Para mejorar la conexión de Internet en casa, una opción bastante habitual es la de utilizar un repetidor Wi-Fi. Es un dispositivo económico, fácil de configurar y que puede ayudarte a potenciar la cobertura en un lugar determinado. Sin embargo, a veces esto no es suficiente. Podrías necesitar de algo más. Vamos a explicarte cuáles son los motivos para cambiar ese repetidor por un sistema Mesh.
Un sistema Mesh está compuesto por varios satélites. Hay diferencias respecto a un repetidor, ya que se conectan entre sí y no directamente al router. De esta forma, puedes llevar la conexión a diferentes lugares, y también más lejos, sin los problemas que sí tendrías a la hora de utilizar un repetidor. En los sistemas WiFi Mesh tenemos dos tipos de arquitecturas diferentes, lo normal es que usen una arquitectura en estrella, donde los nodos Mesh se conectarán directamente al router Mesh principal. La segunda arquitectura es en malla, donde tenemos conexiones entre sí, pero este tipo de arquitectura es menos usada, ya que requiere recursos adicionales y habría demasiado tráfico.
Motivos para cambiar a un sistema Mesh
Podemos decir que un sistema Wi-Fi Mesh es una opción más completa. Es algo que deberías tener en cuenta si quieres potenciar la conexión al máximo. Especialmente, hay algunos motivos claros que deberías tener en cuenta, como los que vamos a mostrarte a continuación.
Necesitas cobertura en varias zonas
El primer motivo, es si necesitas tener cobertura en diferentes zonas. Un repetidor puede ayudarte a potenciar la señal en una zona concreta, como puede ser una habitación. Sin embargo, el resto de la vivienda podría quedar con los mismos problemas de cobertura que si no tuvieras ese repetidor. Un sistema Mesh, en cambio, permite aumentar la cobertura en todo el hogar. Incluso es útil para una vivienda de varias plantas. Al ser varios satélites, los puedes repartir por diferentes lugares y así mejorar la señal inalámbrica.
Ten en cuenta que un simple satélite puede llegar a cubrir 100 metros cuadrados o más. Si tienes dos, tres o incluso más, esa superficie se amplía considerablemente. En cambio, tener solo un repetidor inalámbrico, va a limitar la cobertura a un área y no a toda la vivienda o varias habitaciones. Este tipo de «repetidores» inteligentes nos proporcionarán una mayor experiencia de usuario, porque el paso de un nodo a otro es totalmente transparente de cara a los clientes.
Es especialmente útil también para un garaje o una zona concreta que está muy alejada del resto. Un repetidor Wi-Fi podría no ser suficiente y tendrías limitaciones. En cambio, un sistema Mesh sí podría ampliar la cobertura y llegar a esos lugares donde demandas una conexión estable y veloz.
La estabilidad no es buena
Otro motivo para optar por un sistema Mesh, en vez de seguir con un repetidor, es si notas que la estabilidad de la red no es buena. Generalmente, al conectar los equipos a un sistema Mesh, vas a lograr una mayor estabilidad que si te conectas a un repetidor, que suelen ser dispositivos con una conexión más inestable. Esto ocurre, entre otras cosas, ya que el repetidor podría recibir una señal ya debilitada. Un sistema Mesh, al conectarse los diferentes nodos entre sí, permite que la señal llegue más estable a las zonas donde realmente necesitas conectarte.
De todas formas, lo más normal será colocar los nodos Mesh en zonas donde sí consigan buena cobertura del router principal, de lo contrario, estaremos «repitiendo» una señal ya muy debilitada, lo que se traduce en menos velocidad real de cara a los clientes. Es fundamental instalar los nodos a medio camino entre el router y allí donde queramos conseguir cobertura.
Antes de elegir dónde ubicar cada nodo, te recomendamos crear un mapa de calor. De esta forma, sabrás exactamente dónde tienes más cobertura o en qué zonas la señal llega más debilitada. Así podrás colocar los aparatos en el lugar adecuado y no tener problemas para navegar por Internet, jugar online o ver contenido en streaming.
Tienes que moverte de un lugar a otro
También debes tener en cuenta si vas a moverte por diferentes lugares de tu casa o no. Si únicamente tienes un repetidor, vas a estar más limitado. En cuanto te alejes de la zona donde lo tengas ubicado, podrías tener problemas para lograr una conexión óptima y tendrías cortes y fallos.
Al utilizar un sistema Mesh, podrías moverte por diferentes lugares de tu casa con mayor facilidad, sin que la conexión se vaya. Por ejemplo, es muy útil para utilizar el móvil y estar en diferentes zonas de tu casa, sin perder conexión en ningún momento. Al tener roaming Wi-Fi con los estándares 802.11k/v, tenemos la posibilidad de pasar de un nodo a otro sin corte en la conexión inalámbrica, algo fundamental para poder seguir con la videollamada, la llamada por VoIP o ver vídeos por streaming sin cortes.
Conectas demasiados dispositivos
Una causa más por la que puede ser útil utilizar un sistema Mesh, es para poder conectar muchos dispositivos al mismo tiempo. Lo normal es que los repetidores sean más limitados. Podrías tener problemas en caso de que vayas a conectar múltiples equipos a la vez. Al usar un sistema Mesh, la capacidad aumenta. Si utilizas una opción de calidad, podrías conectar decenas de dispositivos y no preocuparte por los cortes que pueda haber.
Esto es especialmente interesante si tienes una vivienda domotizada. En caso de que tengas conectados siempre muchos aparatos, como bombillas, enchufes o sensores, esto puede provocar que la red se sature. Si tienes un buen sistema Mesh, es menos probable que ocurra que si conectas todos al mismo repetidor Wi-Fi.
En definitiva, estos son algunos motivos por los que puede ser interesante cambiar tu repetidor por un sistema Mesh, con el objetivo de mejorar la señal inalámbrica. Es importante siempre elegir productos que sean de calidad.
