En muchas ocasiones nuestra conexión de Internet puede tener problemas. Fallos que impidan que la navegación fluya correctamente, que no podamos abrir o utilizar bien aplicaciones y plataformas. Esto ocurre tanto por cable como de forma inalámbrica. Sin embargo, en este artículo vamos a explicar cómo saber si hay cortes Wi-Fi. Es algo que muchos usuarios se preguntan cuando notan problemas.
Puede que en tu día a día no notes los cortes en la red WiFi si utilizas el ordenador conectado por cable para trabajar pero hay veces en las que existen y son muy molestos. Internet funciona pero durante unos segundos se cae y luego vuelve con normalidad. Notarás que durante unos segundos no va, no llega un WhatsApp o se para la serie en Netflix. En esos casos puedes tener cortes WiFi en el router y buscamos cuáles son algunas de las mejores formas de detectarlos o de solucionarlos.
Problemas habituales en el Wi-Fi
Hay que tener en cuenta que las redes inalámbricas cada vez son más utilizadas. Hace unos años lo normal era navegar con un ordenador conectado por cable al router. Sin embargo, con el paso del tiempo el Wi-Fi ha ido ganando terreno. Pero claro, no siempre funcionan tan bien como nos gustaría. Son frecuentes los problemas que afectan a la velocidad o que incluso impiden que nos conectemos.
El hecho de tener más aparatos compatibles, como son los móviles, tablets, televisiones o reproductores de vídeo pueden influir también en los errores con el Wi-Fi. Hay más cantidad y eso en ocasiones puede llegar a saturar el router. No siempre sabemos dónde está la fuente del problema y es fundamental reconocerlo a tiempo para poder solucionarlo.
También, como es lógico, la calidad y estabilidad ha mejorado. Nada tiene que ver la velocidad que tenemos ahora con la de hace unos años. Sin embargo, esto no evita que puedan aparecer cortes y problemas con la estabilidad. Hay fallos que pueden provocar errores al conectarnos de forma puntual, mientras que otras veces puede ser algo continuado en el tiempo.
Fallos de la operadora
Un problema habitual es que la operadora no ofrezca un buen servicio. Puede ocurrir que la cobertura en nuestra zona no sea buena y la velocidad esté limitada. Puede pasar también que se deba a algún fallo temporal con alguna antena o por una saturación debido a una demanda excesiva por parte de los clientes. Por tanto, la primera cuestión a tener en cuenta cuando haya problemas con el Wi-Fi es que tal vez sea debido a la operadora… Eso sí, debes tener en cuenta que puedes llamar al operador para que envíe a un técnico a tu casa y revise que la instalación es correcta y también el router pero el técnico solo va a asegurarse de la velocidad que sale del router a través de cable.
No pueden asegurarte (ni puedes exigir) que la velocidad que te llegue a todas las habitaciones de una casa de tres pisos distintos sea la misma que tienes contratada en la tarifa. Puede que sí sea la que sale del router pero la cobertura no está asegurada. En ese caso, tendremos que llevar a cabo algunos pasos para detectar si es algo concreto de nuestra conexión o pueden recomendarnos el uso de amplificadores por parte del operador.
En estos casos, lo más sencillo es que te pongas en contacto con tu operador para que puedan comprobar tu línea de banda ancha fija. De esta forma podrán advertirte si se trata de una incidencia o es que hay algún tipo de problema en el router en cuestión. Además de que te podrán dar una serie de claves para que no se repitan este tipo de cortes, como el reinicio del router o similar.
Problemas con el router
Otro punto importante es que pueda haber un fallo con el router. Tal vez una mala configuración, algún problema con los conectores, las antenas… Todo esto podría afectar a la red inalámbrica y hacer que funcione muy mal. Sería necesario llevar a cabo algunos pasos para solucionarlo lo antes posible. El router es una pieza clave para las conexiones, pero un aparato delicado en cuanto a temas como la ubicación, sobrecalentamientos, la configuración que tengamos… Hay pequeños detalles que pueden influir mucho, como utilizar una banda u otra, el canal al que nos conectamos, etc.
