Es muy común que haya problemas con la conectividad inalámbrica. En muchas ocasiones la cobertura no es la mejor y eso se traduce en pérdida de velocidad, estabilidad y fallos para navegar. Por suerte podemos hacer uso de dispositivos que nos ayudan a mejorar esos aspectos, aunque a veces no funcionen bien. En este artículo vamos a hablar de posibles soluciones cuando no funciona el repetidor Wi-Fi y no tenemos Internet.
Un repetidor WiFi, también conocido como extensor de rango o amplificador de señal, es un dispositivo que se utiliza para mejorar y extender la cobertura de una red inalámbrica existente. Su función principal es recibir la señal Wi-Fi del router principal y retransmitirla, amplificándola y extendiendo su alcance a áreas donde la señal original es débil o inalcanzable.
Por qué no funciona Internet en el repetidor
A veces los repetidores Wi-Fi pueden funcionar mal. Esto va a hacer que tengamos cortes de Internet o que incluso no podamos conectarnos. Las causas son variadas. Una mala configuración, problemas con el hardware, fallos de seguridad… Son muchos los motivos que podrían afectar al buen funcionamiento.
Esto hace que tengamos que tomar medidas para que funcione lo mejor posible. Es importante identificar cuál puede ser la causa exacta o al menos ir descartando motivos. De todos ellos, uno de los más habituales es una mala ubicación. A veces simplemente con cambiar el lugar donde hemos puesto el aparato podemos obtener resultados muy positivos.
Puede que nos conectemos al repetidor desde otro dispositivo, como podría ser un móvil o un ordenador, y veamos que la cobertura es óptima. Incluso podemos estar al lado del repetidor. Entonces, ¿por qué no hay Internet? La causa puede estar en que este amplificador no recibe señal del router porque se encuentra muy lejos, en una zona muerta o hay otros aparatos que están interfiriendo.
También podría ser un problema de configuración. Un ejemplo claro es que estemos utilizando una banda incorrecta y eso impida recibir la máxima velocidad. Es esencial elegir bien si nos conectamos a la banda de los 2,4 GHz o a la de los 5. Por tanto, un pequeño cambio como este puede hacer que el repetidor inalámbrico no funcione correctamente.
Fallos más comunes
Los repetidores Wi-Fi son dispositivos que cumplen una gran función en nuestros hogares. Pero lo cierto es que estos pueden fallar, y por muchos más motivos de los que podríamos esperar. Algunos de ellos, pueden ser incluso complicados de detecta, ya sea por desconocimiento o por cosas que son prácticamente insalvables. Algunos de estos fallos más comunes son:
- Ubicación inadecuada
Una mala ubicación del repetidor puede ser una causante de los fallos. Estos deben estar colocados en lugares adecuados, para poder recibir la señal de calidad por parte del router. Si este se coloca en un lugar donde la señal es débil, no tendremos mucho que hacer con él. Al igual que si se encuentra aparatados por gruesos muros de hormigón del router, por ejemplo. Tendremos que comprobar que el lugar donde lo instalemos reciba una buena señal y conexión suficiente, ya que si es muy débil, por mucho que las antenas del repetidor hagan que llegue red mucho más lejos, no será suficiente.
- Configuración incorrecta
Estos dispositivos requieren poca configuración por lo general, pero alguna siempre van a necesitar. Esta debe ser la adecuada para la red y el equipo. Si, por ejemplo, se configura mal, la velocidad de la red se verá afectada. Llegando a ocasionar cortes en la misma, que pueden ser un inconveniente bastante grande, dependiendo de la tarea que realices. Así que atento a los ajustes que realices en este dispositivo antes de comenzar a usarlo. Entre ellos el tipo de banda, canal, potencia, y todo lo relativo a la transmisión de las ondas que va a generar, dependiendo del dispositivo que hayas adquirido y las posibilidades que tenga.
- Baja velocidad
Estos dispositivos pueden llegar a reducir la velocidad de la conexión. Al tener que compartir el ancho de banda disponible, entre el router y los dispositivos que están conectados al repetidor, puede generar cuellos de botella. Lo cual se traduce en menor velocidad. Por otro lado, también reducirá la velocidad si se encuentra alejado del equipo principal. Es importante saber esto, y poner siempre el router cerca de los equipos que más necesites la red, dejando el repetidor para los que no usen tanta, como una Smart TV, o la conexión de un móvil que circula por el lugar.
- Interferencias
Esto es un problema muy común con los repetidores, y puede ser el más complicado de detectar. Si por el medio tenemos móviles o electrodomésticos, como puede ser un microondas, pueden causar interferencias en la señal de la red Wi-Fi, afectando directamente a la calidad de la conexión a internet. Todo dependerá de dónde se vaya a colocar dentro de la vivienda. En función de los dispositivos o electrodomésticos que estén por el camino, habrá más o menos interferencias que afecten a su señal inalámbrica.
