A la hora de conectarnos a la red hay que tener en cuenta que tenemos diferentes herramientas, dispositivos y tecnologías. Es importante identificar los diferentes términos que nos podemos encontrar. Hoy vamos a hablar de algunos de ellos que en ocasiones son confundidos. Vamos a explicar cuáles son las diferencias entre ancho de banda, velocidad de Internet y ping. Cada uno de estos términos hace referencia a algo diferente, con sus peculiaridades propias.
Diferencias entre ancho de banda, velocidad y ping
Principalmente si hablamos de ancho de banda y velocidad de Internet en muchas ocasiones se confunden. Muchos usuarios no saben realmente qué significa cada término y en qué van a notar realmente la capacidad que tengan. Por otra parte, el ping o latencia es algo diferente, ya que mide un valor que es independiente de la velocidad contratada.
Hay que tener en cuenta que los tres términos son muy importantes. Especialmente a la latencia no siempre le damos el valor que realmente tiene. Es indispensable para llevar a cabo algunas tareas, como por ejemplo realizar videollamadas o jugar por Internet. Si nuestra conexión es mala y tenemos un ping demasiado alto podríamos tener problemas.
Vamos a intentar explicar qué es el ancho de banda, qué es la velocidad y para qué sirve el ping de nuestra conexión. De esta forma cuando hagamos una prueba de velocidad de Internet podamos saber realmente si nuestra conexión actúa bien o no. Veremos las diferencias entre cada uno de estos términos.
Qué es el ancho de banda de una conexión
En primer lugar, vamos a comenzar a explicar qué es el ancho de banda de nuestra conexión. En este caso estamos ante la capacidad máxima, la cantidad de datos que se puede transmitir a través de nuestra conexión en un momento concreto. Viene medido en bit/s o sus múltiplos (Kbit/s, Mbit/s…).
Lógicamente el ancho de banda de nuestra red será determinante para la calidad y la velocidad de la misma. Cuanto más ancho de banda tengamos, mejor, ya que más rápido podremos transferir datos. El ancho de banda de las típicas conexiones domésticas es de 1000Mbps, o también conocido como Gigabit Ethernet. En el caso de tener conexiones de 100Mbps, la conexión se denomina Fast-Ethernet.
¿Qué significa esto? Si tenemos contratada una conexión de 300 Mbps, por ejemplo, pero estamos utilizando tecnología Fast-Ethernet, o nuestra tarjeta de red solamente es compatible con esta tecnología, la velocidad no superará los 100Mbps.
En otras palabras, podemos decir que el ancho de banda es la capacidad que tiene nuestra conexión, independientemente de la velocidad contratada. Es algo así como si hacemos un símil con una tubería de agua. Podemos tener una tubería que permita pasar 100 litros por segundo, mientras que otra puede estar limitada a 10 litros por segundo. Por mucha agua que tengamos, no podremos pasar de esa cantidad.
Aprovechar todo el ancho de banda
En muchas ocasiones cuando contratamos un nuevo servicio de internet, nos basamos en el ancho de banda que vamos a tener disponible para poder navegar por internet. Y por lo general, siempre solemos tirar por las mayores medidas dentro de este parámetro. Pero para que todo funcione de la forma adecuada, lo ideal siempre es conocer como optimizar el ancho de banda, de forma y poder aprovecharlo todo lo que sea posible.
- Identificar cuellos de botella: Saber cuándo se está produciendo un cuello de botella, es muy importante para que todo funcione de la forma adecuada. Esto por lo generar está causado por hardware antiguo, malas configuraciones de red, así como conexiones inalámbricas que son débiles. Una vez sabemos dónde se está produciendo un cuello de botella, podremos abordar los problemas de la forma más efectiva posible.
- Optimizar la configuración: Que la configuración de los dispositivos conectados como de red sea óptima, es muy importante para que todo funcione de la forma adecuada. Para ello podemos llevar a cabo algunas funciones, como eliminar todo el software que no sea necesario, tratar de eliminar posibles virus o malware, así como realizar una optimización de todo el sistema operativo y descargar todas las actualizaciones para que los controladores funcionen de la forma adecuada.
- Utilizar materiales de calidad: En este caso, utilizar materiales para la red de buena calidad, puede marcar la diferencia en muchos casos. Pero no solo la calidad, sino utilizar los componentes adecuados y que funcionen coordinados con todos los demás sistemas.
