En estos casos la domótica hará que se dispare tu consumo de luz: no cometas errores
La domótica puede ser muy útil en el día a día de una vivienda, ya que puedes controlar aparatos de forma remota, automatizar tareas o incluso gastar menos energía. Pero, ¿podría volverse en contra y consumir mucha electricidad? Lo cierto es que sí, siempre que cometas ciertos errores y no hagas un buen uso de los aparatos. En este artículo vamos a hablar de ello. Te vamos a explicar por qué la domótica puede hacer que se dispare tu factura.
El objetivo es que puedas realizar cambios y ajustes que te ayuden a gastar menos. Si tienes aparatos inteligentes, utilizarlos de forma adecuada será fundamental. A veces, solo con que cambies algunos aspectos esenciales, podrás ahorrar dinero cada mes. Dependerá de ti gestionar correctamente estos equipos.
Por qué la domótica puede gastar más luz
Aunque una de las ventajas de la domótica sea ahorrar luz, habrá ocasiones en las que podría darse el caso contrario. Es ahí cuando deberías tomar ciertas medidas y reducir el consumo de electricidad.
Aparatos encendidos, aunque no los uses
Lo más básico, lo que hará que el consumo de energía aumente, es tener aparatos encendidos que realmente no necesitas. Podrían ser dispositivos que no usas frecuentemente, pero que siempre los tienes ahí, conectado a la corriente. Esto es un error, puesto que estaría consumiendo recursos de forma innecesaria.
Lo ideal es que solo tengas encendidos los dispositivos que realmente necesitas o vas a necesitar en un momento dado. Todo aquello que solo uses de forma periódica, deberías tenerlos apagados durante ese tiempo, hasta que los vayas a usar.
No obstante, la domótica también te puede ayudar a tener encendido solo aquello que necesitas. Podrías usar una regleta inteligente y seleccionar qué aparatos quieres que estén encendidos en cada momento, lo que evitará tenerlos siempre consumiendo electricidad.
Mala configuración de la automatización
Una de las ventajas de tener una vivienda domotizada, es que vas a poder automatizar muchas cosas. Por ejemplo, podrías encender el aire acondicionado o la calefacción cuando la vivienda alcanzar una temperatura. Esto puede ser útil, ya que mantiene una buena climatización y no tienes que estar pendiente de encender o apagar aparatos.
Sin embargo, podrías tener configurado el termostato para que siempre encienda el aire o la calefacción, a ciertas horas, aunque no estés en casa. Por ejemplo, lo podrías tener configurado para que encienda la calefacción cuando la temperatura de fuera baja de 10 grados. Pero, ¿y si ese día estás fuera de casa? Estarías derrochando energía.
Es importante siempre que revises bien la configuración de los aparatos que permiten automatización. De esta forma, aprovecharás realmente esa función y no actuarán de forma indebida, lo cual va a derivar en un consumo excesivo y sería lo contrario a lo que buscamos.
Utilizas un exceso de funciones
Los aparatos inteligentes pueden tener muchas más funciones y características que uno tradicional. Eso puede ser positivo, pero también negativo si nos centramos en el consumo de energía. ¿Qué podría ocurrir? Tal vez estés utilizando funciones que realmente no necesitas, para tareas sencillas.
En muchos casos, podrás configurar exactamente qué funciones quieres que estén disponibles en esos aparatos inteligentes. Asegúrate de que solo habilitas las que realmente necesitas. Todo lo que pueda ser prescindible, deberías evitarlo y así ahorrar en la factura de la luz.
Un ejemplo sencillo son los dispositivos inteligentes que puedes conectar por cable y Wi-Fi y los usas solo de forma alámbrica. No sería necesario que tengas habilitado el Wi-Fi y esté continuamente buscando red. Simplemente desactivas esa función y en caso de que la necesites en un futuro, pues la vuelves a habilitar.
No tienes en cuenta los ajustes
No necesitas que los dispositivos funcionen al máximo. Pro ejemplo, puede que tengas bombillas inteligentes y puedas configurar la luminosidad. No necesitas que estén al 100%, ya que posiblemente puedas bajarlo, al menos, en muchos momentos del día. Esto te ayudará a consumir menos energía.
Lo mismo con la potencia de cualquier otro aparato inteligente, como podría ser un lavavajillas, una lavadora que tenga Wi-Fi, etc. Todo vas a poder ajustarlo, de cara a disminuir el consumo.
Por tanto, si tienes tu casa domotizada es importante que evites cometer errores. Asegúrate de tener bien configurados los aparatos y no descuides ciertos detalles que podrían afectar al gasto de electricidad.