En caso de tener problemas en este aspecto, puede que lo mejor sean los PLC, los cuales son repetidores que funcionan gracias al cableado eléctrico, lo que conlleva muchas menos interferencias.
- Incompatibilidad
En algunos casos, los routers y los repetidores son incompatibles. Es por esto mismo por lo que hay que revisar previamente si puede darte problemas con tu equipo principal. Los fallos más habituales en este caso es que se den problemas de conexión y calidad de la señal, o directamente a que no se pueda conectar, por que el repetidor, por ejemplo, solo acepte redes 2.4 GHz, y tu router esté emitiendo únicamente en 5 GHz.
- Seguridad
Por otro lado, estos dispositivos pueden tener problemas de seguridad, ya que pueden ser utilizados para disponer de un acceso a la red, y así comprometer todo el sistema. Por lo que este apartado es otro de los que hay que revisar a la hora de escoger entre un modelo y otro. Además, sería interesante no poner el mismo nombre de red y contraseña, pudiendo así diferenciar ambas redes, y evitando filtraciones de seguridad.
Cómo se utiliza correctamente
Siempre que vamos a comprar un dispositivo para tratar de mejorar nuestra red WiFi, tenemos que ver que es lo que necesitamos. Y es que tener el dispositivo adecuado, es el primer paso para que todo funcione de la forma correcta. Y podamos aprovechar mucho más nuestra red. Antes de comprar uno, podemos fijarnos en tres aspectos diferentes.
- Cuál es la velocidad que vas a necesitar, y que velocidad tenemos en cada banda de nuestra red.
- Las bandas y estándares Wi-Fi que el dispositivo debe soportar.
- Funciones integradas que incorpore, y nos puedan servir para algún tipo de configuración.
- En algunos casos, la estética del producto será importante. Muchos usuarios quieren que estos cumplan una función dentro de la decoración de un hogar.
Todos los pasos son muy importantes, ya que se de ello va a depender que aprovechemos todas sus funciones. A su vez son dispositivos que pueden resultar más caros, dependiendo de la tecnología que incorporen. Entonces también llega a ser un punto donde podemos ahorrar dinero a la hora de comprarlo, y que la inversión se vea directamente reflejada en el rendimiento de nuestra red.
Una vez tenemos claro el aparato que vamos a necesitar, podemos optar por diferentes marcas. Pero debemos tener en cuenta que todas ellas tienen también sus limitaciones. Lo primero que hay que tener en cuenta, es que todos tienen un alcance limitado. Bien sea por obstáculos o interferencias, siempre tendremos algo que limite un poco su capacidad. Por lo cual es muy importante, como hemos dicho previamente, el colocarlo en el lugar adecuado. No siempre será posible elegir el lugar perfecto, por lo cual aquí tenemos otro punto donde prestar atención. Buscar distancias medias entre el router y la zona donde ampliar la conexión, suele ser la mejor idea. Todo mientras se instala en una posición relativamente elevada, evitando enchufes que se encuentren muy cerca del suelo.
Solucionar problemas con el repetidor Wi-Fi
Vamos a mostrar algunos aspectos que podemos tener en cuenta para tener Internet y que no haya problemas. Un repaso a los pasos que debemos dar si notamos que el repetidor Wi-Fi directamente no funciona o lo hace, pero vemos que la velocidad de la conexión y la estabilidad no son como nos gustaría.
Resetear el repetidor inalámbrico
En general este tipo de problemas suele tener una solución sencilla, siempre y cuando no se trate de un fallo importante de hardware o que no esté situado físicamente en un buen lugar para recibir la señal. Puede que simplemente haya algún tipo de saturación, se ha pillado por un uso continuado o cualquier problema similar.
Este tipo de fallos lo podemos solucionar simplemente con resetear el dispositivo. A veces bastará con reiniciarlo y en otras ocasiones tendremos que resetearlo por completo para volver a los valores de fábrica. Esto devolverá al aparato al mismo estado que se encontraba cuando lo instalamos por primera vez. De este modo, si el fallo persiste, por lo menos ya sabemos que no se trataba de alguna configuración errónea, por lo cual el problema estará en otro lugar.
Puedes probar de primeras, antes de restablecer su configuración por completo, a reiniciarlo. Para ello, es tan simple como desconectarlo de la corriente en caso de que no cuente con un botón específico para reiniciarlo. Y una vez que se encienda de nuevo, solamente quedará comprobar si vuelve a funcionar correctamente o no.
