La gran mayoría de dispositivos que conectamos a Internet lo hacemos por WiFi. Por ejemplo, los smartphones, las tablets, las cámaras IP domésticas y cualquier tipo de enchufe inteligente o dispositivo para domótica lo conectamos a la red local y a Internet a través de la conectividad WiFi. Aunque lo más habitual es conectarnos a la red WiFi poniendo la contraseña de acceso, existen otras formas para hacerlo. Hoy os vamos a explicar cuáles son todas las formas, y os indicaremos cuál es la más segura de todas.
Métodos de conexión a la red WiFi
Actualmente podemos conectarnos a una red WiFi en nuestro hogar de tres formas distintas, no obstante, una de ellas depende de qué tipo de cifrado tengamos en el router, porque no soporta el último cifrado WPA3-Personal. A continuación, tenéis todos los detalles.
Conexión mediante el WPS (Wi-Fi Protected Setup)
Todos los routers inalámbricos a partir del estándar Wi-Fi 4 disponen de un botón físico llamado WPS (Wi-Fi Protected Setup), este botón físico nos permitirá conectar dispositivos clientes que también soporten el WPS sin necesidad de introducir ninguna contraseña. Durante 60 segundos o 120 segundos cualquier dispositivo alrededor de nuestro router y que soporte WPS, va a poder conectarse a la red inalámbrica WiFi como si no tuviera ningún tipo de autenticación. Este método de conexión es un peligroso, porque durante ese tiempo cualquiera podría conectarse a nuestra red inalámbrica, y lo que es más grave, si un usuario avanzado está monitorizando tu red WiFi, podría conseguir tu clave WPA al ejecutar el proceso de WPS, por tanto, nuestra recomendación es que no uses este método de conexión.
El protocolo WPS también dispone de otro método de conexión que es introducir un PIN de 8 dígitos como mínimo y máximo, este método actualmente muchos routers lo han retirado debido a que tiene graves problemas de seguridad, sobre todo si no limitan el número de intentos fallidos del PIN, como sucedía hace pocos años en muchos routers de operadores. Finalmente, otra forma de conectarse es introducir un código PIN en el router que coincida con el del cliente, aunque es más extraño ver esta forma de conexión inalámbrica.
Uso de códigos QR
Un método de conexión que se ha popularizado en los últimos años debido a los smartphones y tablets, es la posibilidad de conectarnos a la red inalámbrica WiFi a través de un código QR que tenemos en el router. Hay routers que permiten crear un código QR en cuanto configuramos la red inalámbrica, y se modifica en el firmware en tiempo real, para poder escanearlo con nuestro dispositivo y proceder con la conexión inalámbrica. Pero no todos los firmwares de routers incorporan esta característica, pero no tienes por qué preocuparte porque también podrías generar códigos QR con las siguientes herramientas gratuitas:
Gracias a todas estas herramientas gratuitas, podemos crear un código QR personalizado en función del SSID o nombre de red WiFi y también de la contraseña que tengamos configurada en nuestro router.
Introducir la contraseña WPA2 o WPA3
Desde hace varios años el protocolo WPA se considera inseguro, y todos los routers actuales utilizan el protocolo WPA2 o bien WPA3. Por norma general, todos los routers inalámbricos incorporan el protocolo WPA2 de manera predeterminada, para que los clientes inalámbricos no tengan problemas de conexión WiFi. En este caso, debemos introducir la contraseña WPA2 entera cuando nos pida la autenticación, es muy recomendable que la clave del WiFI tenga 15 caracteres o más, con el límite de hasta 63 caracteres permitidos.
Solamente deberías valorar la posibilidad de configurar WPA3 si:
- Todos tus clientes WiFi que tienes en casa soportan este protocolo, de lo contrario, no podrás conectarte y la conexión te dará error.
- Los clientes que vayas a conectar próximamente, como los de invitados, también soporten WPA3, de lo contrario no se conectarán.
Ahora mismo WPA3 se está empezando a desplegar a gran escala, pero hasta que no haya una compatibilidad mayor, no podremos usarlo en nuestro router aunque sí lo soporte, porque hará que los clientes no puedan conectarse.