En el momento que comenzamos a navegar por Internet son muchas las páginas que podemos visitar. Normalmente podremos visionar y acceder a esos sitios sin problemas. No obstante, en algunas ocasiones se van a producir cierto tipo de fallos que van a impedir el correcto visionado de las páginas webs. Esto puede suceder independientemente del navegador o dispositivo que estemos utilizando. Los síntomas que nos vamos a encontrar pueden ser muy variados, aunque los más habituales son que ese sitio web cargue muy lento o incluso que no lo llegue a hacer. En este caso nos vamos a centrar en las causas que pueden hacer que una web no cargue y qué posibles soluciones tenemos para los dos navegadores más utilizados actualmente. En este tutorial vamos a aprender qué hacer cuando no se carga una web en Google Chrome o Firefox.
Lo primero que vamos a hacer es desarrollar las causas por las que no carga una web. Una vez conocida la causa ya le podremos poner remedio utilizando una serie de soluciones.
Razones por las que no carga una web
Lo primero que tenemos que determinar es si el sitio web al que estamos intentando acceder no carga, nos muestra algún tipo de error o carga de manera muy lenta. Cada una suele indicarnos cosas muy diferentes, y en el caso de que, por ejemplo, no nos cargue, puede que incluso no tenga solución si el fallo es por parte del servidor del sitio web.
También habría que determinar si ese fallo pasa en un página web concreta o en todas. Esto nos puede dar una pista si realmente el fallo es de nuestra conexión a Internet o del equipo que estamos utilizando. En ese aspecto, las causas más comunes por las que no carga un sitio web tiene que ver con:
- Nuestra conexión a Internet.
- El servidor que hospeda la web.
- Nuestro software, principalmente el navegador.
A continuación, vamos a ver más a fondo estos problemas que impiden que podamos navegar por Internet con normalidad.
Problemas con la conexión a Internet
La primera causa puede ser por un problema con nuestra conexión a Internet. En algunas ocasiones, por motivos de ubicación por ejemplo en redes Wi-Fi, si nos conectamos desde un punto alejado del router podríamos tener problemas de conectividad. Con cable de red Ethernet no suele haber problemas, a menos que esté dañado, si el problema sucede a menudo sería interesante probar con otro cable de red. También hay que tener en cuenta las averías que sufren los proveedores de Internet que suceden muy ocasionalmente.
Una forma de comprobar el estado de nuestra conexión de Internet puede ser hacer un test de velocidad. Cuanta mayor velocidad obtengamos y menor sea el ping, mejor será el estado de nuestra conexión.
Si tenemos problemas al cargar webs, lo primero que debemos descartar siempre es que el problema sea nuestra conexión a Internet, por este motivo, hacer un test de velocidad es algo fundamental. Especialmente si te conectas a través de un repetidor o dispositivos PLC, es más probable que pueda haber problemas de conectividad y de ahí que aparezcan limitaciones.
Problemas con el servidor de la web
También puede ser que el problema venga del servidor web. Esto sucede habitualmente cuando intentamos acceder a una página y no carga nada. A continuación, nos aparecerá un código de error para determinar de qué se trata. Los códigos error 500 son los que determinan un fallo por parte del servidor como, por ejemplo, el error 504 Gateway timeout. Por otra parte, los códigos error 4XX hacen referencia a problemas de los usuarios. Consultando qué significan estos códigos, podemos obtener una información más precisa sobre cómo debemos actuar.
En ocasiones el problema no es tan grave y simplemente se trata de una sobrecarga puntual del servidor. Esto sucede cuando el sitio web tiene más visitantes de los que admite la capacidad del servidor. Tras varios minutos de espera puede solucionarse sin problemas y accederemos directamente a la web sin ningún tipo de problema.
Si entramos más al detalle en los errores 500, nos podremos encontrar una gran variedad de estos, los cuales nos dan diferente información acerca de lo que puede estar ocurriendo. Entre ellos.
- Error 500: Aparece cuando el servidor se encuentra en una condición inesperada, la cual impide completar la petición de conexión.
