Sí, lo has leído bien. Microsoft quiere que borres tu contraseña de una vez por todas. Y no es por capricho ni una moda pasajera: es una cuestión de seguridad real. En este post te explico por qué, qué es eso de las claves de acceso y cómo dar el paso sin miedo.
A día de hoy, seguimos confiando en contraseñas para casi todo. Pero seamos sinceros: las contraseñas ya no son seguras. Por muy complejas que las hagamos, siempre hay alguien (o algo) intentando descifrarlas. Microsoft lo tiene claro: el futuro está en eliminar las contraseñas y reemplazarlas por claves de acceso mucho más seguras y fáciles de usar.
¿Por qué Microsoft quiere que te olvides de tu contraseña?
Porque las contraseñas son la puerta trasera favorita de los ciberdelincuentes. Cada segundo, Microsoft bloquea unos 7.000 intentos de ataque relacionados con contraseñas. Y eso son solo los que consigue detectar. Muchos otros acaban en cuentas robadas, datos filtrados o accesos no autorizados. Pero la culpa no es solo de los ciberdelincuentes. También la tenemos los usuarios. Usamos contraseñas demasiado simples, las repetimos en varios sitios, o las apuntamos en lugares poco seguros. Y aunque el doble factor de autenticación ayuda, no es suficiente.
La solución que plantea Microsoft son las claves de acceso. ¿Qué son? En lugar de una contraseña que puedas escribir (y que alguien pueda adivinar), una clave de acceso está vinculada a tu dispositivo y se activa con algo que solo tú tienes: tu huella, tu cara o el PIN que usas para desbloquear el móvil o el ordenador. Y lo mejor de todo: no se puede interceptar ni copiar, porque nunca sale del dispositivo. Así de simple.
Ventajas de las claves de acceso y cómo empezar a usarlas
Las claves de acceso no solo son más seguras, también son más rápidas. Microsoft asegura que iniciar sesión con una clave de acceso es tres veces más rápido que escribir una contraseña. Además:
- No se pueden phishear: como no hay nada que escribir, no hay nada que robar.
- No se pueden adivinar: ni siquiera con IA o ataques de fuerza bruta.
- Son más cómodas: no tendrás que recordar combinaciones imposibles.
- Están integradas en tus dispositivos: ya puedes usarlas con Windows Hello, Touch ID, Face ID, etc.
Si ya tienes una cuenta de Microsoft, puedes activarlas entrando en la configuración de tu cuenta y eligiendo la opción “crear clave de acceso”. Si vas a crear una nueva, ni siquiera te pedirán una contraseña: solo configurarás directamente la clave.
Eso sí, hay un paso más que Microsoft recomienda encarecidamente: eliminar tu antigua contraseña. ¿Por qué? Porque mientras exista, sigue siendo un punto débil. Es como cerrar la puerta con llave, pero dejar una ventana abierta.
Como ves, Microsoft no está bromeando con esto. La empresa ha empezado una transición seria hacia un mundo sin contraseñas. Y lo está haciendo por una razón de peso: las contraseñas ya no sirven para protegernos. Si quieres estar un paso por delante de los ciberdelincuentes y hacer tu vida digital más segura y cómoda, lo mejor que puedes hacer ahora mismo es decirle adiós a tu contraseña y configurar una clave de acceso.
No te preocupes, el cambio es más fácil de lo que parece. Y créeme, dentro de poco te preguntarás cómo pudiste vivir tanto tiempo dependiendo de una contraseña.