Por desgracia se trata de un problema bastante común a la hora de descargar aplicaciones desde páginas web. Sin embargo, la acción llevada a cabo por Avira podría considerarse como pionera, ya que si la memoria no nos falla es la primera vez que una compañía de seguridad denuncia a un servicio de distribución de software por incluir adware en los archivos que los usuarios descargan.
En esta ocasión ha sido Freemium.com la que se ha visto envuelta en la polémica. Y es que la cantidad de páginas que añaden contenido al software que interesa al usuario son cada vez más. Desde barras de herramientas para navegadores web, hasta adware, pasando incluso por troyanos que recopilan información. Este servicio desde hace tiempo empaquetaba software adicional junto con el legítimo, provocando que el usuario instalase todo, tanto legítimo como perjudicial para la privacidad de los datos almacenados en el equipo.
Este servicio fue adquirido hace varios años por ProSiebenSat.1 y desde entonces la «calidad» de los contenidos ha descendido de forma considerable. Sin ir más lejos, España hemos tenido un caso bastante similar que seguro que a más de uno le suena:
El empaquetamiento de software se trata de algo cada vez más común e incluso algunas compañías desarrolladoras optan por incluir en sus instaladores la opción de cargar software adicional al suyo, como por ejemplo Oracle con Java. Sin embargo, en esta ocasión se ha llevado al extremo y no solo eso, sino que el usuario en ningún momento es consciente de qué se está instalando en el equipo. Solo si acude a al administrador de aplicaciones observará que hay programas que él en ningún momento ha instalado y que sin embargo se encuentran en el listado de disponibles. Siempre debemos proteger el equipo de adware.
Las autoridades comienzan a confeccionar leyes para perseguir esta práctica
Y es que en la actualidad, con la normativa vigente en Alemania el servicio debería cerrar o modificar totalmente su política de negocio. Los términos de uso adjuntados con el software están basados en leyes egipcias, por lo que no tienen ninguna validez en Europa. En estas se puede ver como se informa que el servicio tiene total potestad para manipular el software original, pero solo en ese país. Las autoridades han comenzado a confeccionar normativas para perseguir este tipo de prácticas que cada vez son más intrusivas y con finalidades cuya legitimidad es más bien nula.
Los responsables del servicio se enfrentan a multas importantes, produciéndose incluso el cierre del servicio si el juez lo estima oportuno.