Tener tu propia nube privada, puede ser muy útil para alojar archivos de todo tipo y tenerlos siempre disponibles. Esto te ayudará a crear copias de seguridad, liberar espacio de otros dispositivos o incluso intercambiar documentos entre varios equipos. Pero, ¿puedes convertir tu router en una nube? Te vamos a hablar de qué necesitas para que esto sea posible. Vas a ver que es una opción que puedes tener en cuenta.
Básicamente, lo que vas a hacer es crear tu propio servidor NAS. Un dispositivo que va a estar permanentemente conectado a la red y al cual vas a poder subir archivos y tenerlos disponibles desde cualquier sitio. A diferencia de usar plataformas como Google Drive o Dropbox, los archivos siempre van a estar en tu poder.
Convertir el router en una nube
Esto lo puedes hacer con tu router, siempre y cuando cumpla una serie de características que vamos a mencionar. Si están presentes, vas a poder fácilmente compartir datos entre dispositivos o tener esas copias de seguridad disponibles para volcar la información cuando lo necesites.
Software compatible
Lo primero necesario es tener un software compatible. No todos los routers van a poder funcionar como servidor NAS, por lo que no podrás tener tu propia nube privada de esta forma. Debes observar bien que el software sí que admita esta configuración y así poder utilizar este tipo de almacenamiento. Para ello, puedes acudir a la página web oficial del fabricante, buscar el modelo y ver allí las características. También podrías realizar una búsqueda en Internet, en foros especializados, donde podrás encontrar incluso información sobre cómo configurarlo. Por ejemplo, podría contar con soporte para DLNA.
Si el router tiene un puerto USB, generalmente va a tener un firmware que soporte alguno o todos de los siguientes protocolos:
- Servidor SMB: este protocolo nos permitirá acceder al router vía Samba, de esta forma, podremos leer y escribir archivos en el almacenamiento USB que hayamos conectado. Es posible que el firmware soporte solamente SMB1, así que tendrás que activarlo específicamente en tu equipo Windows, ya que no se considera seguro. Si el router es de gama media-alta y tiene el firmware actualizado, seguramente soporte SMB2, así que no tendrás problemas ni tendrás que configurar nada.
- Servidor FTP: este protocolo nos permite acceder al almacenamiento del router a través del popular protocolo FTP, tanto de forma local como de forma remota, siempre que habilitemos el soporte para WAN. Por seguridad, los routers no activan el servidor FTP de cara a Internet, a no ser que lo actives tú de manera manual. Si quieres acceder desde fuera de tu red local, tendrás que activarlo obligatoriamente.
Dentro del soporte del servidor FTP, tenemos la posibilidad de activar el FTPES, es decir, incorpora cifrado punto a punto usando TLS, con el objetivo de que tanto la autenticación en el servidor, como los datos transferidos, vayan totalmente cifrados para evitar problemas de seguridad. No todos los routers soportan esto, además, solamente los modelos de gama alta permiten usar FTPES sin pérdida de velocidad, al incorporar un procesador con aceleración de cifrado por hardware.
Puerto USB
También es necesario que tenga puerto USB. Vas a conectar alguna unidad de almacenamiento, que será donde guardarás todos los archivos. Una vez conectes ese dispositivo, ya podrás acceder de forma remota, a través del software que hayas confirmado, para controlar los archivos. Lo ideal sería que tenga USB 3.0, ya que de esta forma la velocidad será mayor. Podrás intercambiar archivos con mayor celeridad, sin que eso pueda suponer un tiempo demasiado prolongado.
Debes tener en cuenta que, al usar el USB 3.0 del router de forma intensiva, el procesador principal tendrá que trabajar bastante, así que es posible que se ralentice el rendimiento global de toda la red. Dependiendo de la potencia del router y su procesador, lo notarás bastante o directamente ni te darás cuenta.
Buena capacidad de hardware
Otro factor a tener en cuenta, es la capacidad a nivel de hardware de ese router. Es clave que sea bueno, que tenga una memoria RAM suficiente, un procesador potente y, en definitiva, que pueda gestionar bien ese intercambio de archivos cuando necesites acceder a la nube privada desde otros equipos. Podrías tener un router compatible a nivel de software, pero tener un hardware muy limitado. Aunque no signifique que no funcione en absoluto, sí que podrías tener dificultades en tu día a día y notar bastantes limitaciones que terminarán afectándote. Por tanto, revisa bien el hardware de ese modelo que vas a utilizar.
Algunas marcas que disponen de un firmware muy completo en cuanto a convertir el router en un NAS, son ASUS, AVM con sus FRITZ!Box, NETGEAR o TP-Link, así que os recomendamos estas marcas si quieres aprovechar esta función al máximo. Gracias al firmware incorporado, no solamente tendremos una compartición básica vía Samba, sino que podemos crear diferentes usuarios con diferentes permisos de lectura y escritura, para que así podamos configurar en detalle los accesos de los usuarios, y que no tengamos problemas de privacidad.
En definitiva, si quieres convertir tu router en un servidor NAS, es importante que cuente con ciertas características para que esto sea posible. Básicamente, necesitas que sea compatible a nivel de software y hardware, para poder conectar una unidad de almacenamiento y configurarlo correctamente. También es muy importante que el puerto USB 3.0 sea capaz de proporcionar una potencia de hasta 8W aproximadamente, para que los discos duros externos de 2,5» que no tienen alimentación, funcionen adecuadamente, porque no todos funcionan bien debido al alto consumo que se realiza a través del puerto USB. Nuestra recomendación es que compres una carcasa de discos duros con alimentación adicional, para que no tengamos este problema.