En caso de que siga igual y la conexión sea igual de mala, entonces no queda otra que mirar su manual de instrucciones para saber cómo se puede restablecer su configuración para que vuelva a sus valores de fábrica. Cuando se consiga, habrá que configurarlo desde cero, pero ahora con sumo cuidado para que no se vuelva a repetir el fallo de conexión.
Del mismo modo, puede que sea el router principal quien esté teniendo algún problema, por lo que es interesante restablecer ambos, asegurándonos así de que todo vuelva a la normalidad, en caso de ser alguno de ellos quien producía el fallo.
Cambiar la ubicación
Este problema es muy común. Muchos usuarios colocan el repetidor Wi-Fi en una zona muerta. Esto significa que no va a poder recibir señal del router, por lo que no va a funcionar adecuadamente. Nos conectamos al repetidor desde otro dispositivo, pero en realidad no ofrece conectividad de Internet.
Debemos conectar el equipo en una ubicación en la que reciba correctamente la señal inalámbrica. De esta forma podrá repartirla a otros lugares del hogar sin problemas. Siempre podremos adaptarlo a aquellas zonas donde realmente vayamos a conectarnos. También debemos alejarlo de otros aparatos, como podrían ser electrodomésticos.
Aunque pierda algo de señal como es lógico, mientras más reciba del router, más potencia podrá ofrecer a otros dispositivos. Por tanto, se trata de buscar un punto de equilibrio y poder aprovechar lo mejor posible el uso del repetidor para poder navegar por la red sin problemas de mala cobertura.
Los obstáculos también pueden jugar un papel importante en este aspecto, pues las redes inalámbricas pueden tener problemas al tratar de penetrar en algunos objetos o a través de algunos materiales. Si bien hablando de áreas muy grandes, esto se ve afectado por montañas o edificios, en nuestras casas se verá afectado por los objetos, mobiliarios y los materiales de las paredes, techo y suelo.
Cuanto mayor sea el número de obstáculos entre el transmisor y el receptor, mayor será la degradación de la red Wi-Fi. Por lo cual se debe buscar una zona donde la comunicación no tenga que sortear muchos obstáculos. Esto en las casas puede ser complicado, sobre todo en las más antiguas. Pero siempre debemos tener en cuenta los materiales. Si las paredes son de piedra, cemento, o tienen componentes metálicos, será más complicado para la señal poder atravesarlos, mientras que, si la construcción es en madera, será mucho más sencillo. Como, por ejemplo:
- Puertas gruesas: Estas no son de gran ayuda para las redes inalámbricas, ya que en este caso pueden ser combinaciones de diferentes materiales, como pueden ser el metal o la madera de forma más habitual. Si no se trata de una puerta principal, es recomendable mantenerlas abiertas para que la red pueda fluir sin mayores complicaciones.
- Hormigón y cemento: Es uno de los mayores enemigos para la propagación de las redes, puesto que pueden llegar a atenuar la señal en unos 12dB. Esto incluye piedra y ladrillo. La comparación directa la podemos hacer con el pladur, donde la pérdida puede rondar los 4dB.
- Cristales: Este tipo de materiales atenúa mucho la conexión inalámbrica, por lo cual los baños, por ejemplo, no son zonas donde la señal brille por su calidad. En estos lugares, a mayores nos podemos encontrar otro tipo de aislamientos, los cuales disminuyen la penetración de la red. Puede que de primeras, al ser transparentes, nos parezcan muy inofensivos, pero dependerá de su grosor, pudiendo ser peores que una pared.
Evitar conflictos de IP
Normalmente podemos configurar una dirección IP estática o dinámica en nuestros dispositivos. En caso de que hayamos puesto una dirección de forma manual puede generar problemas. Esto impediría que se conecte correctamente a la red y pueda ofrecer señal a otros dispositivos.
Hay que asegurarse de que la dirección IP que hemos puesto no coincide con la del router. De esta forma no creará conflictos y podremos conectarnos con total normalidad. Tener un control de las direcciones IP en uso puede ayudarnos a evitar estos fallos. Esto lo debemos tener en cuenta con cualquier aparato que conectemos a la red.
En caso de duda, lo mejor será reiniciar las configuraciones y los equipos, forzando a adquirir nuevas direcciones y evitando este problema.
Usar un cable adecuado
Muchos repetidores Wi-Fi permiten también conectarnos por cable. En caso de que el problema esté en que no hay Internet si conectamos un equipo de forma alámbrica, puede que el fallo esté en el cable. Puede ser determinante para tener una mejor o peor velocidad.
