Siempre que navegas por Internet, abres una página o usas cualquier servicio online, vas a dejar un rastro. Tu dirección IP pública va a ser visible por parte de una web o cualquier plataforma a la que entras. Puede ser fija o dinámica y según el caso puede interesar más una u otra opción. A veces puede interesar que la IP cambie. Por ello en este artículo vamos a explicar cada cuánto tiempo cambia la IP pública y de qué manera podríamos forzar ese cambio para que sea antes.
Todo usuario que navega por Internet tiene una dirección IP pública, básicamente es como el identificador de cada usuario. Y el simple hecho de que se pueda conocer por otras personas muchas veces hace que los usuarios pretendan cambiarla por otra y así conseguir navegar de una forma más anónima. Pero, ¿en qué se diferencia de una IP privada?, ¿siempre se puede cambiar?, ¿qué hay que hacer para tener una dirección IP pública nueva?
Qué es la IP pública y la privada
Lo primero que debes saber es que no todas las direcciones IP son iguales. Una IP es un identificador lógico y único para cada uno de los dispositivos que tengas conectados a la red. Por ejemplo, un ordenador, móvil, la televisión… Pero vas a tener tanto IP privada como pública en tu red.
Cuando hablamos de dirección IP privada es aquella que identifica cada dispositivo que tienes conectado a tu red local. Esa dirección la va a asignar el router. Va a asignar una diferente a cada ordenador, tablet, móvil y cualquier otro aparato que haya conectado y de esta forma evitar que haya conflicto.
En cambio, la IP pública es aquella que asigna el proveedor de Internet. Es la IP con la que vamos a salir cuando nos conectemos a la red, cuando entremos a cualquier página o usemos algún servicio online. Además, hay dos tipos:
- IP pública estática: en este caso no va a cambiar nunca. Siempre va a ser la misma y es muy útil para, por ejemplo, acceder a un servidor FTP.
- IP pública dinámica: esta dirección sí va a cambiar. El proveedor de Internet puede establecer cuándo va a cambiar por otra distinta.
Listas negras de IP
Hay muchos motivos por los cuales alguien quiere cambiar de dirección IP. Y uno de los más sonados son las listas negras. Estan actúan a modo de mecanismo de control, el cual no permite acceder a las IPs que están en ese listado. Por lo cual, se puede decir que son direcciones con muchos accesos denegados. Lo cual puede afectar a muchas cosas como páginas web, envió y recepción de correo electrónico, hashes activos, entre otros. Su principal función es mantener la seguridad y la integridad de todos los sistemas. Si nuestra dirección IP ha caído en alguna de estas listas, vamos a tener problemas en nuestra conexión a internet. Esto solo ocurre cuando algo malo ocurre con la dirección en cuestión.
Si nos vemos en la situación, es muy probable que sacar la dirección IP de esa lista sea un proceso muy tedioso y largo. Siendo caso imposible en algunos casos, lo cual no nos queda otra que cambiar la dirección de alguna forma efectiva. En todo caso, algunos consejos para que nuestra IP no caiga en estas listas son:
- No utilizar muchos enlaces acortados.
- No realizar envíos de spam.
- Limitar el envío de correos, evitando enviarlos de forma masiva.
- Depurar listas de correo.
- Mantener todos los equipos y dispositivos totalmente actualizados.
- Administrar cancelaciones para realizar depuraciones de listas de correo.
Si queremos saber si nuestra dirección IP está en alguna lista negra, podemos utilizar algún servicio online. Como es el caso de blacklistalert.org o MX TOOLBOX. Estos nos darán toda la información, con la que podemos empezar a trabajar sobre la solicitud para que deje de estar incluida. Ambas son aplicaciones muy sencillas de utilizar, resultando intuitivas y a la vez efectivas. Esto es recomendable, porque las implicaciones que puedes tener uno de estos bloqueos pueden ser graves, sobre todo si se trata de una empresa.
