Aunque muchas veces las compañías nos obligan a devolverles el router cuando nos damos de baja de Internet, seguro que todos nosotros tenemos algún que otro router viejo por casa, un router que no nos obligaron a devolver y al que nos interese dar algún uso, como, por ejemplo, convertirlo en un punto de acceso para ampliar la cobertura del Wi-Fi para llegar hasta todos los puntos de nuestra casa. Sin embargo, aunque esto parezca una idea muy buena, sencilla y, sobre todo, barata, puede que en realidad no sea tan buena idea, es muy probable que, de hacerlo, tengamos problemas con nuestro Internet.
Los routers de hace ya unos años ya tuvieron su vida útil, y, aunque puedan seguir funcionando, las cosas han cambiado enormemente en los últimos años, tanto en torno a la velocidad y el rendimiento de Internet como en lo relacionado con la seguridad. Por ello, si estamos pensando en utilizar un router viejo para ampliar nuestro Wi-Fi, antes de nada debemos analizar con calma las ventajas y los inconvenientes que supone esto.
Ventajas de usar un router viejo como repetidor o punto de acceso Wi-Fi
La primera ventaja de dar una segunda vida a nuestro router viejo y convertirlo en un repetidor Wi-Fi es, sin duda, el precio. Si tenemos el router guardado en casa o en el trastero no tenemos que invertir ningún dinero para comprar un nuevo repetidor, un nuevo router u otras tecnologías como PLC para llevar nuestro Wi-Fi a todos los puntos de la casa. Además, reutilizar estos dispositivos nos ahorrará tener que tirar un cable por toda la casa para poder conectar los ordenadores y dispositivos más alejados. Os recomendamos leer nuestro tutorial sobre cómo usar un router viejo como punto de acceso y ampliar WiFi.
Inconvenientes de usar un router viejo como repetidor o punto de acceso Wi-Fi
Sin embargo, el número de inconvenientes de reutilizar este tipo de dispositivos es bastante superior al número de ventajas que podemos encontrar. El primero de los inconvenientes que debemos destacar es que no todos los routers viejos pueden utilizarse como puntos de acceso Wi-Fi, ya que en la mayoría de las ocasiones el ISP bloquea el firmware para que solo pueda utilizarse como router con la propia compañía, y nada más. Hay limitaciones al usar un repetidor Wi-Fi.
Si tenemos suerte, es posible que podamos instalar un firmware alternativo a nuestro router, como OpenWRT o DD-WRT, y en ese caso sí podremos sacar todo su potencial y configurarlo de esta manera.
Una vez destacados los problemas de software, llegamos a otras limitaciones por las cuales no vamos a poder hacer nada. Si tenemos una conexión de fibra de 300 Mbps, 600 Mbps, o incluso más, ni por asomo vamos a poder alcanzar estas velocidades con un router viejo colocado en modo repetidor. Además de que estos routers no fueron fabricados pensando en estas velocidades, los protocolos que utilizan son más bien antiguos, seguramente Wi-Fi b/g, o, con suerte, b/g/n, por lo tanto, a través de Wi-Fi va a ser imposible conseguir estas velocidades. Además, las conexiones Ethernet seguramente sean Fast Ethernet, estando limitada la conectividad por cable a 100 Mbps.
No podemos hacer nada por evitar las anteriores limitaciones de los routers viejos, y, por desgracia, tampoco son las únicas. Además de incompatibilidad con los nuevos protocolos y estándares, los routers viejos seguramente tendrán graves fallos de seguridad conocidos, fallos que, al no tener ya soporte, no serán solucionados y pueden poner en jaque la seguridad de toda nuestra red.
Entonces, ¿cuál es la mejor forma de ampliar nuestro Wi-Fi?
Si tenemos ADSL, o no nos importa perder mucha velocidad en el router repetidor, podemos usarlo, teniendo en cuenta los problemas de seguridad. Sin embargo, si realmente queremos aprovechar toda la velocidad mucho mejor que un router viejo es comprar un router nuevo, de gama alta, que ofrezca Wi-Fi 5 Ghz y tarjeta de red Gigabit Ethernet para poder aprovechar mejor las altas velocidades de las conexiones modernas.
Como alternativa a un router de gama alta siempre podemos optar por otras tecnologías, como tirar cable por la casa (a la larga, la mejor y más barata), comprar un sistema Wi-Fi Mesh e incluso un PLC de gama alta que nos permita llevar por la red eléctrica el Internet por toda la casa.
¿Cómo tienes montada tu red? ¿Utilizas un router antiguo como punto de acceso?