Hoy en día, todos los navegadores web permiten ampliar sus funciones mediante el uso de complementos, add-ons o extensiones de todo tipo. La mayoría de estas extensiones las instala manualmente el propio usuario y se puede acceder a ellas fácilmente para deshabilitarlas o configurarlas, sin embargo, existe otro tipo de complementos adicionales sobre los que el navegador no brinda control, los complementos del sistema.
Este tipo de complementos llegaron hace relativamente poco tiempo al navegador libre de Mozilla, Firefox. La principal finalidad de estos complementos es aislarlos del núcleo del navegador, poder gestionarlos y actualizarlos de forma independiente, sin tener que actualizar el navegador por completo y permitir a los usuarios tener el control sobre una serie de complementos que, aunque no son extensiones, forman parte del navegador.
Firefox nos permite consultar una lista con todos los complementos y todas las extensiones tecleando en la barra de direcciones: about:support.
Aquí vamos a ver cómo, por un lado, nos aparecen las extensiones, las cuales habremos instalado manualmente en el navegador y podemos administrar desde el correspondiente apartado de extensiones, sin embargo, también nos aparecen otra serie de complementos, como Hello o Pocket, que no hemos instalado manualmente y sobre los cuales no tenemos control.
Estos complementos dotan al navegador de funciones adicionales (en este caso, integración con Hello, el chat de Mozilla y Pocket, plataforma para guardar páginas para leer más tarde), sin embargo, es probable que muchos usuarios no hagan uso de estas herramientas, por lo que desactivarlas nos permitiría ahorrar recursos y ancho de banda ya que, como hemos dicho, Mozilla tiene el control sobre ellos y los actualiza en segundo plano sin que tengamos que actualizar el navegador completo ni tengamos que intervenir en el proceso.
Una de las características de estos complementos del sistema es que permiten a Mozilla instalar nuevos, por ejemplo, a modo de prueba sin que seamos conscientes de ello.
A diferencia de las extensiones convencionales, las cuales se pueden consultar y administrar muy fácilmente desde «about:addons«, estos complementos del sistema no cuentan con un apartado específico, y no se pueden administrar, desactivar ni desinstalar como extensiones normales. Para desactivar estos complementos, los usuarios deben abrir el menú de configuración avanzada «about:config» y buscar en la larga lista de funciones las que correspondan con ellos, una tarea bastante tediosa y que, aunque se desactiven, siguen recibiendo actualizaciones.
Mozilla debería plantearse el permitir controlar este tipo de complementos de forma similar a las extensiones del navegador de manera que cada uno pueda personalizar su Firefox acorde a sus gustos y necesidades, sin embargo, parece que esto no va a ser así, al menos a corto plazo. Habrá que esperar para ver si Mozilla recapacita y, al final, los usuarios logran tener el control total sobre todos los elementos del navegador.
¿Qué te parece que los usuarios no tengan el control sobre estos complementos?
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