Cómo saber si la IP pública es estática o dinámica
Puede que te preguntes si tu dirección IP pública es estática o dinámica. Esto te permitirá saber si cambia o permanece siempre la misma. Vas a necesitar saberlo si quieres crear un servidor FTP, por ejemplo. Esto lo vas a poder averiguar de una manera sencilla y podrás hacerlo desde Windows, Linux o cualquier sistema operativo para móviles. Simplemente tienes que usar algún servicio para ver la IP.
Como ves en la imagen de arriba, allí encontrarás información sobre esa dirección IP. Podrás ver cuál es la dirección, el proveedor el país o incluso si navegas o no a través de un proxy. Pero lo que nos interesa en este caso es lo de “Static IP”. Significa que la dirección IP pública es estática. Eso sí, esta información no siempre es exacta y podrías no tener una dirección fija.
En este segundo ejemplo verás que no aparece lo de “Static IP”. Significa que esa dirección pública va a cambiar. Lo normal es que te encuentres en este segundo caso, ya que hoy en día la mayoría de usuarios en Internet tienen una IP pública dinámica. En caso de que quieras una fija normalmente tiene un coste adicional.
Pasos para cambiar la IP pública
¿Puedo cambiar la IP pública? Puede que te hagas esa pregunta y la respuesta es que sí que puedes cambiarla si es dinámica, aunque en determinadas ocasiones podría no ser algo tan rápido de hacer. No obstante, vamos a explicar qué pasos tienes que seguir para que cambie y utilizar otra.
- Lo primero es apagar el router. En caso de que te conectes por fibra óptica y tengas una ONT independiente, tendrías que apagar solamente la ONT.
- Debes esperar al menos medio minuto una vez has apagado el router y posteriormente lo enciendes.
- Posteriormente vuelves a encender el router o la ONT, según proceda.
Es importante que no apagues y enciendas el router de inmediato. Si haces esto la dirección IP pública va a seguir siendo la misma. Es esencial que se apague por completo y esperar al menos ese tiempo. No obstante, incluso esperando ese tiempo puede que se te vuelva a reasignar la misma dirección. No es algo que podamos controlar, ya que depende de la operadora y de si en ese periodo de tiempo ha asignado o no esa IP a otro usuario.
Aunque lo normal es que simplemente con hacer esto ya te cambie la IP pública, en caso de que sigas teniendo la misma lo mejor es que aguantes con el router apagado unos minutos. Después de 5-7 minutos vuelves a encenderlo y así compruebas si ha reasignado otra IP. Casi con total seguridad será así.
Como puedes ver en nuestro ejemplo de arriba, la dirección IP pública ha cambiado una vez reiniciamos el router. Es un proceso que podríamos hacer siempre que queramos y ver si el cambio se realiza correctamente.
Pero hay un caso en el que esto no sería así. Esto afecta a los usuarios cuyo proveedor utilice CG-NAT. En este caso no podrás cambiar la IP tan fácilmente, sino que tendrás que esperar a que pase un tiempo hasta que el proveedor decida cambiarlo. Incluso puede que tuvieras que mantener el router y la ONT apagados durante algunas horas, según la operadora.
Si tienes una conexión del Grupo MásMóvil, una forma muy efectiva para cambiar la IP es utilizar un router neutro y cambiar su dirección MAC de la WAN. De esta forma, el proveedor creerá que es otro cliente diferente y nos cambiará la dirección IP pública.
Cuándo cambia según el operador
La dirección IP puede cambiar o no fácilmente según el operador. Hemos explicado de qué manera podemos cambiarla de forma manual. Ahora bien, ¿va a ser siempre así? Los operadores que utilizan DHCP la dirección IP puede cambiar una vez al mes. No obstante, en estos casos cada 14 días se produce una renovación de la concesión DHCP. Básicamente la operadora comprueba si la conexión sigue siendo válida y, de ser así, no realiza ningún cambio. Esto puede hacer que tengamos la misma IP incluso durante meses.
Por otro lado, las operadoras que utilizan PPPoE, como es el caso de Movistar, van a cambiar la dirección IP siempre que reiniciemos el router de la forma en la que lo hemos explicado. Es, por tanto, más sencillo tener una nueva dirección siempre que queramos y tan solo hay que seguir esos pasos.