- Error 501: Se nos muestra cuando el servidor no es capaz de entender el flujo de los datos enviados por el equipo cliente. No son los más habituales, y sobre todo ocurre en servidores antiguos.
- Error 502: Ocurre cuando no existe una acuerdo con el protocolo entre el equipo cliente y el servidor. Lo que se traduce en una mala comunicación IP entre ambos. Esto puede deberse a problemas del ISP por alguna sobrecarga o mala conexión a la red.
- Error 503: Se produce cuando el servidor no se encuentra disponible para manejar las solicitudes debido a alguna sobrecarga temporal, o porque directamente se encuentra en mantenimiento. Si ocurre, lo mejor es revisar si este está siendo actualizado o lo están tratando, de lo contrario, lo más probable es que se trate de una sobrecarga.
- Error 504: Este es uno de los más comunes, y ocurre cuando se supera el tiempo que el servidor estima que puede llevarle resolver la petición, de forma óptima. Por lo cual si aparece podremos entender que se está produciendo una lentitud en la comunicación entre el cliente y el servidor.
- Error 505: Se da cuando el protocolo HTTP que el cliente especifica, no es soportado por el servidor. Lo más probable es que aparezca cuando alguna de las partes está desactualizada, por lo cual si se trata del equipo cliente, deberíamos revisar ese apartado. Es recomendable tener todo actualizado a la última versión.
- Error 506: Esto ocurre cuando el servidor no está correctamente configurado.
- Error 507: Este error ocurrirá cuando el servidor no tiene memoria libre para gestionar más recursos.
- Error 509: Significa que el ancho de banda que tenemos asignado en el host se agota.
- Error: 510: Se trata de algo similar al error 505, pero aquí el servidor web no soporta la extensión adjuntada por la solicitud HTTP que este recibe. Lo más probable es que no toque actualizar el servidor web.
Fallos relacionados con nuestro software
Este tipo de fallos dependen del usuario y normalmente tienen solución. Una de las cosas que debemos revisar cuando no carga una web son las extensiones del navegador. En ese aspecto una forma de descartar problemas de este tipo es probar a a utilizar el modo incógnito o de invitado, sin utilizar ningún tipo de extensión para descartar que el problema sea justamente de una extensión mal configurada o que no funciona bien.
Otro tema a comprobar es que tengamos demasiadas pestañas del navegador abiertas que estén consumiendo los recursos del sistema y no nos permitan cargar correctamente las páginas. Este efecto se aprecia más en equipos antiguos y con poca memoria RAM. Esto es muy importante para evitar problemas de lentitud de carga debido a una sobrecarga de nuestro ordenador, es algo que deberíamos solucionar.
También podemos probar a actualizar ese navegador a su última versión. En algunas ocasiones incluso, conviene una reinstalación completa porque ha habido algún fallo en el proceso de instalación o se ha dañado. Esto es algo que debes aplicar en Google Chrome, Mozilla Firefox o cualquier otro navegador que utilices.
Posible malware
Por otra parte, no podemos descartar que tengamos algún tipo de malware en el sistema o en el navegador. En cuanto a este último, puede estar afectado por algún tipo de adware que genera problemas a la hora de navegar. Por ese motivo desde RedesZone recomendamos tener el sistema operativo con las últimas actualizaciones y contar con un buen antivirus.
Hay amenazas específicas que pueden afectar al navegador. Por ejemplo un complemento que hayas instalado para Chrome o Firefox y que resulte que es un virus. Esto podría afectar al funcionamiento general del navegador y que en determinadas ocasiones no permita abrir algunas páginas o carguen muy lento.
Otros problemas comunes en los navegadores
Los navegadores son herramientas que pueden llegar a presentar muchos problemas diferentes. Si bien no es lo más habitual en muchos casos, siempre es algo que se puede llegar a dar. Ya sea por alguna razón del propio navegador, o problemas externos a este pero que le influyen para su correcto funcionamiento. Algunos de ellos son:
- Problemas de compatibilidad: Muchos sitios web no llegan a funcionar en ciertos navegadores. Esto puede resultar en una experiencia de uso negativa, ante la dificultad o imposibilidad de visualizar algunos sitios web, y poder navegar de una forma con acceso total.