Algunas recomendaciones para mantener el router de forma correcta y que minimizan las posibilidades de fallo son:
- Mantener el firmware actualizado
- Revisar que un canal pueda estar saturado
- Asegurarnos que las antenas tengan la potencia adecuada, siempre y cuando sean externas
- Aprovechar las dos bandas que el dispositivo nos facilita. La de 2,4 y 5 Ghz
- Reiniciarlo de forma periódica
- Elegir una buena ubicación
Siguiendo toda esta serie de recomendaciones generales, lo cierto es que se puede conseguir un correcto mantenimiento constante de este tipo de equipos. Por lo que se consigue que ofrezca una mejor conexión a Internet durante mayor tiempo, sin que aparezcan este tipo de fallos de cortes o similares.
Algún error en los dispositivos
También debemos pensar en que el problema puede estar presente en los dispositivos que utilizamos. Puede pasar que el ordenador no funcione bien, el móvil o cualquier aparato que tengamos conectado. Los motivos pueden ser muy diversos pero suelen estar relacionados con falta de actualizaciones, algún virus, mala configuración… En este caso, lo mejor que podemos hacer siempre es actualizar todos los aparatos que tengamos en casa (la Smart TV a su última versión, el smartphone, la tablet e incluso dispositivos de domótica como puede ser la aspiradora inteligente) Cuando ya tengamos actualizados a la última versión, es conveniente que pases un antivirus y que revises la configuración por si el error está en uno de estos y no en la red en general.
Si tenemos un ordenador con una tarjeta de red obsoleta, por ejemplo, eso podría afectar a la hora de conectarnos al Wi-Fi y que la velocidad sea muy limitada. Son problemas que debemos reconocer para evitarlos. Por lo que es importante estar pendiente de cada uno de los elementos, especialmente de los dispositivos desde los que nos conectamos a la red inalámbrica que sufre cortes.
Robo de Wi-Fi
Siempre debemos tener en cuenta que cabe la posibilidad de que alguien esté conectado a nuestra red Wi-Fi sin permiso, lo que puede generar problemas o bien por un dispositivo como hemos comentado previamente. O también puede ser que esté congestionando la red. Si el intruso tiene conectados muchos dispositivos pueden aparecer problemas como los microcortes de los que hablamos en estos párrafos.
Dependiendo de las tareas que llevemos a cabo por internet, esto puede ser un dolor de cabeza, puesto que un solo corte puede cortar conexiones como una VPN o un videojuego online o puede que la serie que estás viendo se quede cargando. ¿Cómo lo detectamos? Puedes rastrear todas las direcciones IP privadas que están conectadas en tu red y detectar si hay algún dispositivo que no te encaja o que no te suena. O bien, puedes usar aplicaciones especializadas capaces de escanear la red y sacar una conclusión. Lo que está claro es que si ves dispositivos conectados extraños, seguramente sea cosa de que hay un intruso en tu Wi-Fi. Por lo que deberás tomar cartas en el asunto para expulsar a las personas que te están robando conexión a Internet.
Además, hay otro factor importante, que se trata del riesgo que puede suponer para la seguridad de tu red y de los dispositivos que están conectados a esta. Si desde esta red Wi-Fi se comete algún acto delictivo, en un primer momento todo apuntará a nosotros, ya que esa red estará asignada a nuestro nombre en el ISP. Mantener nuestra red segura con contraseñas fuertes es muy importante no solo para navegar de forma fluida sino por nuestra seguridad.
Deterioro de los materiales
Mantener todo en buen estado siempre será algo muy importante para que los dispositivos funcionen de forma correcta. Los aparatos eléctricos siempre corren el riesgo de sufrir problemas relacionados con el hardware, ya sea algo originado por la propia corriente, algún defecto de fábrica o algún daño que hemos podido ocasionar al manipularlo.
Ocurre lo mismo con el cableado. Si uno de estos se encarga de estar conectado a una antena que nos proporciona cobertura Wi-Fi, debe estar en buen estado con todos los contactos 100% operativos. De lo contrario podría estar generando problemas que repercuten directamente en la calidad de la conexión. Todos los componentes tienen un desgaste con el paso del tiempo, bien por torsiones, estrangulamientos o por temperatura. Por lo cual es recomendable cambiarlos de forma periódica. En todo caso, podemos estar hablando de años hasta que sea necesario cambiar un cable o un router, lo que de paso también supone una inversión económica.