Por qué cambiar la IP pública
Cambiar la IP pública de nuestro router, es algo que nos puede traer diferentes beneficios. Los cuales afectan directamente a nuestra seguridad y privacidad en el día a día, al utilizar los dispositivos que se encuentran conectados a la misma.
- Seguridad: Al cambiar la IP pública periódicamente, se reduce el riesgo de ser víctima de ataques dirigidos. Los hackers suelen buscar direcciones IP específicas para realizar ataques o intentar ingresar a sistemas y redes. Al cambiar regularmente la IP pública, se dificulta que los atacantes sigan su rastro y comprometan la seguridad de la red.
- Privacidad: Al igual que con la seguridad, cambiar la IP pública puede ayudar a preservar la privacidad en línea. Al tener una dirección IP diferente, se reduce la capacidad de rastreo y seguimiento de las actividades en línea. Esto puede ser especialmente importante para aquellos que desean mantener un perfil bajo y proteger su identidad en línea.
- Evitar bloqueos: En algunos casos, una dirección IP puede ser bloqueada por servicios en línea o sitios web debido a actividades sospechosas o violaciones de los términos de servicio. Si se encuentra en una situación en la que su IP actual está bloqueada, cambiarla puede permitirle acceder nuevamente a esos servicios o sitios web sin problemas.
- Superar restricciones geográficas: En ciertos casos, los servicios en línea pueden restringir el acceso según la ubicación geográfica de la dirección IP. Cambiar la IP pública puede permitir eludir estas restricciones y acceder a contenido o servicios que de otra manera estarían limitados a ciertas regiones.
- Optimización del rendimiento: En algunas circunstancias, una dirección IP puede estar asociada con problemas de rendimiento en la red. Esto puede deberse a congestiones, bloqueos o problemas de enrutamiento. Al cambiar la IP pública, se tiene la oportunidad de obtener una dirección IP que no esté afectada por estos problemas, lo que puede mejorar la velocidad y la calidad de la conexión.
Los problemas de las IP públicas
Son muchos los motivos los que te pueden motivar a cambiar la dirección IP pública que tienes en casa al conectarte a Internet. Ahora bien, hay una serie de riesgos de que puedan conocerla. Por ejemplo, por más que sea una ventaja conocerla para conectarte desde cualquier dispositivo a Internet, detrás de esto podría estar un ciberdelincuente. Por otra parte, estos piratas informáticos podrían llegar a cambiar la configuración de acceso a la red, incluso, a obligar al router a alimentar otras páginas web phishing en las que se llevarían tus datos de acceso.
Ya no solo hay riesgos a nivel doméstico, también dentro del ámbito empresarial. El simple hecho de usar una IP pública puede llegar a provocar una pérdida de confianza en el cliente que puede estar motivada en una brecha de seguridad o por una ataque que se haya sufrido al usar este tipo de dirección. Y, sobre todo, porque la exposición a amenzadas de seguridfad es mayor, dado que esta dirección se puede encontrar fácilmente y puede ser explotada por los ciberdelincuentes de diferentes manweras.
Por esto mismo siempre hay que optar por usar diferentes herramientas de seguridad con las que evitar estos problemas. Como es el caso de usar una IP privada en empresas o también configurar VPN. De esta manera se pueden mitigar los riesgos que hay detrás de las direcciones IP públicas.
Cómo navegar con otra IP
¿Tenemos anonimato por cambiar la IP pública? La respuesta es no. Aunque cambiemos la dirección IP dinámica, el proveedor va a saber que somos nosotros. Va a guardar un registro con todas las direcciones que ha ido asignando a un determinado cliente. Esto lo hacen para prevenir delitos informáticos, por ejemplo. Por tanto, no vas a navegar de forma anónima por Internet.
Si quieres navegar de forma anónima y aparecer con otra dirección distinta, vas a tener que utilizar otros métodos. Uno de ellos es utilizar una VPN. Es sin duda lo más habitual y funciona bastante bien. Este tipo de programas lo que hace es derivar tu conexión a través de un servidor y accedes a la red con otra IP distinta.
