Las redes privadas virtuales se convierten en una parte cada vez más importante a la hora de conectarnos. En sus comienzos, estas estaban reservadas solamente para que organizaciones puedan intercomunicar diferentes sedes entre ellas, para permitir que sus redes internas puedan comunicarse con las redes internas de una oficina remota. Hoy en día, las VPN tienen aplicación en el ámbito doméstico, y es que millones de personas a diario sacan provecho del uso de estos servicios VPN para proteger su privacidad. Por desgracia, existen proveedores de VPN que pueden resultar ser mucho más peligrosos que el hecho de no usar una VPN con frecuencia.
Algo que podemos darnos cuenta fácilmente es la amplia oferta de proveedores que ofrecen sus VPN de manera gratuita. Muchos de éstos se presentan como una alternativa para tener una navegación en Internet mucho más libre, y tener acceso a sitios web y otros contenidos multimedia. Esto se da principalmente porque existen países que, por restricciones varias, no pueden contar con acceso a ciertos productos y/o servicios en la web.
¿Por qué desconfiaríamos de una red privada virtual?
Un detalle que debemos considerar es que no todo lo que es gratis, puede resultar beneficioso en su totalidad. Es importante conocer qué factores debemos tener en cuenta para darnos cuenta si estamos ante un proveedor de servicios de VPN con fines sospechosos. Uno de los principales aspectos para identificar a un proveedor sospechoso es la localidad de sus servidores. Se recomienda no utilizar servicios de parte de organizaciones que provengan de países como EE.UU, Canadá e incluso países de la Unión Europea como España o Italia. Sin embargo, esto último puede resultar algo confuso, a fin de cuentas. porque consideramos que es prácticamente imposible encontrar algún proveedor que se encuentre en algún país que no tenga acceso a manipular en cierta medida, el tráfico VPN.
Recordemos que el tráfico mediante una red privada virtual está cifrado punto a punto, para que todos los datos viajen a través de este túnel VPN con confidencialidad. De esta manera, comprendemos que no es posible que nuestros datos viajen de una manera completamente transparente a través de la red de Internet.
Por otro lado, algo que deberíamos hacer siempre que accedamos a algún servicio, y no lo hacemos, es la lectura de los términos y condiciones de servicio. Esta documentación acostumbra a ser bastante extensa, por lo que una amplia mayoría no lo lee, y directamente, acepta los términos. Esas pocas ganas (o tiempo) que dedicamos a la lectura de este tipo de documentación es una gran oportunidad para que varios proveedores de VPN pasen a ser muy intrusivos. En consecuencia, cada vez que aceptamos, otorgamos el permiso para que violen nuestra privacidad.