Tanto las empresas como las casas, ya estén más domotizadas o menos, necesitan tener bien diseñadas las redes Wi-Fi para que todo funcione bien. En este artículo, descubrirás los errores más comunes a evitar en el diseño de redes Wi-Fi. Prepárate para ver un buen puñado de soluciones y alternativas para diseñar correctamente las redes que soportan el Internet de tu casa o empresa.
A pesar de la importancia que tiene Internet, tanto en casa como en una empresa, a veces se cometen errores en el diseño que pueden afectar la calidad de la conexión, la cobertura o la seguridad. Ya sea para uso doméstico o profesional, es importante saber qué fallos son más comunes para evitarlos y mejorar el rendimiento de la red Wi-Fi. Sigue leyendo para descubrir los errores más habituales en el diseño de redes Wi-Fi y cómo puedes corregirlos fácilmente.
No planificar bien la ubicación del router
Uno de los errores más típicos al montar una red WiFi es colocar el router en un mal sitio. La señal se propaga en todas las direcciones, por lo que, si lo pones en una esquina o detrás de objetos grandes, la cobertura será deficiente. Esto afecta a la calidad de la conexión en varias áreas de la casa o la oficina, haciendo que necesitemos instalar dispositivos adicionales como repetidores Wi-Fi o PLC con Wi-Fi, para cubrir todas esas zonas lo mejor posible.
Consejo: Coloca el router en un lugar céntrico, en una posición elevada y sin obstáculos. Evita objetos como muebles o paredes gruesas que puedan bloquear la señal. De esta manera, la señal se distribuirá de manera uniforme y llegarás a más zonas. Si el router tiene antenas externas, lo ideal es no colocarlas todas verticalmente, sino también inclinadas 45º para maximizar la cobertura vertical que tengamos en nuestro hogar, sobre todo si vives en una casa con varias plantas.
No considerar la cantidad de dispositivos conectados
Otro error común es subestimar la cantidad de dispositivos que se conectarán a la red. En una casa puede que tengas varios móviles, ordenadores, televisores inteligentes y otros dispositivos que consumen ancho de banda, mientras que en una empresa el número de dispositivos es aún mayor. Si no planificas bien, la conexión puede volverse lenta y frustrante. Es muy importante dimensionar adecuadamente la red, y antes de instalar nada, pensar en cuántos dispositivos vas a conectar por Wi-Fi y en las diferentes bandas.
Consejo: Asegúrate de elegir un router adecuado para la cantidad de dispositivos que usarán la red. Para redes domésticas o pequeñas oficinas, los routers de doble banda suelen ser una buena opción, ya que permiten dividir la carga entre las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz. Siempre que un cliente Wi-Fi soporte las dos bandas, es recomendable conectarlo siempre a la banda de 5GHz para «dejar libre» la banda de 2.4GHz, y así poder conectar dispositivos que no requieran tanto ancho de banda.
Ignorar la seguridad de la red
Una red WiFi mal protegida es un riesgo para tu privacidad y la de tu empresa. Es común usar la contraseña predeterminada del router o configurar una seguridad débil, lo que facilita el acceso no autorizado a la red. No solamente es importante proteger bien la red inalámbrica Wi-Fi, sino también pensar si esa red necesita activar la opción de «AP Isolation» para que los clientes inalámbricos no se puedan comunicar entre ellos, añadiendo una capa más de seguridad a la rd.
Consejo: Configura una contraseña robusta y usa protocolos de seguridad como WPA3. Además, si es posible, crea una red separada para invitados. Esto protege tu red principal y evita que personas ajenas accedan a tus datos o ralentice tu conexión. Hay routers domésticos que permiten crear VLANs en la LAN, para segmentar el tráfico de red adecuadamente.
No actualizar el firmware del router
Muchos se olvidan de actualizar el firmware del router, lo cual es un error. Estas actualizaciones son necesarias para corregir fallos de seguridad y mejorar el rendimiento del dispositivo.
Consejo: Verifica periódicamente si hay actualizaciones disponibles para tu router y aplícalas. Este simple gesto puede mejorar la estabilidad y la seguridad de tu red WiFi. En los últimos modelos de routers normalmente ya tenemos actualizaciones automáticas, simplemente debemos habilitarlas.
Mala gestión de los canales WiFi
En zonas densamente pobladas, es común que haya muchas redes WiFi operando en los mismos canales, lo que genera interferencias y reduce la calidad de la conexión.
Consejo: Utiliza herramientas como «WiFi Analyzer» para identificar los canales menos congestionados en tu zona y ajusta la configuración del router para aprovechar estos canales. En redes domésticas, cambiar a la banda de 5 GHz también puede mejorar el rendimiento, ya que suele estar menos saturada.
Diseñar una red WiFi eficiente requiere prestar atención a detalles que a veces pasamos por alto. Desde la ubicación del router hasta la seguridad y el uso adecuado de los canales, cada aspecto influye en la calidad de tu conexión. Evitando estos errores comunes y aplicando los consejos mencionados, mejorarás la cobertura, la velocidad y la seguridad de tu red, ya sea en casa o en la oficina.