Mala ubicación del router
En muchos casos que la red Wi-Fi no funciona de una forma óptima, se debe a una mala ubicación del router que tenemos en casa. Esto provoca cortes e interferencias, por lo cual la experiencia de uso puede ser mucho peor. El gran problema que tenemos en estos casos, es que se pueden dar ocasiones en las cuales es prácticamente imposible librarse del problema de una forma efectiva. En todo caso, no todos actúan de la misma forma.
- Paredes y techos: Las paredes y los techos, son obstáculos muy complicados de solucionar. Pero sí que generan que la red se debilite a medida que los atraviesa. Cuanto más gruesa sea la pared, y dependiendo del material de construcción, tendremos un efecto mayor o menor en la cobertura. Por lo general, el hormigón y las estructuras metálicas atenúan la señal mucho más que otros materiales.
- Objetos metálicos: Todo tipo de objetos metálicos son perjudiciales para nuestra red Wi-Fi. Muebles, espejos, estructuras, todas pueden reflejar o directamente absorber la señal de la red Wi-Fi. Lo cual afecta de forma negativa tanto al alcance como a la calidad. Lo más probable es que estos objetos, generan zonas de sombra dentro de la casa, donde la señal será inexistente.
- Interferencias electromagnéticas: Hay muchos dispositivos que al estar funcionando pueden hacer que la señal se corte o debilite, principalmente electrodomésticos, teléfonos inalámbricos o incluso los monitores para bebés generan estos problemas. En los casos donde el dispositivo utiliza las mismas frecuencias, es donde más problemas vamos a encontrarnos. Esto se produce porque las ondas interfieren directamente con la señal Wi-Fi.
- Distancia al router: Como todos sabemos, la distancia es un factor muy importante a la hora de disponer de una buena conexión. Incluso en muchos casos, puede ser que no sea para nada eficiente, y sea necesario plantearse el realizar una instalación cableada. Esto es especialmente problemático, cuando estamos en una casa o un entorno de trabajo muy grande. En donde la gestión de las redes juega un papel muy importante a la hora de realizar la distribución por toda la casa.
Cómo comprobar cortes en el Wi-Fi
Muchos usuarios tienen problemas en sus conexiones o dudan de si hay cortes en el Wi-Fi. Hay diferentes pistas o herramientas que nos ayudan a tener esta información. Por lo que resulta clave conocer cuáles son los detalles en los que uno se debe fijar en todo momento si cree que la conexión a Internet sufre cortes periódicamente.
Hemos de pensar que muchas veces estos cortes en la red pueden deberse a cuestiones de seguridad. Por eso debemos tener en estas opciones en consideración para verificar que esta pueda estar fallando y luego poder abordar las soluciones pertinentes.
Cortes al descargar o enviar archivos
Sin duda una de las señales más presentes que nos indican que hay cortes en el Wi-Fi es a la hora de descargar o enviar archivos. Este proceso puede durar más o menos en función de la velocidad de la conexión y también del tamaño de esos archivos.
Ya no solo las descargas desde el navegador, también desde otras aplicaciones. Y es que es posible que una descarga rápida de unos pocos minutos no se corte, pero la prueba de fuego está en aquellas descargas de archivos o actualizaciones pesadas. Es en esos casos cuando se puede saber si hay cortes o no.
Si durante ese proceso vemos que se interrumpe, que tenemos que volver a empezar, puede significar que nuestra conexión Wi-Fi efectivamente está teniendo pequeños cortes. Por lo que es un claro indicativo de que hay algo en la red que no funciona bien. Más que nada, porque se pierden paquetes y no podemos enviar o recibir archivos con normalidad.
Fallos al cargar webs
Otra señal también muy visible es tener problemas al cargar una página web o abrir cualquier aplicación que requiera conexión. Si hay algún problema de sincronización con el router que provoque cortes en el Wi-Fi se puede reflejar en este tipo de errores.
Esto no siempre ocurre, ya que los cortes pueden ser muy pequeños y que no afecten al momento de abrir una página. Sin embargo si llevamos mucho tiempo conectados sí que podemos notar esas interrupciones molestas. Por ejemplo, que se pierda la conexión de manera momentánea con una web al refrescar el contenido.
Ping para comprobar la pérdida de paquetes
No hay mejor forma de saber si hay cortes en el Wi-Fi que realizar un ping. Podemos comprobar la pérdida de paquetes y analizar posibles errores para intentar buscar una solución.