En un entorno de red actual, utilizar una VPN es algo imprescindible. Su función es cifrar los datos transmitidos entre tu dispositivo e Internet, proporcionando una capa más de privacidad y seguridad mientras navegas. Cuando te conectas a un servidor VPN, tu tráfico de Internet entra en un túnel de cifrado, ocultando tu dirección IP y protegiendo tus datos ante posibles amenazas.
El funcionamiento de un servidor VPN pasa por el uso de cifrados avanzados como el SSL/TLS. El uso de estos cifrados asegura la protección de los datos que transmites y te protege en entornos más peligrosos como pueden ser las redes públicas en aeropuertos o cafeterías, por ejemplo.
Además, también ofrece la posibilidad de tener acceso a webs y sitios que están restringidos en nuestra zona o nuestro país. Al conectarte a un servidor en otro país, tienes acceso a cierto tipo de contenido que en tu región puede que tenga el acceso bloqueado. Esta característica de las VPN es muy interesante para disfrutar de servicios, webs o aplicaciones que estar limitadas en tu país.
Sabiendo esto, queda claro que un servidor VPN nos ofrece una mayor versatilidad y seguridad a la hora de navegar por Internet. Una herramienta esencial en el día a día para aquellos usuarios que utilizan Internet a todas horas y necesitan una protección adicional.
Hay aplicaciones VPN tanto gratuitas como de pago. Sin embargo, si quieres que funcione correctamente y además de forma segura, lo ideal es que cuentes con una de pago. Por ejemplo ExpressVPN o NordVPN son dos opciones muy populares y que funcionan bastante bien. Por lo que primero puedes probar una gratuita, si nunca lo has hecho, sin embargo, acabarás bastante desesperado, y al experiencia no es nada similar a una de pago, por lo que no te quedes con esa impresión, las hay muy económicas, y notarás la diferencia.
También puedes utilizar un proxy. La conexión va a pasar también por un intermediario y así ocultar tu dirección IP real. Incluso puedes usar servidores de otros países o cambiar cada vez que quieras y tendrías una dirección diferente. También encontrarás opciones gratuitas y de pago.
Una tercera opción muy sencilla y gratuita para navegar con otra dirección IP es utilizar el navegador Tor. Lo puedes descargar para sistemas operativos como Windows, Linux o Android. En este caso tus datos van a viajar a través de múltiples nodos hasta acceder al servidor.
En definitiva, como has podido ver existen diferentes tipos de direcciones IP públicas. Es posible que la puedas cambiar en determinados casos y el proceso es muy sencillo. No obstante, siempre puedes navegar ocultando esa información si utilizas una VPN, proxy o el navegador Tor.
Diferencia entre IP y MAC
La mayoría de usuarios que buscan cambiar su IP es porque han sido baneados de algún juego, página web, etc, o simplemente han sobrepasado el límite de uso de algún servicio, intentando volver a acceder a ellos aparentando ser otro usuario.
Esto, en la mayor parte de lugares, puede funcionar, incluso entrando en navegador privado, al borrar las cookies, también puede servir, sin embargo, no debemos confundir la IP, que sería nuestra identidad de red en un lugar, al MAC, que sería la identidad de nuestro dispositivo.
La diferencia es muy simple, mientras que la IP irá variando a lo largo del tiempo, la MAC no, y, por tanto, si en algún lugar registran este dato, sabrán que somos nosotros, cambiemos o no la IP, o incluso nos conectemos con otra red WiFi o datos.
Existen formas de cambiar la identidad MAC, sin embargo, es más complicado y no tan rápido como la IP, por tanto, si al cambiar de IP sigue sin solucionarse tu problema, ya sabes el motivo.
Una manera de comprobar esto, es a través de la app de FING, esta aplicación para dispositivos móviles (iPhone y Android) nos dará información de todos los dispositivos conectados a nuestra red, algo muy similar a los que verán las webs y servidores cuando lo hagamos nosotros a ellas, y una forma muy sencilla, también, de ver si la IP o el MAC del equipo ha cambiado, ya que muchas veces hacemos tutoriales para ello, pero no estamos seguros de si realmente está bien hecho.