- Lentitud: Los navegadores son herramientas que pueden llegar a ejecutar diferentes procesos. Por esto uno de los errores más comunes es su lentitud. Cosas tales como realizar descargas, cargar imágenes muy pesadas, scripta o ejecución de código, les puede afectar a su rendimiento de forma muy negativa.
- Anuncios: Hay navegadores que incorporan bloqueadores de anuncios de forma predefinida. Esto es algo que puede afectar de forma negativa al rendimiento de este. Incluso en algunos casos, interferir en la forma en la que podemos visualizar los contenidos que estamos visitando.
- Seguridad: Todos los navegadores tienen alguna vulnerabilidad que hace que se les pueda atacar. Esto no es algo que las compañías incorporen, más bien es algo que tratan de solucionar en cuanto se dan cuenta del problema. Pero el resumen, es que todos pueden ser atacados, siendo esto algo que puede afectar de muchas formas diferentes.
- Scripts: Muchos sitios web utilizan estos códigos para funcionar, pero lo cierto es que pueden causar problemas y errores en el navegador. Lo cual afecta a la experiencia de uso directamente.
- Cookies: Se trata de pequeños archivos que se almacenan en los dispositivos. Estas pueden quedarse corruptas o eliminarse por algún motivo. Esto se puede representar de forma que se cierran sesiones, o perdemos algunas preferencias de navegación.
Soluciones si una web no carga bien
Dependiendo de cúal sea el error, la solución es una u otra, no obstante, nuestra recomendación es que sigáis las siguientes recomendaciones que os vamos a explicar por orden, después de cada solución deberás probar si la web que intentas visitar carga ya correctamente o seguimos con problemas al visitarla.
Arreglar problemas con la conexión a Internet
En el hipotético caso de que el problema se deba a nuestra conexión a Internet, lo habitual es que sea por fallos con la red inalámbrica WiFi de nuestro hogar. Entonces podemos probar a cambiar la posición del router, que sea en un lugar más elevado, el cambio de canal y alejarlo de otros dispositivos. En ese aspecto tenemos que intentar buscar siempre que la cobertura sea lo mejor posible. Por otra parte, si con esto no es suficiente tendríamos que plantearnos la compra de algún repetidor o sistema Wi-Fi mesh.
Para descartar cualquier problema de navegación por culpa de la conexión a Internet, nuestra recomendación es que utilices cable de red Ethernet conectado directamente al router. De esta forma, nos aseguraremos de que no haya problemas con la red WiFi ya sea por canales, interferencias con otros dispositivos y otras muchas casuísticas que se pueden dar a la hora de utilizar una conexión por WiFi. Si vía cable tampoco puedes cargar la web correctamente con el navegador, entonces tendrás que intentar solucionarlo con otros métodos.
Si te conectas por WiFi, es importante que compruebes si la banda que utilizas es la correcta. Puedes usar tanto la de los 2,4 GHz como la de los 5 GHz. Podemos decir que la primera es ideal cuando te conectas muy lejos del router, aunque no es la que ofrece la mejor velocidad. En cambio, la de los 5 GHz es la que va a ofrecer mayor velocidad, pero está más limitada en cuanto a distancia con el router.
Borrar caché y cookies
Las cookies son muy importantes para que los navegadores funcionen correctamente. Entre otras, permiten recordar la configuración aplicada, de forma que la navegación se hace mucho más fluida y adaptada a los gustos y preferencias de cada usuario. Estas también se pueden utilizar de forma abusiva, y lo hacen invadiendo la privacidad de los usuarios, rastreando los hábitos del mismo.
Una cookie es un fichero que el navegador guarda, en el cual se almacenan datos. Estos son usados por los servidores de los sitios por los que navegamos y guardan en él alguna información que nos identifica si regresamos a esa páginas web. Pero esto no se reduce a un tipo, si no que nos podemos encontrar varios diferentes, que varían en funciones. Estos tipos a su vez los podemos englobar en tres secciones diferentes.
