Durante mucho tiempo se ha señalado a los operadores de que el roaming aún siga existiendo en los países pertenecientes a la Unión Europea. Sin embargo, esto parece que va a quedar como «un mito», ya que según han declarado los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países, no están interesados en suprimir el roaming.
Esta idea contrasta con las últimas declaraciones de muchos directivos de operadoras, afirmando que la supresión del roaming era cuestión de tiempo y que se estaba tratando agilizar la eliminación de este en un plazo de tiempo muy corto. Sin embargo los 28 Jefes de Gobierno y Estado indican que el mercado de telecomunicaciones europeo debe recuperar el liderazgo a nivel mundial, y que una de las formas de poder alcanzar este camino es no suprimiendo el roaming. Por lo tanto, este sobrecoste que los usuario deben pagar por el uso del móvil en el extranjero, tanto para realizar como el uso de internet, podría seguir acompañándonos durante mucho tiempo.
Una idea que choca con Telefonica, France Telecom o Deutsche Telekom
La idea de suprimir el roaming por parte de las operadoras no ha sentado nada bien entre los 28 miembros, provocando que estos hayan decidido omitir esta decisión de la operadoras, haciendo únicamente referencia a aquellos aspectos que hablan de una mayor comunicación entre los países comunitarios y las condiciones a acordadas para la asignación del espectro radioeléctrico.
Además, desde el Ejecutivo comunitario afirman que la propuesta de la supresión del roaming ha sido recogida, pero que sin embargo, no hay que crear polémica de que esta no posea aún una fecha concreta, afirmando que más en adelante se la de una fecha de desaparición. Una palabras que chocan con la idea de los miembros de forma individual que apuestan por mantener el roaming.
El impuesto revolucionario de las telecomunicaciones
Si a la cuota de línea por conexiones de telefonía o banda ancha se la ha etiqueta como impuesto, en el caso del roaming sucede algo similar. Muchos han sido los usuarios que ven con malos ojos que después de haber suprimido otro tipo de barreras más importantes entre los ciudadanos de la Unión Europea aún se siga manteniendo esta otra.
Sin embargo, ahora aparece la duda de quién es el que sale beneficiado de esto, porque si las operadoras están interesadas en eliminarlo y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países no, ¿quién es el que sale ganando?
Lo que apareció como un precio a pagar por utilizar las infraestructuras de una operadora de otro país al final se ha convertido en un impuesto propio de los gobiernos de los países.
Fuente | El Economista