Descubrir que alguien ha entrado en tu correo electrónico es una sensación horrible. No solo por lo que te puedan robar, sino por esa angustia de no saber hasta dónde han llegado. Hoy te cuento lo que me pasó, cómo me di cuenta y, sobre todo, cómo logré recuperar el control. Nunca pensé que me tocaría a mí. Siempre he sido bastante cuidadoso con mis contraseñas, evito pinchar en enlaces raros y tengo el antivirus actualizado. Pero un día, de repente, empecé a ver cosas raras en mi cuenta de correo: correos enviados sin yo saberlo, notificaciones de accesos desde sitios que no reconocía… Y entonces lo confirmé: me habían hackeado.
No sabía exactamente por dónde empezar, pero fui actuando paso a paso. Aquí te explico todo lo que hice para recuperar mi cuenta, evitar más daños y, de paso, blindar mi bandeja de entrada para que no me vuelva a pasar.
Las primeras señales de que algo iba mal
Todo empezó con un mensaje de un amigo que me decía: “¿Me has enviado esto tú?”. El enlace que había recibido desde mi dirección era claramente sospechoso. Al revisar mi bandeja de enviados, vi correos que yo no había escrito. Luego llegaron los avisos de acceso desde ubicaciones extrañas. Esa fue la señal definitiva: alguien estaba dentro de mi correo.
Si te pasa algo así, no esperes ni un minuto. Cada segundo cuenta, porque el hacker puede estar intentando entrar en tus cuentas bancarias, tus redes sociales o en cualquier sitio donde hayas usado esa misma dirección de correo.
Lo que hice para recuperar el control
- Cambié mi contraseña al instante: lo primero fue bloquear el acceso al hacker. Elegí una contraseña nueva, larga, con números, símbolos y sin ningún tipo de patrón predecible. Nada de fechas de nacimiento ni cosas fáciles de adivinar.
- Activé la verificación en dos pasos (2FA): si tu proveedor de correo la permite, no lo dudes: es una de las mejores barreras que puedes poner. Así, aunque alguien tenga tu contraseña, necesitará un segundo código que solo tú puedes recibir.
- Revisé los dispositivos con acceso a mi cuenta: desde la configuración de seguridad, eliminé todos los inicios de sesión activos y cerré sesión en todos los dispositivos. Solo dejé mi móvil y mi ordenador.
- Analicé mi ordenador y móvil con antivirus y antimalware: por si el ataque venía de un archivo infectado, pasé un análisis completo a mis equipos. Detecté un troyano que, por lo visto, se había colado tras descargar una factura falsa. Lo eliminé y reinicié todo.
- Avisé a todos mis contactos: mandé un correo a amigos, familia y compañeros de trabajo explicando lo ocurrido, para que no abrieran mensajes sospechosos míos ni cayeran en enlaces o archivos maliciosos.
- Revisé todas mis cuentas importantes: cambié las contraseñas de bancos, redes sociales, plataformas de compra… especialmente donde tenía asociada esa cuenta de correo. Me aseguré de que no hubiera movimientos raros ni cambios en mis datos.
- Hice una copia de seguridad de mis correos: por si acaso el atacante había borrado algo importante, revisé la papelera y descargué lo que pude recuperar.
Consejos que me habría gustado saber antes
Después de pasar por esto, hay cosas que tengo muy claras y que creo que todos deberíamos aplicar ya:
- Usa contraseñas únicas para cada cuenta. Si usas la misma en varios sitios, un solo hackeo puede abrir la puerta a todo lo demás.
- No te fíes de los enlaces en correos sospechosos, aunque vengan de alguien que conoces.
- No publiques tu dirección de correo principal en redes sociales ni en sitios públicos.
- Instala siempre las actualizaciones de seguridad, tanto del sistema operativo como de tus apps.
- Y si puedes, usa un gestor de contraseñas. Te facilita mucho la vida y mejora tu seguridad.
Pasar por un hackeo no solo da rabia, también asusta. Pero con calma y actuando rápido, se puede salir del lío y reforzar la seguridad para que no vuelva a pasar. A mí me sirvió para aprender y tomarme mucho más en serio mi privacidad online.
Si sospechas que alguien ha accedido a tu correo, no lo dejes pasar. Reacciona rápido, protégete y no tengas reparo en pedir ayuda si lo necesitas.