Tener en nuestro hogar o lugar de trabajo un repetidor Wi-Fi puede ser una buena solución para amplificar la señal que nos llegue a aquellos lugares donde sea nula o muy débil. En este artículo os vamos a explicar cómo podemos tener un repetidor Wi-Fi barato, por unos 3 euros o menos, y que además podremos utilizar de forma inalámbrica y poner en cualquier lugar de casa sin necesidad de contar con un enchufe de corriente que puede limitarnos un poco a la hora de orientarlo o ponerlo donde realmente lo necesitamos.
Repetidor Wi-Fi barato
Para lograrlo vamos a utilizar un ESP8266, que no es más que un chip de bajo coste WiFi con una pila TCP/IP completa y un microcontrolador. Sus características son muy básicas y limitadas, ya que cuenta con 64 KB de memoria RAM y en general la memoria flash interna no supera 1 MB.
Está orientado para automatizar cosas y conectarlas a Internet, conectar sensores, etc. Lo que se conoce como el “Internet de las cosas”. Pero también se le puede dar otro uso como repetidor Wi-Fi, que es para lo que vamos a escribir este artículo. Mejorar el Wi-Fi del portátil es posible con algunas recomendaciones.
Su tamaño es muy reducido, unos 2 centímetros de largo, por lo que lo podemos llevar en el bolsillo mismamente y trasladarlo de un lugar a otro. Es muy barato y lo normal es que lo encontremos desde 1,50€. Aunque aquí hay que resaltar que el chip normal, sin ningún añadido, funciona a 3,3V, por lo que hay que ponerle un regulador de voltaje.
Si no sabemos muy bien cómo hacerlo o directamente preferimos tenerlo ya preparado y listo para usarse, lo podemos encontrar por unos 3 euros y que se carga con cualquier cargador USB de algún móvil viejo, por ejemplo.
Cómo configurarlo
Para configurarlo como repetidor WiFi hay que conectarlo al ordenador y grabarle un programa específico para que haga esta función y que podemos descargar y ver los pasos aquí para Windows y también para los usuarios de Linux. Es un proceso sencillo, muy similar a cuando cambiamos la ROM de un móvil, por ejemplo.
Posteriormente podremos conectarlo al router principal en modo NAT, asociando la IP y el nombre del dispositivo, junto a la contraseña, si procede.
Una de las utilidades más destacadas a la hora de crear este repetidor Wi-Fi barato es la de que podremos ponerlo en cualquier lugar de nuestro hogar o lugar de trabajo sin preocuparnos de enchufar a la corriente. ¿Cómo se consigue esto? Muy fácil: solamente necesitamos una batería externa que tenga salida USB (cualquiera, vamos).
Gracias a su bajo consumo, con una batería de 20.000 mAh podríamos tener conectado este repetidor Wi-Fi durante una semana entera sin preocuparnos por su carga. También podremos conectarlo a cualquier cargador USB o algún dispositivo que permita cargar con estos puertos.
En cuanto a las limitaciones, solamente podría haber hasta 8 dispositivos conectados a la vez por las limitaciones del propio hardware, no tiene configuración vía Web y, como podemos esperar, no obtiene una gran velocidad de conexión pero que puede servir para muchos usuarios que no requieran más.
Os recomendamos leer nuestro completo tutorial sobre comandos cmd Wi-Fi para Windows y administrar toda la red inalámbrica por comandos.