El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) establece que, si usas cámaras de videovigilancia, debes informar claramente a las personas de que están siendo grabadas. Para ello, es obligatorio utilizar un cartel de zona videovigilada que cumpla con ciertos requisitos legales. Si vas a instalar una cámara IP en zonas exteriores de tu hogar, como en un patio o un jardín, es muy recomendable que también pongas este tipo de carteles para evitar cualquier posible denuncia o queja a la Agencia Española de Protección de Datos.
La instalación de cámaras IP, en la mayoría de casos, requiere que se ponga un cartel indicando que la zona está videovigilada. Excepto dentro de los domicilios particulares, es necesario poner este tipo de carteles para avisar que se está grabando, y así cumplir a rajatabla con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
¿Qué es un cartel de zona videovigilada y por qué es obligatorio?
Imagina entrar en una tienda, un edificio o un parking y no saber que estás siendo grabado. Esto no solo sería molesto, sino que también vulneraría tu privacidad. Por eso, el RGPD y la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) exigen que cualquier lugar con cámaras de seguridad informe de manera visible a las personas sobre su uso.
El objetivo principal de este cartel es garantizar la transparencia: las personas tienen derecho a saber quién es el responsable de esas grabaciones, por qué se hacen y cómo pueden ejercer sus derechos de protección de datos.
¿Cómo rellenar un cartel de zona videovigilada paso a paso?
Rellenar el cartel de videovigilancia puede parecer complicado, pero siguiendo estos pasos te asegurarás de hacerlo correctamente. La propia Agencia Española de Protección de Datos nos proporciona un PDF con el cartel que debemos rellenar, imprimir y poner en la ubicación final.
Identifica al responsable del tratamiento de datos
El primer paso es indicar claramente quién gestiona las grabaciones. Puede ser una empresa, una comunidad de propietarios e incluso una persona particular. Por ejemplo:
- «Comunidad de Propietarios Edificio Sol Nº 15»
- «Supermercados XYZ S.L.»
Este dato debe ser preciso y fácil de entender, es muy importante poner tu nombre y dos apellidos en el caso de que sea una persona física quien se encargue del tratamiento de los datos. Lo habitual en comunidades de propietarios y empresas, es que pongamos la persona jurídica y no la persona física.
Incluye datos de contacto
El cartel debe proporcionar un medio para que las personas puedan ejercer sus derechos, como acceder a las grabaciones en las que aparezcan. Aquí puedes incluir:
- Una dirección postal: «Calle Ejemplo, 123, Madrid.»
- Un correo electrónico: «datos@ejemplo.com.»
- Un teléfono de contacto, opcional pero recomendable.
Lo más habitual es poner tanto la dirección física, como también un contacto por correo electrónico. Si pones el teléfono de contacto también sería muy deseable, pero eso te podría traer problemas por proporcionar tu número y que lo pueda ver todo el mundo.
Añade información adicional sobre protección de datos
Es fundamental incluir un enlace o referencia donde las personas puedan obtener más detalles sobre cómo se gestionan sus datos. Esto suele ser un enlace a la política de privacidad de la empresa o entidad. Por ejemplo:
- «Más información en: www.ejemplo.com/politica-privacidad.»
En el caso de hacerlo para casa, lo normal es que se ponga solamente la parte de contacto, o bien que todas las grabaciones se eliminarán en un mes, y de esta forma, te estarás cubriendo de posibles sanciones.
Asegúrate de que el cartel sea visible
No sirve de nada tener toda esta información si el cartel no está en un lugar visible. Debe colocarse antes de que las personas entren en el área vigilada. Por ejemplo, en la entrada principal del edificio, tienda o parking. Además, el texto debe ser claro y legible, no podrás poner fuentes de letra que sean extrañas y que no se lean nada bien, así que hay que cuidar bastante tanto la redacción como la fuente de letra etc.
Tal y como podéis ver, rellenar este tipo de carteles es realmente sencillo.
Consecuencias de no cumplir con el RGPD
No colocar el cartel o no completarlo correctamente puede resultar en sanciones económicas importantes por parte de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Estas multas pueden oscilar desde unos pocos cientos de euros hasta cantidades mucho más elevadas, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, el daño reputacional puede ser significativo, especialmente para empresas y comunidades de vecinos.
Un posible ejemplo de una infracción común, es si un comercio instaló cámaras sin colocar los carteles correspondientes ni informar sobre el tratamiento de datos. Tras una denuncia, la AEPD puede imponer una multa de 3.000 € por incumplir con las obligaciones del RGPD. Aunque pueda parecer un trámite más, cumplir con el RGPD no solo evita sanciones, sino que también genera confianza. Los clientes, empleados y visitantes valoran mucho que se respeten sus derechos y su privacidad. Además, demuestra un compromiso ético y profesional. Es muy importante tener en cuenta todos los consejos anteriores para evitar las multas, de todas formas, a nivel doméstico, lo normal es que primero la AEPD avise de que se está cometiendo una infracción, y que la solucionemos si no queremos ser multados, y si lo hacemos no nos llegará ninguna sanción.
Cumplir con el RGPD no es complicado si sigues los pasos adecuados. Un cartel de videovigilancia correctamente rellenado es clave para garantizar la transparencia y el respeto a la privacidad de las personas. Así que, si tienes cámaras de seguridad, asegúrate de informar de manera clara y visible. Con ello, no solo evitas problemas legales, sino que también refuerzas la confianza de quienes interactúan contigo.