A pesar de los problemas de seguridad que aún existen en este tipo de dispositivos y que parece complicado que vayan a solucionarse a corto plazo, ya que muchos de ellos están producidos por el desconocimiento de los usuarios, los principales bancos de Estados Unidos han decidido posicionarse a favor del uso de este tipo de dispositivos para llevar a cabo transacciones bancarias.
La idea de éstos es que el cliente pueda transferir el dinero desde una aplicación o desde su correo electrónico sin la necesidad de recurrir al tan utilizado cheque o bien al ingreso en efectivo.
Se trata de una gran apuesta por parte de las cuatro principales entidades estadounidenses, una apuesta que de momento parece no tener sitio en Europa.
Los responsables afirman que será una auténtica revolución para los usuarios, ya que les ahorrará una gran cantidad de tiempo a la hora de realizar las transacciones. Además, supondrá un respiro para las sucursales, ya que ahorrarán una gran cantidad de tiempo de procesamiento de cheques y supondrá manejar una menor cantidad de tiempo en efectivo.
¿El futuro pasa por la banca electrónica?
A día de hoy, el número de usuarios que utilizan el servicio de banca en línea de las sucursales va en aumento y son cada vez menos las veces que el usuario decide pasar por la oficina física. Desde luego supone una gran comodidad para el usuario, ya que desde su propia casa puede hacer cualquier tipo de operación.
Sin embargo, con el crecimiento de los smartphones, éstos han comenzado a ocupar un lugar privilegiado en la vida del usuario, lo que hace que las entidades bancarias comiencen a pensar en este tipo de dispositivos.
Hasta el momento, los bancos han tratado de impulsar los pagos electrónicos utilizando este dispositivo pero de momento no han conseguido generar la suficiente atracción en los clientes, algo similar como lo que sucedió cuando nacieron los servicios de banca en línea.
El nacimiento de clearXchange y Popmoney
Citigroup, JPMorgan, Chase & Co, Bank of America y Wells Fargo son las entidades bancarias que apuestan por este tipo de sistema. Además, unos 1.400 bancos más pequeños también optan por introducir este tipo de sistema. Ambos servicios están gestionados por una veterana en lo referido a gestión de la industria bancaria, Fiserv.
A pesar de que el sistema acaba de nacer, los entidades bancarias han llegado a un acuerdo para unir ambos sistemas y crear una red troncal para que los clientes que utilicen sistemas de pago distintos puedan pagar entre sí. La conexión no va a ser inmediata y se espera que entre 12 y 18 meses la unificación esté terminada.
¿Tiene futuro en Europa?
A pesar de que en Europa existan poderosas entidades bancarias, el pensamiento de los usuarios es probable que sea distinto al de los residentes en Estados Unidos y a día de hoy, se nos antoja que se trata de un sistema que no tiene mucho sentido ahora mismo en Europa. A pesar de que cada vez son más los usuarios que utilizan los servicios de banca en línea de los bancos, todavía son muchos los que prefieren ir a realizar sus gestiones en las oficinas físicas de cada banco.
Otro problema es la seguridad del servicio. Muchos usuarios se sienten inseguros haciendo este tipo de operaciones desde su ordenador, por lo que llevar a cabo estas operaciones desde un smartphone supondría mucha mayor desconfianza. Por no decir que es necesario tener uno, cosa que a día de hoy, aunque son muchos los usuarios que ya poseen uno, todavía hay usuarios que prefieren tener un terminal móvil convencional.
Fuente | El Economista