Lo normal es tener el Wi-Fi de casa siempre encendido, salvo en determinadas excepciones que puede ser interesante apagarlo o incluso limitarlo. De ello vamos a hablar en este artículo. Vamos a explicarte cuándo puede ser útil que lo apagues, ya sea para tener mejor conexión, por seguridad o incluso para ahorrar energía. Es algo que vas a poder hacer sin importar qué router utilizas en tu día a día.
Lo más radical sería desconectar por completo el Wi-Fi. Básicamente, lo apagas y ningún dispositivo se podría conectar a la red inalámbrica. Pero también podrías limitar la potencia del mismo, lo cual significa que va a llegar a menor distancia. Esto último, aunque pueda no tener sentido de primeras, sí que puede ser interesante en algunos casos.
Cuándo apagar el Wi-Fi
Ten en cuenta que puedes conectar tus aparatos a Internet tanto por Wi-Fi como por cable. Sin embargo, es más habitual hoy en día hacerlo de forma inalámbrica. Esto nos obliga a tener ciertas precauciones a veces, para lograr un funcionamiento óptimo y reducir el riesgo de problemas.
Te vas de vacaciones
Un ejemplo claro de cuándo desconectar la red Wi-Fi, es al irte de vacaciones. Vas a pasar varias semanas fuera y, tal vez, no necesites que la red esté conectada. Esto puede ser útil para mejorar la seguridad. En caso de que algún intruso intentara acceder a tu red, no te darías cuenta al estar fuera de casa y eso daría facilidades.
Eso sí, no lo hagas si vas a tener algún sistema de vigilancia o dispositivos de domótica que requieran conexión. En ese caso, en vez de apagarlo por completo lo que sí puedes hacer es limitar la potencia y que no llegue demasiado lejos.
Quieres evitar interferencias
También puede ocurrir que haya interferencias en los dispositivos que conectes a tu red. Puede pasar al tener varios equipos conectados en un mismo lugar. Incluso puede que haya interferencias con los dispositivos de tus vecinos. Si esto ocurre, es posible que te interese reducir la potencia del Wi-Fi y así limitar la zona donde va a funcionar.
Como opción más radical, podrías optar por apagar el Wi-Fi directamente. Esto puede pasar si vas a utilizar dispositivo por Bluetooth, no te interesa tener conexión a Internet en ese momento, y quieres reducir problemas todo lo posible.
Concentrar la conexión por cable
Otro motivo para desconectar el Wi-Fi, es para poder concentrar la conexión de Internet por cable. Por ejemplo, puede que quieras ver alguna serie o película por Streaming en tu televisión y la tienes conectada por Ethernet. No quieres que haya otros dispositivos conectados y consumiendo ancho de banda, por lo que decides apagarlo por completo.
Esto es especialmente útil si tienes una conexión limitada, sin mucho ancho de banda disponible. Puedes concentrar la conexión en un aparato en concreto y no tener problemas al tener muchos al mismo tiempo.
Ahorrar energía por la noche
Hemos hablado alguna vez el consumo del router encendido no supone mucho. No obstante, como cualquier otro aparato, el hecho de tenerlo encendido todos los días, todas las horas, sí que puede suponer una cifra interesante durante todo el año.
Para reducir ese consumo, además de alargar la vida útil del aparato, puede ser útil apagar el Wi-Fi por las noches. Incluso podrías programarlo para que se apague a cierta hora y vuelva a encenderse solo. Por ejemplo, podrías configurarlo para que se apague cada día a las 12 de la noche y se encienda a las 7 de la mañana que, más o menos, es cuando estarás durmiendo.
En definitiva, estos son algunos casos en los que conviene apagar el Wi-Fi en casa o incluso limitarlo. Tenlo en cuenta si necesitas aumentarla seguridad, así como evitar interferencias o problemas que pueda haber con la red.