Para ello tenemos que ejecutar el comando ping –t 8.8.8.8. El parámetro –t es para hacer un ping indefinido y poder así comprobar cortes en el Wi-Fi de manera continuada. 8.8.8.8 son los servidores de Google, aunque podemos usar cualquiera.
Por tanto, tenemos que ir a Inicio, escribimos CMD, ejecutamos el Símbolo del sistema y el comando ping –t 8.8.8.8. Para saber si hay cortes en el Wi-Fi debemos dejar en ejecución ese comando durante bastante tiempo. Mientras más, mejor. Una vez queramos hay que darle a Control + C y se parará, mostrándonos los resultados. Allí veremos la cantidad de paquetes perdidos. Lo ideal es que sea 0 o una cifra muy baja (en caso de que lo hayamos dejado durante mucho tiempo). Eso significaría que no ha habido cortes.
Prueba de velocidad
También podemos realizar una prueba de velocidad. De esta forma siempre obtendremos datos sobre nuestra conexión, si hay errores, etc. Aunque directamente no nos indica si hay cortes en el Wi-Fi, sí podremos hacernos una idea de la calidad de la señal. Comprueba la calidad de la señal de forma inalámbrica y haz un test de velocidad también utilizando el cable y así descartaremos que el problema sea de la conexión a Internet o del operador. Si por cable va mucho más rápido, empieza a buscar el problema.
Además, con este tipo de herramientas podemos analizar otros parámetros como el ping o latencia. Todo esto puede ayudarnos a comprender mejor si nuestra conexión inalámbrica funciona adecuadamente o hay algún tipo de problema. Para realizar este tipo de pruebas podemos optar por diferentes portales que nos darán toda la información sobre el estado de nuestra conexión. Bajada, subida y ping.
Herramientas de análisis Wi-Fi
Una opción más es la de utilizar herramientas para analizar las conexiones inalámbricas. Podemos realizar diagnósticos para ver si existe algún problema, fallos en la configuración , etc. En este sentido tenemos diferentes alternativas.
Podemos nombrar NirSoft como una de las más populares y útiles para Windows. Además, es gratuita. Esta realizará un análisis de las redes inalámbricas y nos mostrará elementos de información sobre la red WiFi que recibe el dispositivo. Y encontraremos todo en formato hexadecimal.
Ten en cuenta que esta no es la única aplicación especializada para monitorear la conexión a Internet. Lo cierto es que son muchas otras las que nos van a ayudar a saber cómo va la red WiFi o si debemos mejorar algo. En definitiva, hay muchas más alternativas, aunque este software al ser gratuito y tener las herramientas necesarias, gana muchos puntos.
Entre las opciones que tienes disponibles para analizar tu conexión y saber si hay fallos o cortes en el WiFi, se encuentran los siguientes programas:
- Network Tools de Hurricane Electric
- IP Tools: todo en uno de redes y Wi-Fi
- NetTraffic
- NetWorx
- NetBalancer
Cómo evitar problemas en el Wi-Fi
Dentro de lo que esté en nuestra mano podemos tener en cuenta diferentes aspectos para evitar problemas en el Wi-Fi que deriven en esos cortes y nos puedan perjudicar en la experiencia final al usar nuestra red. Hay muchos problemas con soluciones sencillas como la cobertura, la seguridad de la red o la saturación… Muchos usuarios no prestan atención a estas opciones y usan la red directamente como el operador la deja instalada, pero si trabajamos un poco sobre ella podremos mejorarla y tenerla mucho más segura.
Mejorar la cobertura
En primer lugar, aunque hay métodos para mejorar la cobertura WiFi una vez hecha la instalación, es ser previsor y colocar el router en el mejor lugar posible para maximizar el rendimiento y que la señal inalámbrica llegue en las mejores condiciones a todas las habitaciones y lugares de la casa.
Antes de instalar el router, evalúa las posibles ubicaciones del dispositivo para conseguir el mejor resultado posible en cuanto a prestaciones y potencia WiFi. Lo más aconsejable es ubicarlo en el punto más céntrico de la casa. En muchos casos, este punto se encuentra en el salón, aunque dependerá de la distribución de cada domicilio. Si en tu casa existen pasillos largos y habitaciones como baños o cocina que puedan empeorar la señal WiFi, deberás encontrar un punto estratégico para que la señal llegue en buenas condiciones al resto de estancias.