Es importante que el cableado que utilizamos sea el adecuado, que esté en buenas condiciones. De lo contrario podríamos tener problemas de velocidad o que incluso no podamos llegar a conectarnos. En muchas ocasiones los problemas de este tipo se deben a fallos en los cables. Pero, además, si queremos lograr la máxima velocidad es imprescindible usar un cable al menos Cat 5E, para tener así velocidad Gigabit Ethernet de hasta 1 Gbps.
Si vas a conectar un dispositivo que no sea compatible más allá de Fast Ethernet, en ese caso realmente te da igual y cualquier cable va a ser suficiente. En cambio, si por ejemplo vas a conectar un ordenador con una tarjeta de red Gigabit, ahí sí debes mirar muy bien la categoría del cable y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Por lo tanto, el cable de red que vayas a usar para conectar tu dispositivo al repetiro es vital. De lo contrario, al usar uno que no cumpla con unas condiciones mínimas, la conexión será peor y no tan buena como debería ser en un principio. Para revisar el tipo de cable que tienes, debes fijarte en lo que viene escrito en el propio cable. Ahí podrás saber el tipo que estás utilizando en ese momento. Y todo porque viene impreso en la cubierta de plástico del cable.
Cambiar de banda
Los dispositivos más modernos cuentan con doble banda. Podemos conectarnos a la de 2,4 GHz o también a la de 5 GHz. Cada una de ellas es más indicada para determinados casos. La primera puede ser mejor cuando nos conectamos más lejos del dispositivo, aunque va a tener una velocidad más limitada. En cambio, por otro lado, tenemos la segunda que es la que ofrece mejor velocidad, aunque va a ser más sensible a posibles obstáculos y a la distancia.
Es posible que tengamos configurado el aparato para que funcione únicamente en una banda o estamos conectándonos a la errónea. Por tanto, podemos optar por cambiar de banda y ver si el problema se soluciona. La distancia a la que nos conectemos, si hay obstáculos o incluso otros dispositivos podrían ser determinantes para elegir una banda u otra y ahí habría problemas importantes.
También es importante indicar que no siempre vas a poder cambiar de banda, ya que dependerá de la compatibilidad que tenga el otro aparato que estás conectando. Si se trata de un dispositivo antiguo, como podría ser una tablet de hace unos años, es muy probable que solo funcione en la banda de los 2,4 GHz. En cambio, si utilizas un ordenador o móvil actuales, ahí sí podrás conectarte también a los 5 GHz. Así que este es otro factor clave que debes valorar. Aunque siempre puedes cambiar la banda inalámbrica.
Demasiados aparatos conectados
Aunque no es un problema que pueda ocurrir frecuentemente, sí que podría aparecer si estamos utilizando aparatos más antiguos. El hecho de tener múltiples dispositivos funcionando al mismo tiempo podría derivar en que el repetidor Wi-Fi no funcione correctamente. Podemos probar a apagar algunos y ver si así lo solucionamos.
Hay que tener en cuenta que existe un límite en los repetidores inalámbricos que utilizamos. No todos van a admitir el mismo número de equipos conectados al mismo tiempo. Por tanto, tal vez la causa sea que tenemos demasiados. Esto es cada vez más habitual debido al auge de lo que se conoce como el Internet de las Cosas y que tenemos más dispositivos conectados constantemente. Piensa en aparatos como una televisión, bombillas inteligentes, reproductores de vídeo… Cada vez hay más cosas conectadas a la red y eso puede suponer problemas de este tipo.
Aunque no hay una cifra que marque si va a funcionar o no, podemos tener en cuenta que a partir de 8-10 dispositivos podemos experimentar problemas. No obstante, esto dependerá principalmente del tipo de dispositivo que utilicemos, ya que habrá casos en los que con 5 o 6 ya tengamos fallos, mientras que otro pueda soportar hasta 20 o más sin problemas.
Adquirir dispositivos de calidad
El mercado está muy completo en cuanto a los dispositivos que podemos instalar en nuestras casas, desde precios muy asequibles a aparatos que tienen un coste muy elevado. En muchas ocasiones siempre se opta por los más económicos, para que simplemente hagan su función y ya está, y no siempre se hace con dispositivos de buena calidad. Pero en estos casos se puede comprar hardware a buen precio y de buena calidad. Con marcas como TP-Link, por ejemplo, donde disponemos de mucha variedad de precios, asequibles para todos los hogares.
Disponer de routers, repetidores, antenas y cables de calidad puede ser un sinónimo de garantía, y tendremos la certeza de que estos están totalmente testados para su uso. Si bien todo lo que podemos comprar puede tener cierta tendencia a fallar, siempre habrá más probabilidad de errores adquiriendo material de baja calidad, o que directamente este no funcione de forma inesperada.
