Utilizar un repetidor Wi-Fi es una buena solución para mejorar la conexión en casa. Si tienes problemas con la cobertura y no puedes conectar algún dispositivo, es un aparato que permite ampliar la señal. Ahora bien, algo que debes saber es que no todos los modelos son iguales. De hecho, hay un punto muy a tener en cuenta: si el repetidor inalámbrico tiene o no puerto Ethernet. En este artículo te vamos a contar por qué es un factor importante y vas a querer que sí tenga.
El objetivo de utilizar un repetidor Wi-Fi es poder llevar la conexión de un lugar a otro. Son ideales para zonas de la vivienda donde la cobertura inalámbrica no llega bien. Pero no siempre vamos a conectar los aparatos de forma inalámbrica, ya que en ocasiones puede ser interesante hacerlo por cable.
Repetidor Wi-Fi con puerto Ethernet, buena idea
Debes tener en cuenta que, más allá de tener puerto Ethernet o no, lo interesante es que sea Gigabit. De esta forma, podrás aprovechar la tecnología al máximo para tener una buena velocidad. Si no es Gigabit, significa que el cable va a estar limitado a un máximo de 100 Mbps, por lo que no podrías tener más.
Estabilidad
El primer motivo es por estabilidad. Aunque es cierto que las redes Wi-Fi hoy en día son cada vez más estables y hay menos cortes, el cable sigue siendo líder. Vas a tener menos problemas, salvo que haya algún error con el cable por el cual no funcione correctamente. Pero, en líneas generales, tendrás mayor estabilidad y calidad de la señal.
Un ejemplo claro es para conectar una televisión. Este tipo de aparatos suele tener puerto Ethernet, por lo que vas a poder conectarlo sin problemas a un repetidor que tenga esta opción. Con esto, podrás tener una conexión más estable, para poder ver vídeos en Streaming sin que aparezcan los molestos cortes continuos. Aunque el Wi-Fi tenga también buena velocidad, si tienes cerca dispositivos que generen interferencias, como pueden ser simplemente altavoces Bluetooth, tendrás problemas.
Por tanto, si buscas estabilidad y no tener los molestos fallos continuos, es mejor comprar un repetidor que tenga puerto Ethernet. Podrás conectar tus dispositivos por cable y tener así menos problemas.
Velocidad
Por supuesto, la velocidad puede ser otro factor determinante. Las conexiones Wi-Fi pueden tener más problemas en este sentido, especialmente cuando nos alejamos bastante del punto de acceso. En cambio, el cable va a permitir que la velocidad se mantenga incluso si nos alejamos varios metros. Tener un repetidor que admita cable Ethernet puede ayudar a mantener esa velocidad. Podrás conectar tu ordenador o televisión por cable, incluso si está en otra habitación, y reducir así el riesgo de que la velocidad disminuya. Eso sí, es importante que sea compatible con Gigabit Ethernet, ya que de lo contrario estaría limitado a 100 Mbps como máximo.
En todas las nuevas viviendas en España a partir del año 2013, tenemos las diferentes estancias de la casa con cable de red Ethernet Cat 6, de esta forma, poniendo un switch de varios puertos Gigabit en el PAU (Punto de Acceso al Usuario), tendremos la posibilidad de dotar de conectividad cableada a las diferentes habitaciones de la casa, con el objetivo de reducir el número de dispositivos inalámbricos conectados al router o repetidor.
En estos casos, contar con un repetidor WiFi que tenga un puerto de red Ethernet es fundamental, porque podremos conectar este repetidor por cable a la red, y configurar el repetidor en modo AP para que nos proporcione el mejor rendimiento posible. No es lo mismo la velocidad que podemos conseguir por WiFi si el repetidor está conectado por WiFi, que el mismo equipo conectado a la red local por cable. En este último caso no perderemos nada de ancho de banda, por lo que es perfecto para conseguir las tasas de transferencia más elevadas.
Evitar interferencias
Las redes Wi-Fi pueden sufrir interferencias y eso va a afectar negativamente a la conexión. Puede haber saturación de red, algún dispositivo que afecte a la señal o una mala configuración que no permita que funcione correctamente. Por ejemplo, podrías tener el repetidor inalámbrico cerca de dispositivos que funcionen por Bluetooth. Al funcionar a través de la frecuencia de los 2,4 GHz, puede generar problemas.
Estas complicaciones no las vas a tener si te conectas por cable. No van a afectar otros aparatos que pueda haber cerca y que generen problemas. Tendrás mayor estabilidad y eso significa también evitar las interferencias.
Usar aparatos más antiguos
Actualmente, la mayoría de dispositivos tienen red Wi-Fi disponible. Sin embargo, eso no ocurre con aparatos más antiguos. Incluso algunos modernos también podrían contar únicamente con puerto Ethernet de serie y habría que añadir un adaptador para conectarlo sin cables a Internet. Por tanto, en estos casos también es interesante tener un repetidor que cuente con puerto Ethernet disponible. Vas a poder conectar estos dispositivos más antiguos y evitar así posibles incompatibilidades que pudiera haber. No todos tienen conexión Wi-Fi o no son compatibles con los protocolos más actuales.
Hay modelos de repetidores WiFi que tienen solamente un puerto Ethernet, sin embargo, hay modelos que tienen dos e incluso más puertos Ethernet, perfecto para conectar múltiples dispositivos cableados sin necesidad de que tengas que comprar un switch Ethernet. De esta forma, podremos ahorrarnos comprar un dispositivo más y tenerlo permanentemente encendido.
En definitiva, como ves vas a poder comprar repetidores Wi-Fi que cuenten también con puerto Ethernet. Esto permite conectar aparatos por cable y tener ciertas ventajas o mejoras. Usar uno de garantías es esencial, pero también debes mirar siempre las características con las que cuenta.