El descubrimiento de los espionajes mundiales de la NSA ha sido uno de los mayores escándalos mundiales de los últimos años, sin embargo, cosas de estas no ocurren únicamente en Estados Unidos. En esta ocasión ha sido en nuestro propio país, España, donde se ha podido ver de la mano de Hacienda cómo las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado también cuentan con dispositivos de espionaje.
Hace una semana un fallo al publicar información en la página web de Hacienda respecto a las contrataciones públicas ha dejado ver durante 39 minutos una serie de información privada que debería haberse mantenido como confidencial en la que se demuestra esta compra mediante un contrato nombrado con el número de expediente 14V047.
En el contrato filtrado se ha podido ver cómo Interior ha gastado alrededor de 175.500 euros en la compra de varios dispositivos de análisis forenses a la empresa Onrecovery SLU que permiten rastrear los datos contenidos en un smartphone, incluso aunque estos hubieran sido previamente borrados del mismo. Estos dispositivos podrán ser utilizados por la Policía Nacional para todo tipo de tareas ya sean de investigación como con otros fines para los que necesiten tener control total de los datos.
Varios minutos más tarde Hacienda eliminaba dicha entrada de su página web y publicaba una escueta nota de prensa indicando que dicha información no era correcta y que se había publicado por error.
También en los últimos meses se ha podido comprobar cómo el gobierno estableció un contrato millonario con una empresa para dotar al SILDAT, un módulo del Sistema de Interceptación legal de las Telecomunicaciones (SITEL) de un mantenimiento 24 horas al día. Este sistema permite «pinchar de forma legal» miles de llamadas a la vez en tiempo real bajo una orden judicial. Igualmente se ha adquirido también otro tipo de tecnología como dos sistemas de detección de latidos y un ‘kit’ de inspección por sonda para detectar la presencia de pasajeros no autorizados en los vehículos que a diario cruzan las fronteras y mejorar así la seguridad de nuestro país.
Sea como sea, esta es una pequeña muestra más de los intentos de todos los gobiernos de tener un control sobre las comunicaciones y, al igual que ha ocurrido con la NSA, probablemente esto sea sólo la punta del iceberg.
¿Es posible que estemos ante una especie de NSA pero a pequeña escala?
Fuente: Vozpopuli