Además, deberás evitar colocarlo en lugares donde haya muchos equipos electrónicos que puedan generar interferencias con la señal inalámbrica y lugares como cocinas y baños que puedan hacer empeorar la calidad de la señal inalámbrica de tu router. Estos lugares, por los elementos de construcción y los dispositivos que suelen tener, son un problema bastante importante para la señal WiFi.
Otro aspecto a tener en cuenta en la instalación del router es buscar un lugar adecuado en el que esté libre de obstáculos. Evita esconderlo o colocarlo debajo de muebles. Piensa que hacer esto supone que estás creando las primeras barreras que el WiFi tendrá que superar para llegar a tus dispositivos.
Si en tu caso, tienes el router instalado en un punto en el que no llega la cobertura WiFi con la misma potencia al resto de habitaciones, puedes solicitar a tu operadora una reubicación de equipos para intentar mejorar la cobertura sin necesidad de instalar ningún repetidor WiFi o cualquier sistema para amplificar la señal inalámbrica.
Algo fundamental es intentar mejorar la cobertura lo máximo posible. En muchas ocasiones no podemos estar cerca del router, por lo que físicamente no podemos acercarnos más. Sin embargo sí podemos mejorar la señal que recibimos. Para ello podemos hacer uso de múltiples dispositivos como amplificadores, PLC o sistemas Wi-Fi Mesh. El objetivo no es otro que hacer que la conexión inalámbrica mejore en nuestro hogar y esté más accesible para los equipos conectados.
¿Cuál elegimos? Depende. Escoger entre un sistema u otro para mejorar la cobertura de la red WiFi dependerá de las características de nuestra casa y de lo que necesitemos pero no hay siempre una opción que sea la mejor, sino que debemos tener en cuenta una serie de aspectos. Por ejemplo, podemos usar la forma más habitual que es un amplificador WiFi y cuyo funcionamiento consiste en «coger» la señal WiFi que llega hasta ese punto y ampliarla o rebotarla a otros extremos de la casa donde normalmente no llega la cobertura. Es una opción fácil y barata pero no siempre recomendable si la señal es demasiado débil ya que apenas conseguirás tener una buena señal en la habitación final. Pero no es el único.
Si optamos por un sistema PLC (Power Line Communication), la señal de internet viajará por el cableado eléctrico de donde esté instalado. Su instalación es sencilla, pero debemos asegurarnos que la red eléctrica se encuentra en condiciones. Una vez instalado, por el cableado pasarán dos señales, la eléctrica a una frecuencia de 50Hz y 220 voltios, y la señal de internet que usará un voltaje mucho menor y una frecuencia entre 2 y 40 Mhz. Una vez esta señal llegue a su destino, el receptor será capaz de diferenciar entre las dos señales. Para instalar uno de estos aparatos, debemos tener en cuenta diferentes consideraciones: que tengamos disponibilidad en enchufes, que estamos en una red eléctrica en la que los dos puntos están en la misma fase, que tenemos red WiFi y que el dispositivo que hemos elegido sea de calidad. Si esto se cumple, podemos elegirlo. Además, no solo mejorará la cobertura sino que es una opción muy recomendable para conectar aparatos como el decodificador de tele o la consola por cable y así evitar lag o retrasos en la imagen cuando reproducimos contenido de alta calidad.
Otra opción más cara pero recomendable es la de utilizar un sistema de WiFi Mesh o red de malla con diferentes nodos que puedes utilizar y que utiliza un sistema inteligente en el que te conectarás al amplificador que mejor calidad de señal vaya a darte en ese momento. Es una opción más compleja que las anteriores pero llena de ventajas.
Mantener la red segura
Otro punto muy importante para evitar problemas de este tipo es mantener la red segura gracias a que de esta forma evitaremos la entrada de intrusos que pueda afectar a las conexiones. Es vital que tengamos una buena contraseña tanto del Wi-Fi como de acceso al router. Hay que aprender a diferenciar entre las dos claves pero ambas deben ser lo más seguras posibles.
¿Cómo? Deben ser únicas pero también debe contener letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales y es recomendable que sea suficientemente larga con más de ocho caracteres. Además, es importante también cambiar los valores de fábrica, como el nombre de la red, así como usar un cifrado actual y no usar cifrados obsoletos como WPA o WEP sino apostar por modelos actuales como WPA2 y WPA3.