En primer lugar están los que se basan en el tiempo que están activas. Estas son:
- Persistentes: se almacenan en los discos duros hasta que son borradas.
- De sesión: se eliminan cuando se cierra el navegador.
Luego nos podemos encontrar las cookies de propiedad:
- Propias o de configuración de la página: se refiere a las que pertenecen a las páginas web, y se encargan de almacenar preferencias y la sesión del usuario.
- De terceros o publicitarias: trazan un perfil de cada usuario basado en su navegación, para mostrar publicidad acorde.
Y por último, las que se basan en las funcionalidades de la misma:
- Preferencias: se utilizan para que la página se visualice acorde a los gustos del usuario. Esto influye en el idioma o la región.
- Seguridad: su función es autentificar a los usuarios y evitar usos fraudulentos.
- Procesos: permiten el correcto funcionamiento de las páginas.
- Publicitarias o Estadísticas: personalizan la publicidad que se muestra a cada usuario.
- Estados de la sesión: registran el comportamiento del usuario, como el tiempo que estamos conectados a una página, los clics realizados y la publicidad que aparece.
En algunas situaciones podemos arreglar el fallo simplemente borrando la caché y las cookies. En este caso, lo que puede haber sucedido es que haya habido algún error puntual. Entonces el navegador al intentar cargar este sitio web lo que hace es recuperar la caché que se ha guardado con este error. Tanto en Chrome como en Mozilla Firefox cuando no carga una web podemos borrar ambos fácilmente. Se hace de manera muy parecida y vamos a explicar ambos.
En Google Chrome nos dirigimos a la esquina superior derecha, pulsamos sobre el botón con los tres puntos verticales y hacemos clic en Configuración. Luego nos dirigimos a Privacidad y seguridad donde elegimos Borrar datos de navegación. Después en la pestaña «Básico» configuramos así y pulsamos en «Borrar datos«.
Respecto a Mozilla Firefox, vamos también a la esquina superior derecha y hacemos clic sobre el botón de las tres líneas horizontales donde elegiremos la opción Ajustes. Seguidamente iremos a Privacidad y seguridad donde buscaremos Limpiar historial y lo pulsamos. Después seleccionaremos las mismas opciones que en la imagen de abajo y haremos clic en Aceptar.
Tal y como habéis visto, borrar cookies y caché en los principales navegadores es realmente fácil y sencillo. No obstante, también podrías probar a cargar la web en modo incógnito para evitar problemas con el caché o cookies y no tener que borrarlas todas.
Usar otro navegador y ver si tenemos el mismo error
Una opción cuando no carga una web y queremos determinar si el problema se encuentra en nuestro navegador es probar con otro. Por ejemplo, si en Firefox no carga bien un sitio web, podemos intentarlo con Chrome o Edge para ver sí funciona correctamente. Esto es lo más fácil y rápido debido a que, generalmente, tenemos instalados varios navegadores web en nuestro ordenador, además, debemos tener en cuenta que en todos los ordenadores con Windows ya viene preinstalado el navegador de Microsoft Edge.
En ese aspecto es muy recomendable contar siempre con al menos un segundo navegador en nuestro equipo para realizar comprobaciones. A veces una web puede no funcionar correctamente en algunos navegadores y puede deberse también a su programación.
Como opción alternativa, cuando no puedas acceder a una página web y no sepas exactamente por qué ocurre, puedes probar una cosa muy sencilla: iniciar el navegador en modo de incógnito. Esto puede descargar varios fallos y podrás ver si de esta forma la web se inicia con normalidad o no. Si funciona bien, tal vez se trate de un problema con las cookies y debas eliminarlas, como hemos explicado anteriormente. Si aun así no funciona, puedes descartar varias causas.