Esto nos puede dar muchas ventajas, y la primera de ellas es la tranquilidad que nos genera contar con buen hardware, con la certeza de que tiende a fallar poco y no nos va a faltar la conexión a internet. En todas las tiendas podremos encontrar buenos repetidores por unos 20 euros, los cuales ya son muy buenos para nuestras casas, y cuentan con un funcionamiento óptimo. Incluso la calidad de los materiales de construcción, los cuales pueden ser más resistentes, y en sus placas internas, donde contar con buena calidad de componentes puede marcar la diferencia entre una red lenta y una rápida. Sobre todo, si contamos con muchos dispositivos conectados, será especialmente importante contar con repetidores capaces de mover todo ese tráfico.
Un truco para saber si realmente funciona es fijarse en si ese dispositivo que se quiere comprar ya lo han probado otros usuarios de Internet. De esta forma es más sencillo averiguar si merece la pena su compra o es mejor optar por otro modelo.
Solucionar problemas con el router o dispositivos
Nos hemos centrado en fallos habituales que pueden ocurrir en el repetidor Wi-Fi. Hemos explicado que podemos reiniciarlo, cambiar de banda, ver si está usando una banda que no conviene, etc. Pero podría ocurrir que el hecho de que haya un mal funcionamiento se deba a algún problema con el propio router o incluso con el dispositivo que utilizamos, ya sea un ordenador o móvil. Es por ello que también podemos tener en cuenta algunos factores en este sentido.
Reiniciar el router
Un paso básico es reiniciar el router. Esto puede ayudar a solucionar ciertos problemas de conexión que aparezcan. A veces se satura debido a tener muchas solicitudes por todos los aparatos que hay conectados y eso puede dar lugar a problemas para establecer conexión o lograr una velocidad adecuada.
Ahora bien, en este caso no basta con apagar y encender el router rápidamente; lo que debes hacer es mantenerlo apagado al menos durante 30 segundos y, posteriormente, encenderlo de nuevo. De esta forma te asegurarás de que el reinicio se ha realizado correctamente y puedes solucionar problemas. Una vez hecho esto, vuelves a probar si el repetidor inalámbrico ya funciona bien y ofrece una buena velocidad para conectar otros aparatos.
Asegurarnos de que el cifrado es compatible
Otro punto importante es asegurarnos de que el cifrado que estamos utilizando sea compatible. Algunos dispositivos, especialmente los que son más antiguos, no admiten los cifrados más modernos como podrían ser WPA-2 o, el más reciente, WPA-3.
En caso de que nuestro router Wi-Fi esté utilizando un cifrado de contraseñas que no sea compatible con el repetidor inalámbrico podríamos tener problemas para conectarnos a la red. Podemos cambiar a otro cifrado más antiguo, aunque hay que tener en cuenta que eso podría afectar a nuestra seguridad. No es aconsejable utilizar cifrados obsoletos como el WEP, aunque es cierto que si utilizamos equipos más antiguos podrían ser compatibles solo con estos.
Como consejo relacionado con el cifrado Wi-Fi, debes utilizar siempre el más reciente dentro de la compatibilidad con tus dispositivos. Hoy en día el más actual y seguro es WPA-3, pero también funciona muy bien WPA-2 y podrás proteger tu router Wi-Fi de posibles entradas de intrusos.
Evitar intrusos en la red
¿Tenemos intrusos en la red? Esto lógicamente podría afectar al rendimiento de los aparatos conectados. Puede afectar al router, pero también a cualquier otro dispositivo como es el caso de amplificadores Wi-Fi. De ahí que debamos comprobar en todo momento si nuestro aparato ha podido ser atacado y sufrir alguna vulnerabilidad.
Siempre es importante proteger el router correctamente, cifrar las redes inalámbricas con contraseñas que sean seguras, únicas y evitar mantener los valores que vienen de fábrica. Si tenemos problemas con estos dispositivos podría deberse a fallos de seguridad. Debemos por tanto asegurarnos de que no hay intrusos y de que están protegidos adecuadamente.
Es esencial cifrar el acceso al aparato correctamente. No solo hay que centrarse en la contraseña del Wi-Fi, sino también en la clave para poder acceder. Debe contar con letras (tanto mayúsculas como minúsculas), números y también otros símbolos especiales para poder lograr que sea lo más compleja posible y evitar así que pueda ser averiguada fácilmente a través de herramientas de fuerza bruta. Es una barrera de seguridad que no puede faltar y no debemos dejar ninguna brecha.
Cambiar el canal Wi-Fi
Tu problema de conexión a Internet podría deberse a la interferencia de otros dispositivos en la misma red, esto suele suceder cuando hay alguna otra señal que usa el mismo canal inalámbrico que tu dispositivo. Por lo que no te quedaría otra opción que entrar en su configuración y cambiar el canal de la red inalámbrica.