Para crear estas contraseñas siempre podemos optar a servicios online. Podemos utilizar servicios que nos ayudarán a generar un código en el cual podemos elegir desde qué caracteres usar a la longitud exacta. En algunos casos, incluso tendremos disponible una opción para que la contraseña sea fácil de recordar. Además, estos servicios o aplicaciones nos permiten guardar todo tipo de claves para recordarlas más tarde sin renunciar a su seguridad.
Bajo ningún concepto hay que dejar la contraseña WiFi que viene por defecto. Más que nada porque una tercera persona podría aprovechar y acceder de una forma más sencilla a la red inalámbrica de tu casa. Y este podría ser el motivo de los cortes. También es recomendable poner otra clave de acceso al panel de control del router.
Tener actualizados los drivers
Por supuesto los drivers deben estar actualizados siempre. Por un lado vamos a mejorar el rendimiento, pero también la seguridad. Es importante que el firmware del router esté en la última versión, así como la tarjeta de red Wi-Fi. A veces aparecen errores que se solucionan a través de las actualizaciones.
Si tenemos todos los aparatos actualizados vamos a lograr que funcionen lo mejor posible. Siempre vamos a aprovechar al máximo los recursos y además reducir los problemas relacionados con la seguridad.
Para llevar a cabo esta tarea, podemos optar por activar las actualizaciones automáticas o realizarlo a mano desde el administrador de dispositivos de Windows. Otra de las posibilidades, es acudir a la sección de soporte de los fabricantes de hardware, y descargar la última versión de los drivers directamente.
Además, aquí no solamente entran los drivers de tu PC, también es importante mantener actualizados cada uno de los dispositivos desde los que te conectas a Internet. De esta manera puedes conseguir optimizar el rendimiento, por lo que será un elemento relevante en el momento en el que experiemntes posibles cortes en el WiFi.
No sobrecargar la red
Un consejo más es no sobrecargar la red. Esto especialmente hay que aplicarlo cuando estamos conectados a una red con una velocidad limitada y además la cobertura no es la mejor. Mientras más equipos haya conectados en un momento dado, más posibilidad de cortes y problemas. Hoy en día es común tener muchos aparatos en casa conectados a la red. Pero claro, el hecho de tener tantos también puede llegar a lastrar la conexión, especialmente si nos conectamos de forma inalámbrica.
Siempre tenemos que tener en cuenta que el hecho de que cada dispositivo necesita cierta cantidad de ancho de banda según las tareas para las que se esté utilizando en un momento específico. Por lo que, si tenemos muchos dispositivos conectados al mismo tiempo y, además, estos dispositivos los estamos utilizando simultáneamente para tareas como descarga o visualización de vídeos de alta definición, juegos online subida de archivos a la nube, entre otras tantas tareas cotidianas. Esto puede ocasionar que, por momentos, tengamos incluso cortes en nuestra conexión o que suframos de una lentitud extrema de la misma, ya que estamos consumiendo todo el ancho de banda que poseemos y no es suficiente para abastecer a todo este tipo de tareas en simultáneo.
La solución más sencilla a este tipo de problemas de sobrecarga de la red pasa por desconectar algún dispositivo que quizás esté realizando tareas en segundo plano aunque no lo estemos utilizando o simplemente hacer uso de algún tipo de servicio como el QoS (Calidad de Servicio) que viene hoy en día en la mayoría de nuestros routers como una función integrada y de esta manera poder controlar en qué se utiliza nuestro ancho de banda de manera priorizada y no totalmente al azar que es lo que suele suceder en la mayoría de los casos.
Interferencia de radiofrecuencias en el Wi-Fi
Como todos conocemos, existen varios artefactos o electrodomésticos en nuestros hogares que utilizan señales de ondas para funcionar, estos pueden interferir negativamente en nuestra conexión Wi-Fi e incluso pueden llegar a anularla de alguno de nuestros dispositivos si estamos suficientemente cerca.
Suele pasar que, en algunos casos, si estamos cerca de nuestro microondas y este está en funcionamiento, y observamos que perdemos parcial o totalmente la señal de nuestro Wi-Fi es probable que se deba a dicho electrodoméstico, ya que puede causar interferencias importantes, por lo que tendríamos que verificar si nuestro problema puede estar ocasionado por algún tipo de interferencia de esta índole.