- Utilizar tecnología adecuada: Hay muchas funciones que lo que pueden hacer es consumir un ancho de banda que no necesitamos que mantengan. Por lo cual debemos filtrar que es lo que necesitamos, y lo que no. De este modo, podremos optimizar nuestra red mucho más.
En qué consiste la velocidad de Internet
El segundo término que tenemos es el de velocidad de Internet. En este caso estamos ante la velocidad a la que se transmite la información. Puede ser velocidad de descarga o de subida. Esto es lo que tenemos contratado con nuestra operadora de Internet. Podemos tener 10 Mbps, 100 Mbps, 300 Mbps… Lo que tengamos contratado. Podemos decir que es la cantidad de datos que podemos descargar o subir a la red en un momento concreto de tiempo. Eso sí, para que esa velocidad pueda existir será necesario tener un ancho de banda igual o superior a la velocidad contratada
Esta es la medida que podemos obtener si hacemos un test de velocidad. Nos mostrará tanto la velocidad de descarga como la de subida, así como la latencia de nuestra conexión a los servidores de test de velocidad. Ambas velocidades, la de bajada y subida, van a ser muy importantes para tener una buena conexión y navegar correctamente.
La velocidad de bajada sirve para eso, para descargar contenido de Internet. Por ejemplo visitar páginas web, recibir mensajes, bajar archivos de la nube… Por su parte, la velocidad de subida va a ser fundamental para enviar documentos, enviar un correo, subir archivos a nuestro almacenamiento en la nube… En ambos casos debemos tener una cifra acorde a lo que tenemos contratado y comprobar que no hay ningún problema.
Este es uno de los factores que más tienen en cuenta los usuarios al contratar una conexión de Internet. Cuando realizan un test de velocidad comprueban qué tal es la conexión que reciben. No obstante, hay otros parámetros también debemos tener en cuenta, como es el ping que vamos a explicar a continuación.
Diferencias fundamentales entre velocidad y ancho de banda
Una vez hemos explicada qué es la velocidad de Internet y qué es el ancho de banda, ya podemos ver claramente cuáles son las principales diferencias entre ambos términos. Podemos decir que la principal diferencia la encontramos en la capacidad. En el caso del ancho de banda es lo máximo a lo que puede ir nuestra conexión. Es la capacidad de ese caudal, que poníamos como ejemplo. Va a estar limitado también a la tecnología que usemos, como el tipo de cable por ejemplo.
En cambio la velocidad de Internet es propiamente eso, el tiempo que tarda en descargarse una cantidad en concreto de datos. Lo podemos valorar tanto en subida como en bajada. Básicamente es lo que debemos tener en cuenta cuando hagamos un análisis de nuestra conexión y queramos ver qué tal nos llega.
La manera simple de pensarlo es que, por ejemplo, el ancho de banda es la carretera y los coches que van por ella son los datos. Entonces, lógicamente, cuantos más coches en la carretera, más tráfico por lo que si en algún momento necesitas que más coches pasen por la misma carretera tendrás que hacerla más ancha. Entonces, si estás en una videollamada desde casa, es posible que note que la calidad se degrada cuando sus hijos comienzan su aprendizaje virtual y su pareja se une a una sesión de pizarra en línea.
Comprender la diferencia entre velocidad y ancho de banda nos ayudará a encontrar el plan de Internet adecuado para nuestro negocio o empresa, por ejemplo, algunas opciones de Internet para pequeñas empresas son conexiones que realmente están compartidas y fueron diseñadas para residencias y que solo cuentan con el respaldo de un mejor soporte. Hay que aclarar que, por conexión compartida, nos referimos a que comparte su ancho de banda con otros clientes, por lo que su velocidad fluctúa a medida que las empresas vecinas usan la misma línea.
Este tipo de planes, podrían funcionar, por ejemplo, para un contratista de HVAC con cinco empleados. Sin embargo, en el caso de una startup con 30 empleados o más, probablemente necesitaría el ancho de banda garantizado de una línea de acceso a Internet dedicada (DIA), ya que no puede darse el lujo de tener fluctuaciones o pérdidas de servicio.