Por lo que, al final, solo necesitas cambiar el canal inalámbrico y conectarte a un canal que no esté tan concurrido como el que estás usando en este momento, esto debería solucionar sus problemas de Wi-Fi. No es de los problemas más graves, pero sí que puede ser habitual.
La mayoría de routers ya tienen, en su configuración, un ajuste que nos deja escanear todos los canales, pudiendo elegir, por sí mismo, el que menos interferencias tiene de manera automática, para no estar pendiente de él, ni de probar uno a uno todos.
Vacía la caché de DNS
Si estás utilizando un ordenador portátil o un PC y el problema de la conexión a Internet persiste, te sugerimos que vacíes tu caché de DNS, si recientemente cambiaste el servidor DNS que usas, este paso es crucial para optimizar tu conexión a Internet. Para vaciar la caché de DNS, solamente deberás mantener presionado el botón de Windows y la tecla «R» y escribir «cmd”, también puedes escribir «cmd» en la barra de búsqueda del menú Inicio para obtener los mismos resultados.
Una vez que hayas escrito eso, presiona «enter» y se abrirá el símbolo del sistema, escribe «ipconfig /flushdns» en el símbolo del sistema y presiona enter, después de esto, deberías recibir un mensaje que indica que has vaciado correctamente la caché de DNS, tu Internet debería comenzar a funcionar después de esto.
Utiliza un antivirus
La mayoría de las personas ni siquiera tienen esto en cuenta, pero el uso de una aplicación o software antivirus en tu dispositivo puede mejorar enormemente tu conexión a Internet. Eso es porque los virus y otros archivos maliciosos pueden causar todo tipo de problemas con tu conexión o incluso pueden directamente dejarte sin ella.
Por otro lado, si su firewall ya está habilitado y tiene un programa antivirus y aún tiene problemas con su conexión a Internet, le sugerimos que deshabilite el firewall. También deberá deshabilitar la aplicación antivirus en su dispositivo, tal vez incluso elimine la aplicación por completo si está utilizando un teléfono inteligente.
Comprobar si el problema es del dispositivo
Tal vez el problema no sea del repetidor Wi-Fi, sino del dispositivo desde el que estamos intentando acceder. Por ello podemos probar y ver si tenemos desactualizada la tarjeta de red, hay algún conflicto con el software o nuestro equipo está infectado por algún tipo de malware. Todo esto puede influir y podría afectar a la conexión inalámbrica. Es algo que puede ocurrir en equipos de escritorio y también dispositivos móviles.
En el caso de Windows, para ver si tenemos actualizado el adaptador de red debes ir a Inicio, entras en Administrador de dispositivos, Adaptadores de red y allí seleccionas la tarjeta correspondiente. Tienes que hacer clic con el botón derecho del ratón y le das a Actualizar controlador. Esto permitirá que instales la última versión disponible, algo muy recomendable para evitar problemas de rendimiento y también de seguridad.
Respecto a ver si hay algún tipo de malware que pueda estar afectando al buen funcionamiento, puedes usar algún antivirus como Windows Defender. Esto te permitirá detectar amenazas o eliminarlas en caso de que tengas algún virus en el equipo y no lo sepas. Podría estar afectando al funcionamiento de la red y limitando la velocidad. Hay muchas más opciones, tanto gratuitas como de pago, pero siempre debes asegurarte de que la que vas a instalar funcione correctamente y sea una verdadera garantía.
Por tanto, si hemos visto que todos los pasos anteriores para evitar problemas con el repetidor inalámbrico no tienen ningún efecto, tal vez se trate del equipo desde el que estamos intentando acceder. Siempre podemos también probar a conectarnos por cable en vez de WiFi o, al contrario, según dónde hayamos experimentado el problema.
En definitiva, estos son algunos pasos que podemos llevar a cabo para resolver problemas de conexión con el repetidor Wi-Fi. Ya sabemos que son dispositivos muy utilizados hoy en día y que permiten que nos conectemos a Internet desde lugares más lejanos del router. Son muy útiles, pero también debemos tener en cuenta la importancia de protegerlos adecuadamente, tenerlos actualizados y usar el cableado adecuado.
Otros aspectos a tener en cuenta
No siempre es buena idea utilizarlo y no siempre es la alternativa que necesitas. Hay varios casos en los que usar un repetidor WiFi es una mala idea y totalmente desaconsejable proque no va a lograr que te conectes a Internet con una buena calidad o no vas a conseguir tener la velocidad esperada. Pero también hay otros aspectos a tener en cuenta que debemos barajar. Lo primero es qué hacemos si no es buena idea usar un amplificador y qué opciones o alternativas tenemos. Y si sí es buena idea, ¿en qué deberíamos fijarnos al comprar uno o al elegir el que vamos a instalar en nuestra casa o nuestra oficina?
