Reducir el consumo de gas este invierno pasa por hacer un uso adecuado de la calefacción, no poner la calefacción demasiado alta, usar un termostato inteligente por WiFi para controlar el encendido y apagado, o realizar el mantenimiento adecuado a la caldera de gas son algunos consejos muy importantes para no elevar el consumo de gas y poder ahorrar. Puede que nuestro principal error o despiste sea pasar por alto algunos aspectos básicos de nuestro día a día con los que podemos ayudar a calentar la casa. Si sigues estos consejos llegarás a reducir el precio de la factura de gas sin pasar una gota de frío.
Consejos para ahorrar en la calefacción por gas
La calefacción por gas en las casas consiste en calentar agua por un circuito cerrado donde hay radiadores de agua, estos radiadores son de alta temperatura, por lo que la caldera de gas la tendremos configurada en unos 65ºC aproximadamente. Si quieres algunos consejos para ahorrar lo máximo posible, a continuación, tienes todos los detalles.
Aislamiento de puertas y ventanas
Lo primero que tenemos que hacer a la hora de evitar un uso excesivo de la calefacción es evitar que entre el frío en casa. Para eso es fundamental que contemos con un sistema de aislamiento óptimo de puertas y ventanas. Si cuentas con ventanas antiguas, quizás sea un buen momento para sustituirlas por otras nuevas de aluminio o PVC. Además del material de nuestras ventanas, también es importante que mantengamos las zonas de entrada y salida de aire cerradas.
Por ejemplo, a la hora de ventilar la casa no exceder los 10 minutos diarios. De esta forma evitarás que el aire caliente generado dentro de casa se escape.
Reduce el tiempo en la ducha
A todos nos cuesta entrar a la ducha, pero cuando estamos ya dentro nos gusta pasar tiempo debajo del chorro y disfrutar de la sensación de confort que nos proporciona el agua caliente. Sin embargo, esta acción está haciendo que nuestra factura del gas se encarezca, ya que la caldera estará calentando agua con la máxima rapidez posible, ya que el agua calienta sanitaria tiene prioridad sobre la calefacción de casa.
Evitar este gasto elevado es tan fácil como sustituir los baños por duchas rápidas de manera que la caldera utilice menos agua. Un truco que además de ayudarte ahorrar en gas, también conlleva un ahorro en el gasto de agua.
Consumo eficiente
Muchas veces pasamos por alto que estamos en invierno y queremos seguir paseando por casa con ropa de verano. Esta costumbre nos lleva a subir la temperatura del termostato, y con ella, la cantidad que pagaremos a final de mes de nuestra factura de gas. Evitar este aumento en nuestra factura es tan sencillo como abrigarnos con ropa que nos proporcione calor como los calcetines de lana y los albornoces de rizo.
También podemos aprovechar el calor que la casa nos proporciona para evitar encender tanto tiempo la calefacción. Por ejemplo, si has cocinado algo en el horno aprovechar el calor que emana del interior abriendo la puerta. Otra forma de calentar la casa es utilizando el calor generado después de la ducha, el vapor hará que suba un poco la temperatura, aunque también la humedad.
Aunque la luz está por las nubes, quizás gastes menos utilizando una estufa eléctrica si no necesitas calentar la casa entera. De esta manera, solo calentarás la habitación en la que estés, por lo que el tiempo que permanezca encendida la estufa será menor que el que necesitas para calentar toda la casa si tuvieras que usar la calefacción por gas. Siempre puedes usar la domótica para ahorrar energía, pero es fundamental elegir bien a qué banda del Wi-Fi conectar los aparatos.
Radiadores en buen estado
Un error muy común es no poner a punto los radiadores para la temporada de invierno. El mal funcionamiento de uno de ellos puede suponer que no trabaje bien y, por consiguiente, que tarde más en calentar la casa, teniendo que estar más tiempo encendida la calefacción con el gasto que eso supone. Nuestro consejo es que purgues los radiadores antes de tener el frío encima. Con este simple gesto, que puedes hacer tú mismo, comprobarás que no hay aire acumulado en el interior del radiador, por lo que será más eficiente.
Nuestra recomendación es que compres purgadores automáticos de aire, con el objetivo de que no tengas que estar sacando el aire de manera manual, tienen un coste de unos 8 euros por cada radiador y te permitirán quitar el aire del circuito sin que tengas que hacer nada.
Como ves, no se tratan de recetas mágicas, sino simples gestos del día a día a coste cero los que pueden llevarte a ahorrar en tu factura del gas. Unos trucos que solo conlleva interiorizarlos y ponerlos en práctica para disfrutar de un invierno calentito sin sorpresas a final de mes.