Cambiar servidores DNS
En algunas ocasiones los servidores DNS puede que no nos redireccione a la IP pública correcta de este sitio web. Una solución por la que podríamos optar es por el cambio de DNS. Esto se puede plantear si vemos que afecta generalmente a unos pocos sitios web en concreto. El cambio de DNS se puede realizar tanto en el router como en Windows. Lo más sencillo es hacerlo en el sistema operativo, para hacerlo en Windows seguiremos estos pasos:
- Menú de inicio.
- Configuración.
- Red e Internet.
- Escogemos Ethernet para cable de red o Wi-Fi si utilizamos una conexión inalámbrica. Después hacemos clic en Cambiar opciones del adaptador.
- Seleccionamos nuestro adaptador de red y con el botón derecho del ratón pulsamos en Propiedades.
- Hacemos doble clic en Protocolo de Internet versión 4.
Este sería un ejemplo con los de Google:
También podríamos usar los DNS de Cloudflare que es 1.1.1.1 y 1.0.0.1 e IBM que es 9.9.9.9. Vas a encontrar muchas opciones disponibles en Internet y a veces incluso puedes lograr que tu conexión sea más veloz y tengas menos problemas a la hora de navegar por la red.
Reinstalar los navegadores
En el caso de que ya se intentarán todos los pasos previos, pero seguimos sin solucionar un problema que todo hace indicar que se encuentra de nuestro lado, siempre podemos optar por reinstalar el navegador por completo. Pero para esto es necesario desinstalar primero. Esto lo podemos hacer desde el panel de control, pero es probable que algún navegador no de un aviso o nos pregunte si queremos guardar algún archivo de configuración. A esto responderemos que no, ya que queremos evitar que alguna configuración incorrecta haga que el problema aparezca de nuevo.
Cuando realizamos este paso, toda la configuración del navegador se resetea por completo, a la vez que nos aseguramos que está totalmente actualizado. Pero en este último caso, no debemos preocuparnos, pues cuando sale alguna nueva versión, los navegadores suelen avisar para realizar la instalación de la misma.
Como caso menos extremo, podemos optar por restablecer el navegador sin necesidad de desinstalarlo. Hoy en día aún hay conexiones muy lentas por todo el territorio, y tener que descargar todo el software puede ser muy tedioso. Normalmente para esto tenemos que acudir a la configuración avanzada de los navegadores, y tendremos un apartado específico para recuperar ajustes o borrar los existentes, con la respectiva opción de restablecerlo y dejar los valores originales.
Este mismo proceso se puede seguir en los navegadores de los dispositivos móviles de forma muy similar.
Revisar la seguridad
Otro punto a tener en cuenta es revisar la seguridad para detectar posibles amenazas. Puedes usar para ello un buen antivirus, como podría ser Windows Defender, Avast o Bitdefender. Hay muchas opciones, pero siempre debes elegir una que sea de garantías y que funcione lo mejor posible para no tener problemas.
Una vez hagas un análisis en profundidad podrás ver si hay algún virus y, en caso de que así sea, poder eliminarlo lo antes posible. Pero más allá de un antivirus puedes usar también otras herramientas, como puede ser un firewall o incluso extensiones de seguridad que instales en el navegador y ayuden a prevenir amenazas que puedan bloquear el acceso a ciertas páginas.
Los propios navegadores también tienen sus propias medidas de seguridad, por lo cual siempre es bueno revisar toda la configuración que tenemos aplicada en los ajustes, pues puede que alguna en concreto no impida visitar algunas páginas web, o que se generen ventanas emergentes o avisos. En este caso, Google Chrome y Firefox no son los más completos, pues las opciones que tienen son limitadas con respecto a otros como Safari, pero sí que pueden generar problemas a la hora de navegar, lo que también se puede resumir como un exceso de seguridad.
Si haciendo todo esto sigues con problemas para cargar las páginas web, nuestra recomendación es que utilices otro dispositivo como nuestro smartphone para intentar acceder, si eres capaz de acceder entonces el problema está en tu PC y tendrás que revisar otras configuraciones. Si no eres capaz de acceder, entonces muy probablemente el problema lo tenga el propio servidor web de donde nos estamos intentando conectar, y tú no podrías e hacer absolutamente nada por arreglarlo, ya que no depende de ti.