¿Es buena idea usar un amplificador WiFi?
Cualquiera que compre un amplificador o repetidor WiFi, quiere hacerlo porque la cobertura o velocidad de la red inalámbrica en su casa no es buena. Lógicamente, nadie va a comprar un dispositivo como estos para que la red inalámbrica funcione peor, no obstante, si no tienes en cuenta ciertas cosas, es muy posible que te funcione aún peor que antes. Hay varios casos en los que utilizar un amplificador WiFi no es buena opción y debemos tener en cuenta otros aspectos fundamentales como puede ser un PLC o usar una red de malla o WiFi Mesh. En este caso, ¿cuándo no deberías utilizarlo?
- La zona en la que está no hay cobertura
El repetidor WiFi debe estar situado en una zona intermedia entre el router principal y la habitación donde no llegue buena cobertura. Si el repetidor no recibe buena señal del router, la velocidad que conseguiremos cuando nos conectamos a este repetidor será realmente baja, por lo que seguramente tengas muy buena cobertura, pero la velocidad real será muy baja, algo completamente normal.
- La velocidad no va a ser siempre la mejor
Debes tener en cuenta que utilizar un amplificador WiFi no va a hacer que la señal del router llegue más lejos tal y como sale del router. Esto no es así y si esperas que sea esta la función cuando lo compras verás que no tiene sentido y que vas a navegar mucho más despacio que si estás justo al lado del router o conectado al mismo por bueno que sea el repetidor. Cuando usamos un repetidor inalámbrico, la velocidad que conseguirán los clientes WiFi será del 50% respecto a si nos conectamos directamente al router. Esto se debe a la propia naturaleza de la red inalámbrica, y es completamente normal. Por este motivo, comprar repetidores que sean triple banda simultánea, e incluso cablear el repetidor, son dos cosas muy recomendables que deberías tener en cuenta.
- Repetidores doble banda o triple banda
Hoy en día, la gran mayoría de modelos de repetidores son de doble banda simultánea, por lo que pueden conectarse con el router en la banda de 5GHz que tiene un mayor ancho de banda, y repetir la señal en 2.4GHz y 5GHz. No obstante, los modelos de gama alta son triple banda, esto es perfecto para que tengamos una banda de frecuencias específicamente dedicada para la interconexión, y tener una muy buena velocidad.
Alternativas al repetidor
Como hemos dicho, hay casos en los que no te aconsejamos que el repetidor sea tu elección. Pero, ¿qué alternativas tenemos a un repetidor o amplificador Wi-Fi? Tenemos varias opciones, dependiendo de tu presupuesto y dependiendo de la situación concreta de tu red o tu router.
- Montar una red WiFi Mesh
Una de las mejores opciones que podemos usar como alternativa al amplificador o repetidor WiFi es una red de malla o WiFi Mesh. Podemos montar una red mallada donde los equipos sean doble banda o triple banda, con el objetivo de conseguir una mejor velocidad inalámbrica en todas las ubicaciones de nuestro hogar. Además, si tu casa está cableada, tendremos la mejor velocidad WiFi porque la interconexión de los nodos funcionará a través de la red cableada. La diferencia entre los nodos y los amplificadores WiFi clásicos es que estos son inteligentes así que no te conectarás al más cercano sino al que mejor señal va a darte.
- Cablear el repetidor desde el router
En las nuevas viviendas se suele tener tomas de red Ethernet en todas las habitaciones, si este es tu caso, es muy recomendable que conectes el repetidor Wi-Fi vía cable, y lo uses en modo AP, para no perder nada de ancho de banda. Lo cierto es que, de esta manera, conseguirás que la conexión a Internet sea mucho más estable, y más cuando la red inalámbrica no es lo suficientemente buena en tu hogar debido a los problemas de interferencias. De esta forma conseguirás que la señal que recibe el repetidor sea lo suficientemente buena como para conectarte al WiFi de tu casa de la mejor manera, al menos, en la habitación en la que está en funcionamiento.
- Comprar PLC
Los dispositivos PLC funcionan muy bien en ciertas instalaciones eléctricas, generalmente, en las nuevas instalaciones no funcionan del todo bien debido a que tenemos más diferenciales que en instalaciones antiguas, y esto hace que perdamos velocidad. Aun así, puede ser una buena alternativa al repetidor, especialmente si has probado varias opciones y ninguna te ofrece la conexión que esperabas tener en casa.
