Continúa la oleada de ataques y problemas de seguridad que aparecen en los servicios web de muchas de las grandes compañías. En el día de ayer nos hacíamos eco del hackeo que había sufrido la página Sony Mobile, que se saldó con la filtración de datos de cuentas de usuario y administradores de la página.
Según se ha podido saber, el grupo de hackers AntiSec, que actualmente se les vincula con Anoymous y LuzlSec, ha llevado a cabo el robo de más de un millón de UDID de dispositivos de Apple. El grupo de hacker así lo ha hecho público en su propio Twitter y en el de Anonymous.
La paradoja de todo esto es que los datos obtenidos no han sido a través de la base de datos de Apple o de un fallo en la página del fabricante, sino de un miembro del FBI que había recopilado toda esa informaión en su propio ordenador.
¿Para qué necesita ese miembro del FBI esta información?
Para aquellos usuarios que no lo conozcan, este tipo de identificador que utiliza Apple se trata de una numeración codificada que está vinculada a cualquier dispositivo de la compañía, bien sea un Macbook o un iPhone. Este número además, agrupa toda la información del usuario que ha adquirido el dispositivo (dirección, nombre del comprador, tipo de dispositivo, …).
Parece ser que los datos fueron robados el pasado mes de marzo y hasta ahora no han visto la luz. Se ha filtrado que los datos fueron extraídos del portátil Dell del miembro del FBI Christopher Stangl. La agencia de seguridad estadounidense no ha querido salir al paso de este tema, y no ha reconocido ni ha desmentido que esto sea verdad.
Parece raro que un agente del FBI cuente con tal cantidad de información en su dispositivo acerca de usuarios de Apple.
Ataque para protestar contra el abuso del poder del FBI
Con esta acción, el grupo de hackers ha querido plasmar de forma pública el poder que tiene la agencia de seguridad para tener acceso a los datos de los usuarios sea cual sea el servicio y la compañía.
Y es que parece un poco extraño que un miembro del FBI disponga de este tipo de información en su ordenador. Más extraño es que el FBI no haya vertido ningún tipo de declaración acerca de lo sucedido, por lo que parece que hay que dudar incluso del medio por el que han conseguido estos datos.
Fuente | El Economista