Podemos calcular las necesidades de velocidad y ancho de banda que necesitamos mediante una “fórmula” bastante simple en la que básicamente debemos sumar los requisitos de ancho de banda para todas las aplicaciones de software y multiplicar este número por el número de dispositivos que utilizan los usuarios que se encuentren en nuestra red y decimos dispositivos de usuarios en lugar de empleados (si fuera el caso de una empresa) debido a que lo más probable es que la mayoría accedan a internet desde más de un dispositivo, por ejemplo, al mismo tiempo que está utilizando el ordenador, puede estar utilizando el móvil o un portátil.
Explicado esto podemos decir que la velocidad podría estar limitada al ancho de banda. Es decir, podemos tener una velocidad de fibra óptica de 500 Mbps, por ejemplo, pero un ancho de banda de 100 Mbps por estar utilizando un cable Fast Ethernet, inferior a CAT 5E.
Qué es la latencia de una conexión
Por último, tenemos la latencia de una conexión, aunque también se le suele denominar «qué ping tiene nuestra conexión». La latencia de la conexión es un valor muy importante en determinadas circunstancias, como puede ser jugar por Internet, las llamadas VoIP y también las videollamadas. La latencia se mide normalmente en milisegundos (ms), y es básicamente el tiempo total que transcurre desde que nosotros enviamos una información, hasta que llega al receptor.
La velocidad de nuestra conexión apenas influye en dicha latencia cuando pasamos un cierto umbral, es decir, si tienes una conexión a Internet de 1Mbps y la comparamos con una conexión de 100Mbps, dependiendo del tamaño del paquete sí notaremos una mejoría importante. Para medir la latencia, lo más rápido es hacer un «ping» a un servidor, el ping es una herramienta de red que nos permitirá ver cuál es el tiempo de ida y vuelta de un paquete a través de Internet.
Tener una mejor o peor latencia entran en juego diferentes circunstancias, como puede ser si estamos conectados por cable o Wi-Fi, si estamos lejos del router, la calidad de los componentes de la red, la operadora que tengamos contratada etc. Concretamente, la latencia de la conexión es la suma de los siguientes retardos:
- Retardo de procesamiento: es el tiempo que tardan los routers en examinar la cabecera, y determinar dónde hay que enviar un determinado paquete, comprobando previamente sus tablas de enrutamiento.
- Retardo de cola: es el tiempo espera del paquete a ser transmitido a través del enlace físico, cuanto más saturada esté la red, mayor tiempo de cola, además, no podemos saber previamente si vamos a tener un gran retardo de cola o no, ya que cambia en tiempo real.
- Retardo de transmisión: orden FIFO, es lo que tarda el paquete en llegar hasta el siguiente nodo o equipo final.
- Retardo de propagación: es el tiempo que tarda un bit en propagarse desde el origen hasta el destino. La velocidad depende del medio físico (par trenzado, coaxial o fibra óptica), siendo siempre menor o igual a la velocidad de la luz.
- El retardo total es el Tproc+Tcola+Ttrans+Tprop.
El ping o latencia es imprescindible para utilizar algunas herramientas o servicios en Internet. Por ejemplo para jugar en la red y poder acceder a determinadas partidas, puede que haya un límite en cuanto a latencia y si la superamos no podríamos entrar, ya que podríamos afectar a otros jugadores. También sería fundamental para realizar una videollamada correctamente. Si tenemos un ping muy alto se produciría un retardo y la imagen y sonido no llegarían correctamente, lo cual podría dificultar la comunicación.
Hoy en día la latencia de Internet tiene mucha más importancia debido al uso que le damos a la red. Solemos utilizar aplicaciones y servicios que son más sensibles al ping elevado, como por ejemplo realizar una llamada a través de Internet o una videollamada. Para evitar esos molestos cortes, ese retardo cuando enviamos y recibimos datos, debemos tener una latencia lo más baja posible. El router, el cableado que utilicemos, la cobertura, que no haya malware en el sistema… Todo esto va a influir.
En definitiva estas son las principales diferencias entre estos tres términos. Como hemos visto no es lo mismo el ancho de banda que la velocidad de Internet, así como la latencia que se mide con el típico ping. Los dos primeros términos tienen cierta relación entre sí, aunque conviene saber para qué sirve cada uno. En cambio el ping es algo diferente, pero también servirá para medir qué tal es nuestra conexión.