Cómo elegir un repetidor Wi-Fi
Siempre que tratamos de mejorar la red que tenemos en casa u oficina, los repetidores son una de las opciones principales que tenemos en mente. Pero lejos de ser una tarea realmente complicada, si hay algunos factores que debemos tener en cuenta a la hora de adquirir uno. Algunas de las cosas más importantes son:
- Compatibilidad: Debemos verificar que el repetidor es compatible con el router que tenemos en casa. Si por lo general no vamos a tener problema, siempre podemos asegurarnos mirando si utilizan la misma tecnología. Como puede ser 802.11ac o 802.11n.
- Velocidad: Estamos ante un punto crítico, y lo que va a definir que el dispositivo pueda aprovechar nuestra red o no. Este debe disponer de una capacidad acorde a la red que tenemos en casa, de lo contrario podríamos tener problemas en algunos aspectos como puede ser la reproducción de video u otras tareas que requieran de una buena velocidad. Elegir el adecuado, nos ayudará a sacar todo el potencial a nuestra red.
- Cobertura: La cobertura es lo que va a definir el alcance de la red que admita. Si necesitamos una zona muy amplia de cobertura, debemos buscar un dispositivo que cuente con las antenas lo suficientemente potentes para tal efecto. De lo contrario, se podría quedar corto, ya que debemos tener en cuenta los obstáculos.
- Seguridad: Todos los dispositivos dentro de una red deben disponer de las capacidades de seguridad adecuadas. Entre otras, es especialmente importante que cuente con los cifrados de contraseñas más actuales. Ya que actuarán como un punto independiente de nuestro router.
- Marca: No todas las marcas que nos podemos encontrar en Internet son iguales. En estos casos, hay algunas compañías que son sinónimo de calidad. Por lo cual sus productos suelen ser muy recomendados.
- Configuración: En este caso tenemos dos vertientes. Si buscamos dispositivos para nuestras casas, es probable que nos guste que sean simples de configurar. En cambio, si es para un ámbito profesional, pueden contener más opciones, y como tal serán más complejos.
Usar equipos de calidad
Utilizar repetidores Wi-Fi de buena calidad es fundamental para garantizar una conexión inalámbrica estable y de calidad en tu hogar u oficina. Con ello, vamos a mejorar algunos puntos que son muy importantes.
- Mejora de la cobertura: Los repetidores Wi-Fi de buena calidad están diseñados para amplificar y extender la señal de tu red inalámbrica. Tienen una potencia de transmisión más fuerte y una mejor capacidad de recepción, lo que resulta en una cobertura más amplia y una señal más fuerte en toda tu área de conexión.
- Mayor velocidad y rendimiento: Los repetidores de calidad están equipados con tecnologías avanzadas que mejoran la velocidad y el rendimiento de la conexión Wi-Fi. Utilizan antenas de alto rendimiento y tecnologías de amplificación de señal para optimizar la transferencia de datos, lo que se traduce en una conexión más rápida y estable.
- Estabilidad de la conexión: Los repetidores de buena calidad reducen la interferencia y minimizan las interrupciones en la señal. Esto se debe a su capacidad para eliminar el ruido y filtrar las señales no deseadas, lo que garantiza una conexión más estable y confiable. También cuentan con funciones avanzadas de roaming, que permiten una transición suave entre el router principal y el repetidor a medida que te desplazas por tu hogar u oficina.
- Configuración y administración sencillas: Los repetidores de calidad suelen venir con interfaces de usuario intuitivas y herramientas de configuración fáciles de usar. Esto te permite instalar y administrar el repetidor de manera eficiente, incluso si no tienes experiencia técnica. Además, muchos modelos ofrecen aplicaciones móviles que facilitan el monitoreo y control de tu red Wi-Fi.
- Compatibilidad con estándares Wi-Fi actuales: Los repetidores de calidad suelen cumplir con los estándares Wi-Fi más recientes, como 802.11ac o 802.11ax (Wi-Fi 6). Esto garantiza que puedas aprovechar al máximo las velocidades y características avanzadas de tu router principal, brindándote una experiencia Wi-Fi de vanguardia.
- Futura escalabilidad: Al invertir en repetidores de calidad, estarás preparado para futuras actualizaciones de tu red. Si en algún momento decides mejorar tu router principal o cambiar a un estándar Wi-Fi más nuevo, tus repetidores de calidad podrán adaptarse y aprovechar las nuevas tecnologías sin problemas.
Tal y como podéis ver, si piensas comprar un repetidor WiFi deberías tener muy en cuenta los pros y contraseñas, además, hay alternativas mucho mejores que te proporcionarán una mejor experiencia de usuario.