Estos malos hábitos hacen que tu navegador vaya lento y tarde más en cargar
Tener problemas con el navegador, ya sea Chrome, Firefox o cualquier otro, es algo relativamente común. Normalmente, esto ocurre por errores que cometemos al usar el programa. Puede ser algún fallo relacionado con la configuración, pero también con el uso habitual que le damos. Te vamos a explicar algunos consejos esenciales que debes tener en cuenta. Una serie de recomendaciones para prevenir problemas de este tipo.
Esto es algo que puedes tener en cuenta tanto en el ordenador, como también en dispositivos móviles. Siempre pueden surgir complicaciones que van a hacer que tarde demasiado en cargar una página web, se corte cuando reproduzcas algún vídeo en Streaming o descargues algún archivo de la nube.
Qué provoca que el navegador vaya mal
Como cualquier sistema, sobrecargar demasiado el navegador puede hacer que funcione peor. Esa va a ser una de las claves, como vamos a explicarte. De ahí que sea esencial cuidar la manera en la que utilizas este software y no cometer algunos errores que son bastante habituales.
Acumular pestañas abiertas
Un primer hábito negativo, bastante habitual, es acumular demasiadas pestañas abiertas. Abres una página, haces clic en varios enlaces y terminas con muchos links abiertos en el navegador. Crees que puedes necesitar acceder en algún momento y las vas acumulando. Pasa el tiempo y te olvidas de ellas.
Esto es común y sí, puede hacer que el navegador empiece a ir peor. Básicamente, es igual que tener muchas aplicaciones abiertas en el móvil o PC. Cuantas más tengas, más problemas pueden surgir y, por tanto, peor irá la navegación.
Tener demasiadas extensiones
Los complementos para el navegador, pueden ser muy interesantes. Hay de muchos tipos, como pueden ser para administrar las páginas abiertas, optimizar las descargas o incluso mejorar la seguridad. Sin embargo, tener muchas puede dar lugar a bloqueos y que empiece a ir peor el navegador.
Nuestro consejo es que controles la cantidad de complementos que instalas. Asegúrate de tener solo los imprescindibles y tenerlos bien configurados. Si algo no lo sueles usar, lo mejor es que lo elimines o lo configures para que no esté funcionando continuamente.
No actualizar regularmente
Otro error es no tener el navegador actualizado. Es algo que deberías hacer de vez en cuando, para asegurarte de que tienes la última versión y vas a corregir cualquier problema que pueda hacer. No solo te ayudará a optimizar el rendimiento, sino también a evitar problemas de seguridad que puedan aparecer.
Normalmente, las actualizaciones se instalan de forma automática. Siempre puedes confirmar que tengas la última versión. Para ello, en el caso de Chrome, tienes que ir al menú de arriba a la derecha, pinchas en Ayuda y vas a Información de Google Chrome.
Acumular caché e historial
Cuando navegas, cuando abres páginas web en tu día a día, se van almacenando datos en caché y en el historial. Esto puede ser útil, ya que podrías entrar en un sitio web sin tener que poner los datos nuevamente, por ejemplo. También para consultar el historial de navegación. Sin embargo, podría afectar a la funcionalidad.
Puedes borrar tanto la caché como el historial desde la configuración del navegador. Si ves que va mal, que tardan en cargar las páginas o no tas que no funciona tan fluido como debería, es un paso que deberías dar para intentar solventar el problema.
En definitiva, evita estos malos hábitos si ves que tu navegador funciona mal. Es importante tenerlo bien configurado, actualizado y no acumular extensiones que puedan limitar el funcionamiento. Si configuras un proxy en el navegador, podría hacer que funcione más lento, por lo que conviene hacerlo correctamente.