Hay que ver lo fácil que uno se acostumbra a lo bueno. El otro día lo pensaba, que sería prácticamente imposible completar una jornada de trabajo con la tecnología que disponíamos hace 10 años sin desesperarse. Los tiempos de espera en la navegación o la respuesta de los dispositivos lo es todo, y algo a lo que te acostumbras fácilmente. Con los asistentes virtuales, sucede algo parecido. Hace unos años sería impensable tener una ayuda para el día a día como Alexa, y hoy, somos capaces de detectar si tarda demasiado en contestar.
Por eso, aquí te dejo con las mejores formas de acelerar Alexa si notas que sus respuestas tardan demasiado en llegarte, o no estás contento con la agilidad de tu asistente virtual. Como si de un entrenamiento se tratara, mira estas opciones para hacer que tu asistente sea más rápido.
Comprueba la conexión a Internet
La mayoría de las veces, la lentitud de Alexa está relacionada con problemas de conexión a Internet. Por eso, el primer paso es asegurarte de que tu red funciona correctamente. Haz una prueba de velocidad desde tu móvil o portátil conectado al Wi-Fi. Si notas que la conexión es lenta, puede que sea hora de reiniciar el router. Desconéctalo durante 30 segundos, vuelve a conectarlo y comprueba si mejora el rendimiento.
Además, si hay muchos dispositivos conectados a la red, pueden estar compitiendo por el ancho de banda. Piensa en desconectar temporalmente los que no estás usando o prioriza a Alexa desde las opciones de configuración de tu router, activando la función de calidad de servicio (QoS). Esto asegurará que Alexa reciba más ancho de banda y, por tanto, responda más rápido.
Mejora la señal Wi-Fi para dispositivos alejados del router
A veces, el problema no es el Internet en sí, sino que el dispositivo Echo está demasiado lejos del router. Si esto ocurre, Alexa podría tener dificultades para conectarse a la red, especialmente si hay paredes gruesas o interferencias. La solución más sencilla es acercar el dispositivo Echo al router, pero si no es posible, considera usar un extensor de Wi-Fi o un sistema de malla. Esto mejorará la cobertura y eliminará zonas muertas en la señal.
Otro consejo es reducir las interferencias de dispositivos electrónicos, como microondas o monitores de bebés, que suelen funcionar en la misma frecuencia que el Wi-Fi. Mantén tu Echo alejado de estos aparatos para evitar problemas.
Reinicia y actualiza tu dispositivo Echo
Si ya has comprobado la conexión y el problema persiste, un buen reinicio puede ser la clave. Desconecta el Echo de la corriente, espera unos 30 segundos y vuelve a enchufarlo. Este sencillo paso ayuda a eliminar errores temporales que puedan estar ralentizando el dispositivo.
Además, asegúrate de que el software del Echo está actualizado. Normalmente, las actualizaciones se instalan automáticamente, pero puedes pedirle a Alexa que busque actualizaciones diciendo: «Alexa, busca actualizaciones». Si hay algo pendiente, sigue las instrucciones para instalarlo.
Restablece tu Echo si nada funciona
Si después de todo Alexa sigue sin responder como debería, puede ser el momento de restablecer el dispositivo a su configuración de fábrica. Desde la aplicación de Alexa, selecciona el Echo en cuestión, ve a la opción de configuración y elige «Restablecer configuración de fábrica». Este paso eliminará cualquier error persistente, pero tendrás que configurarlo nuevamente, así que asegúrate de tener tu red Wi-Fi y contraseña a mano.
Un Alexa rápido y eficiente no solo mejora tu experiencia diaria, sino que también hace que toda tu casa inteligente funcione mejor. Asegúrate de mantener tu red Wi-Fi optimizada, reinicia tus dispositivos de vez en cuando y mantén todo actualizado. Con estos consejos, tu asistente personal estará siempre listo para responderte en tiempo récord.