Estas son las diferencias entre un buen repetidor Wi-Fi y uno limitado: no malgastes tu dinero

Tener un repetidor Wi-Fi en casa, es una opción interesante para lograr una mejor conexión en determinadas zonas donde pueda haber problemas. Tal vez estés muy lejos del router, haya interferencias o tengas demasiadas cosas conectadas. Pero, ¿qué diferencia hay entre un buen repetidor y otro de mala calidad? En este artículo, vamos a hablarte de las limitaciones que podrías tener al usar un aparato de este tipo.
El objetivo es poder lograr una conexión más estable, veloz y no tener problemas de ningún tipo al conectar aparatos. Pero claro, esto no siempre va a ser posible. Entran en juego diferentes factores y uno de ellos, algo fundamental, es la calidad de ese repetidor Wi-Fi que vas a utilizar. Si te confundes al elegir el aparato, podrías tener problemas para conectar tus equipos.
Diferencias según la calidad del repetidor
La primera diferencia va a ser la velocidad máxima que permite alcanzar. Ojo, no significa que esa velocidad sea la que vayas a tener, ya que hablamos de velocidad teórica. Por ejemplo, si compras un dispositivo con velocidad de hasta 1200 Mbps, eso es teórico, en condiciones óptimas. Por tanto, si tienes un aparato de peor calidad, esa velocidad va a ser muy limitada.
También va a haber diferencia en cuanto a protocolos que admite. Podemos mencionar el Wi-Fi 6 o Wi-Fi 7, que son los más actuales, pero también otros como el cifrado WPA3. Si tienes un repetidor de mala calidad, vas a tener problemas de compatibilidad si quieres aprovechar los protocolos más actuales que puedas tener en tu router y dispositivos.
Además, la distancia que cubre el repetidor es otro elemento a destacar. Un dispositivo de calidad, podría cubrir una superficie mayor, por lo que podrías tener conexión en muchas zonas de la vivienda. En cambio, un aparato de peor calidad, podría tener problemas para que la señal llegue bien y habría limitaciones.
Limitaciones que puedes tener
Pero, ¿en qué se traduce esto? ¿Qué limitaciones puedes tener? Por ejemplo, podrías tener problemas para ver contenido en Streaming en buena calidad, jugar por Internet o usar la nube. Si la velocidad no es buena, eso va a afectar negativamente a muchas tareas cotidianas de tu día a día. Si simplemente quieres visitar una web o usar el correo, seguramente no te afecte o no sea algo tan visible. En cambio, para tareas que sí requieran de una buena velocidad, sí que podrías tener dificultades.
También lo vas a notar en la estabilidad de la red. Puedes tener cortes continuos o más frecuentes. Ese repetidor de peor calidad, va a ser más sensible a posibles interferencias y a obstáculos que pueda haber. Si necesitas una conexión estable, es importante que tengas un repetidor que sea de calidad y reducir así los problemas.
Por otra parte, podrías tener problemas de seguridad. Si usas un repetidor que tenga un cifrado Wi-Fi antiguo, eso puede suponer que un atacante llegue a entrar en la red o provoque problemas en los dispositivos que conectes. Es lo que ocurre con los cifrados WPA y WEP, que son obsoletos. Lo ideal actualmente es utilizar el cifrado WPA-3, que es el más actual. No obstante, también podría ser seguro el cifrado WPA-2, siempre y cuando tengas bien actualizados los dispositivos y uses una buena clave.
En definitiva, utilizar un repetidor Wi-Fi puede ser muy útil para mejorar la señal inalámbrica, pero es importante que sea de calidad. Si usas uno que no sea fiable, puede dar lugar a problemas que afecten a la conexión y a tus dispositivo. Ten en cuenta dónde colocar el repetidor Wi-Fi, ya que eso será clave. Usarlo correctamente, te ayudará a tener una buena velocidad y estabilidad, evitando así problemas que afecten a tu día a día.