Conectarnos a la banda correcta
Un factor muy importante para que las redes inalámbricas funcionen bien es utilizar la banda del Wi-Fi adecuada. Como sabemos podemos conectarnos a la de 2,4 GHz o a la de 5 GHz. Cada una de ellas tiene sus ventajas. La primera podemos decir que es la más indicada para conectarnos lejos del punto de acceso. Es menos sensible a la distancia y posibles paredes y muros. En cambio la segunda es la que ofrece más velocidad, aunque es más inestable especialmente cuando nos conectamos lejos del aparato.
Por tanto, elegir adecuadamente a qué banda del Wi-Fi nos vamos a conectar puede ayudar a que la red inalámbrica funcione bien, sin cortes, y aprovechar así más los recursos disponibles. Una manera más de reducir los problemas y lograr que todo funcione adecuadamente al utilizar nuestros equipos en Internet.
Muchas veces aparecerá solo una banda como tal, pero en sí el dispositivo irá cambiando de una banda a otra, ya que el router usa band steering. En esos casos, puede que lo más recomendable sea deshabilitar esta funcionalidad desde el menú de configuración del router para que seas tú mismo el que elige a que banda WiFi se conecta. Así el dispositivo no se irá cambiando de una a otra automáticamente. Eso sí, esto depende de las necesidades de cada uno.
Elegir el mejor canal del Wi-Fi
También hay que destacar la importancia de elegir el canal del Wi-Fi adecuado. Puede que haya interferencias por otros vecinos que tengan el mismo canal y eso provoque fallos en la conexión. Tanto si nos conectamos a la banda de los 2,4 GHz como la de 5 GHz debemos elegir un canal que esté libre, que no haya ninguna saturación y así lograr la mejor velocidad.
Existen programas para Windows con los que podemos buscar qué canales son los que están más libres y así elegir mejor. El objetivo es conectarnos al que ofrezca mayores garantías, más estabilidad y podamos tener una mejor velocidad, en definitiva.
Utilizar buen hardware para redes
A la hora de mantener las redes Wi-Fi en las mejores condiciones posibles, el hardware juega un papel muy importante. Esto nos va ayudar a mantener la conexión a internet estable y rápida en nuestro hogar, o lugar de trabajo. Esto es un factor clave, que va a determinar la calidad de la señal y la velocidad de la red inalámbrica que estamos utilizando. Por lo general, la mayoría de los routers son compatibles con protocolos de red 802.11ac y 802.11n. Y en estos momentos, con 802.11ax, la cual, es más conocida como Wi-Fi 6. Esta última es la más avanzada de todas en cuanto a velocidad y rendimiento. Utilizar un router con Wi-Fi 6, hará que las capacidades de la red sean mayores, y a la vez tenga mayor cobertura que los modelos anteriores. Por otro lado, se podrán interconectar más dispositivos de forma simultánea.
Es importante tener en cuenta, que el rendimiento va a depender de otros factores. Entre ellos, la ubicación del router, las interferencias, y el grosor de las paredes. Entre otros. Por lo cual es importante elegir el router correctamente, para que este tenga las características que vamos a requerir, o las que mejor se va a adaptar a las necesidades del lugar donde lo vamos a instalar. Si el sitio cuenta con paredes muy gruesas o muchos obstáculos, deberíamos elegir un router con una potencia mayor, y con más capacidad de cobertura.
Otro punto importante, es la cantidad de dispositivos que vamos a tener conectados. Dependiendo de esta cantidad distribuida entre teléfonos móviles, ordenadores, televisiones, cámaras, entre otros muchos, las capacidades del router van a variar. Y no todos serán capaces de distribuir todo el rendimiento para que este siga funcionando de la forma más adecuada y óptima. En estos casos de alta demanda de dispositivos, es importante elegir un router con alta capacidad de procesamiento, y memoria para poder manejar todos esos equipos conectados.
Por tanto, estas son algunas de las cuestiones principales que podemos tener en cuenta si aparecen errores con la velocidad de Internet o hay cortes y queremos detectar fallos en el Wi-Fi. Cuanto antes los detectemos, mejor para lograr un funcionamiento óptimo.