¿Estás en una vivienda de alquiler? ¡También puedes protegerla de intrusos!
Algo muy habitual cuando eres inquilino y vives en tu piso de alquiler, es que no quieres llevar a cabo todos los planes de futuro que tienes, para tu vivienda. Me explico. Cuando estaba de alquiler, quería ponerme un filtro de ósmosis, para no tener que estar comprando botellas, pero siempre pensaba: «cuando me compre mi propia casa, lo haré». Con la seguridad sucede algo parecido, pero en realidad tiene mucha más importancia. Para que puedas mejorar tu seguridad, aunque estés de alquiler, te voy a dar unos consejos infalibles.
El hecho de que seas inquilino, no debería disuadirte de mejorar la seguridad de tu casa. El ordenador, las posesiones, todo lo que está en la casa que tiene valor y se puede robar o romper, seguramente sea tuyo, o en gran parte. Por eso, prestar algo de atención a la seguridad de tu casa, aunque estés de alquiler, es una idea muy recomendable, como vas a ver aquí.
Guía para mejorar la seguridad en casas alquiladas
Aquí te dejo una guía práctica con soluciones sencillas y accesibles para que te sientas más seguro en tu piso o casa de alquiler.
Revisa tu contrato de alquiler
Antes de hacer cualquier cambio, es fundamental revisar lo que permite tu contrato. Algunos propietarios son más flexibles que otros, pero siempre es buena idea hablar con ellos antes de instalar alarmas, cambiar cerraduras o realizar mejoras significativas. Esto no solo te ahorrará posibles conflictos, sino que también te ayudará a establecer una buena relación con el propietario.
Siempre es fundamental asegurarte de todo esto, además, es muy importante que todo lo que instales, puedas llevártelo en un futuro a otra vivienda o a tu propia casa, para no perder el dinero invertido en mejorar la seguridad de esa casa donde en el futuro no vivirás.
Mejora las cerraduras
Las cerraduras son la primera línea de defensa para cualquier vivienda. Si acabas de mudarte, cambiar el bombín es una de las mejores decisiones que puedes tomar. No sabes quién podría tener una copia de las llaves antiguas, y este pequeño cambio te dará mucha tranquilidad.
- Instalar cerrojos adicionales: aumentan la seguridad de la puerta sin necesidad de sustituirla por completo.
- Cerraduras inteligentes: permiten bloquear y desbloquear desde tu móvil. Además, son fáciles de usar y muchas veces no requieren modificaciones permanentes.
Habla siempre con el propietario antes de realizar cualquier cambio en la cerradura principal.
Instala alarmas y sensores
Hoy en día, las alarmas inalámbricas son asequibles y fáciles de instalar, lo que las hace perfectas para viviendas en alquiler.
- Alarmas sin cables: no necesitas hacer obras ni perforar paredes. Además, puedes llevártelas contigo si decides mudarte.
- Sensores para puertas y ventanas: ideales para proteger puntos vulnerables de acceso. Muchos incluyen alertas móviles en tiempo real.
- Detectores de movimiento: añaden un nivel extra de protección, especialmente si los colocas en pasillos o entradas.
Refuerza puertas y ventanas
Si la puerta de tu vivienda no es blindada, considera reforzarla con barras de seguridad o placas metálicas. Las ventanas también son puntos críticos, especialmente si están a nivel del suelo. Asegúrate de que tienen cierres resistentes y, si es posible, utiliza cristales laminados o de seguridad. Un buen mantenimiento de puertas y ventanas no solo mejora la seguridad, sino que también evita problemas de aislamiento térmico y acústico.
Lo más importante de la puerta, además de su construcción, es la cerradura de la misma. Debe ser una cerradura robusta, de doble embrague para posteriormente instalar una cerradura inteligente por dentro, y que sea capaz de hacer frente a las diferentes técnicas a la hora de forzar la cerradura y pasar a la vivienda.
Cámaras de vigilancia
Colocar una cámara de vigilancia inalámbrica es otra opción interesante. No requiere obras y es muy fácil de configurar. Estas cámaras te permiten monitorizar tu vivienda desde el móvil y recibir alertas si detectan movimiento.
Cámaras falsas: Si tienes un presupuesto limitado, una cámara falsa puede ser suficiente para disuadir a posibles intrusos. No obsstante, ten en cuenta que las cámaras reales tienen un precio de unos 50 euros, hoy en día son realmente económicas, así que os aconsejamos instalar una real.
Aprovecha las luces
La iluminación es una herramienta poderosa para prevenir robos. Los ladrones prefieren actuar en la oscuridad, por lo que instalar luces con sensores de movimiento en entradas y pasillos puede marcar la diferencia. Además, con luces controladas por aplicaciones móviles, puedes simular que estás en casa, aunque no lo estés. Actualmente hay una gran cantidad de luces diferentes, lo más sencillo es comprar unas bombillas inteligentes, sustituyendo las actuales bombillas normales.
Otra opción es comprar un relé Wi-Fi o ZigBee para instalarlo en la caja de registro, y posteriormente encender y apagar las luces muy fácilmente, sin cambiar las lámparas ni tampoco las bombillas.
Es muy importante que este tipo de dispositivos, si compras varios, los administres desde un lugar centralizado, como el sistema de domótica de Home Assistant.
Protege tus datos personales
La seguridad física no lo es todo. También debes proteger documentos importantes y dispositivos electrónicos. Guarda tus objetos de valor en lugares seguros, como una caja fuerte, y utiliza contraseñas robustas en tus dispositivos. En tus ordenadores que estén en casa, siempre puedes cifrar el disco duro o SSD con Bitlocker si usas Windows, o de forma nativa con Linux si es que usas este sistema operativo.
Otra opción es cifrar todos los pendrives y discos duros, con el objetivo de que puedas estar tranquilo con tus datos, porque si entran a robar, no podrán acceder a tus archivos sin la clave maestra. Hay programas gratuitos como VeraCrypt que funcionan realmente bien, y te permitirán proteger los datos adecuadamente.
Contrata un seguro de inquilino
Aunque no es obligatorio, un seguro de inquilino puede salvarte de muchos problemas. Este tipo de pólizas suelen cubrir robos, daños por agua o incendios, e incluso algunas incluyen cobertura médica en caso de lesiones dentro de la vivienda.
Mejorar tu seguridad mientras estás de alquiler no tiene por qué ser complicado ni caro. Cambiar cerraduras, instalar sensores y reforzar accesos son medidas sencillas que puedes aplicar hoy mismo. Además, con tecnologías como cámaras inalámbricas y luces de seguridad, puedes protegerte sin necesidad de realizar grandes modificaciones.
Recuerda que tu tranquilidad no tiene precio. Habla con tu casero, planifica las mejoras y disfruta de una vivienda más segura mientras estás de alquiler.