
Por tanto, hay menos probabilidad de robo o de que puedan interceptar los datos. Es necesario introducir esa llave física en el ordenador, por ejemplo, y así validar tu usuario. Es un pequeño dispositivo que vas a poder llevar en el bolsillo, en el llavero, etc. Cuando lo necesites, simplemente es conectarlo al puerto USB y listo, ya podrías usarlo en plataformas compatibles
Este tipo de llaves de seguridad es el más común, por lo que no vas a tener problemas en encontrar uno comprarlo. Un modelo bastante común, de calidad, es el Yubico. No obstante, sea cual sea el que elijas va a ser útil para potenciar la seguridad. Asegúrate siempre de almacenarlo correctamente y no perderlo.
Dispositivo Bluetooth
Una alternativa con las llaves que funcionan a través de Bluetooth. Es una tecnología inalámbrica muy utilizada para usar auriculares, compartir archivos entre dispositivos, usar un teclado… Y sí, también la puedes usar para verificar tu identidad a la hora de iniciar sesión en alguna plataforma en Internet.
Hay que tener en cuenta que el Bluetooth puede tener un alcance de varias decenas de metros. Es un mayor riesgo en comparación con la opción anterior, que requería de contacto físico. No obstante, no significa que sea sencillo romper la seguridad de una llave de este tipo, ni mucho menos. Eso sí, existe el riesgo de un ataque de intermediario.
Ahora bien, aunque interceptaran la clave privada, que va a estar cifrada, sería muy improbable que pudieran descifrarla y llegar a atacar. Siempre va a ser mejor esta opción, aunque exista cierto riesgo, que utilizar únicamente una clave de acceso para proteger los dispositivos.
Aparato con NFC
También está la opción de usar llaves de seguridad con NFC. Podemos decir que es una opción intermedia entre USB y Bluetooth. ¿Por qué decimos esto? Si bien es una opción inalámbrica, requiere de estar mucho más cerca del dispositivo que el Bluetooth. Es igual que cuando haces un pago con tu teléfono o tarjeta, tienes que acercarlos al TPV.
Igualmente, las claves van a usar un cifrado muy robusto, por lo que es muy improbable que, aun robando la información, la puedan utilizar para entrar en tu cuenta sin tu permiso. El NFC siempre va a ser más seguro que el Bluetooth o Wi-Fi, cuando nos referimos a evitar accesos indeseados de forma remota. Al tener un menor alcance, el riesgo disminuye, como es lógico. Igualmente, siempre debes tomar precauciones y no perder la llave.
Las tarjetas bancarias utilizan esta tecnología y, de cara a evitar fraudes, existen carcasas que puedes colocar para bloquear la señal. Es una opción para evitar que puedan suplantar la identidad y llegar a robar dinero. En este caso, la barrera principal debe ser mantener a buen recaudo estos dispositivos. Asegúrate de no dejarlo olvidado en algún lugar y tenerlo siempre en espacios fiables.
Entonces, ¿cuál elegir? Realmente, cualquiera de ellas va a ser mejor que no utilizar una llave de este tipo como autenticación de dos factores. Pero si quieres la máxima seguridad, lo ideal es usar una llave que necesite acceso físico, es decir, que funcione por USB. Siempre debe de ir acompañado de usar contraseñas fuertes y complejas, que impidan que cualquiera pueda averiguarlas y poder entrar al segundo paso y verificar la cuenta. Utiliza claves robustas en cualquier registro en Internet.