El router es una parte muy importante de la conexión de Internet. Si no funciona bien, puedes notar que la velocidad disminuye, puede que aparezcan cortes o incluso problemas para conectar algún aparato. En ocasiones, es necesario realizar algunos ajustes. Especialmente, es importante cuando vamos a conectar más cosas a la red. En este artículo, te damos algunas recomendaciones que pueden ser útiles.
El objetivo es que puedas lograr una velocidad de Internet adecuada, sin cortes y puedas conectar muchos aparatos al mismo tiempo. Vas a ver que puede que tu router necesite algunos cambios para adaptarse al nuevo año, a nuevas necesidades que puedas tener en tu día a día.
Cambios en el router
Tal vez tengas el mismo router desde hace ya unos años. Es posible que nunca hayas cambiado nada de su configuración, ni lo hayas puesto en otro lugar y ni siquiera hayas cambiado la contraseña. Puede ser buen momento de hacer todo esto, ya que cada vez tenemos más aparatos conectados y las necesidades son distintas.
Busca otra ubicación
Un primer paso, algo que puede ser muy útil para tu día a día, es cambiar la ubicación del router. Asegúrate de que lo tienes en un lugar en el que puedas aprovecharlo al máximo. Sin duda, es uno de los factores más determinantes para lograr una buena velocidad y estabilidad al usar la red Wi-Fi.
Por ejemplo, evita poner el router cerca de un muro o pared gruesa. Tampoco deberías ponerlo cerca de lugares en los que haya muchas interferencias, como son dispositivos que usen el Bluetooth. Además, conviene que lo pongas en un espacio donde vayas a conectar más equipos.
Puedes utilizar aplicaciones que permiten crear un campo de calor, para determinar cuáles son las mejores zonas, en las que hay mejor y peor cobertura, y así adaptar la ubicación. A veces, simplemente con realizar pequeños cambios, podemos lograr una mejora significativa a la hora de lograr una conexión inalámbrica de calidad.
Revisa la contraseña
También es esencial que revises cuál es la contraseña del router. No solo nos referimos a la clave del wi-Fi, sino también a la contraseña para acceder a la configuración del aparato. Tal vez no las hayas cambiado nunca, lo cual puede ser un problema importante para tu seguridad. Evitar intrusos, es fundamental.
Esa contraseña nueva debería ser totalmente aleatoria. Asegúrate de que no utilizas palabras fáciles de averiguar, fechas y similares. Una buena clave es aquella que tiene letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales. No utilices cosas como tu nombre o fecha de nacimiento, ya que va a ser lo primero que probarán los posibles intrusos.
Comprueba si está bien configurado
¿Tienes bien configurado el router? ¿Aprovechas al máximo todas las funciones que tiene? Por ejemplo, es clave usar la doble banda, utilizar un canal que no esté saturado o aprovechar la priorización de tráfico y conectar así algunos aparatos que puedan requerir de una mayor velocidad o estabilidad.
Según qué necesites, deberías realizar diferentes ajustes. Siempre puedes entrar en la configuración del router y ver qué te interesa cambiar. Normalmente, para ello tienes que ir a la puerta de enlace predeterminada, que suele ser 192.168.1.1, y poner los datos correspondientes para entrar.
Actualízalo
Un clásico de los errores que cometemos con el router, es dejarlo desactualizado. Como cualquier dispositivo, es importante contar con las últimas versiones. Esto ayuda a evitar problemas, aprovechar las últimas mejoras disponibles y, en definitiva, conseguir que funcione lo mejor posible.
Actualizar el firmware del router, es algo que deberías hacer tanto si tienes problemas, como simplemente por prevenir que aparezcan. Según el modelo, tendrás que acceder a la configuración o bien descargar la última versión de forma manual e instalarla. Te recomendamos que, de forma periódica, revises si tienes o no la última versión del firmware instalada.
En definitiva, estos son algunos cambios útiles que podrías realizar en tu router para evitar problemas. El objetivo es lograr un funcionamiento óptimo, con buena velocidad y estabilidad. Si ves que la conexión no va bien, siempre puedes observar la configuración y ver hasta qué punto todo está correcto o, por el contrario, conviene realizar algún cambio y lograr así una mayor calidad en la red.