Mejora el WiFi de tu PC y portátil con las mejores tarjetas Wi-Fi

Mejora el WiFi de tu PC y portátil con las mejores tarjetas Wi-Fi

Sergio De Luz

Si tienes un ordenador o portátil antiguo y quieres mejorar su conectividad WiFi, tienes que comprar tarjetas de red WiFi 6 para mejorar la cobertura recibida y también la velocidad real que podemos conseguir. Existen diferentes tipos de tarjetas WiFi que puedes instalar en tu ordenador, dependiendo de si es sobremesa o portátil, además, también existen diferentes modelos que nos proporcionarán un mayor o un menor rendimiento inalámbrico, por lo tanto, es muy importante elegir correctamente. Hoy en RedesZone os vamos a recomendar las mejores tarjetas WiFi que puedes comprar para tu PC o portátil.

Índice

Como decimos, hoy en día contamos con muchos equipos conectados a la red en nuestros hogares. Vivimos en una sociedad conectada, en la que cada aparato se integra en acciones cotidianas. No hablamos ya solo de tener un ordenador y un móvil, sino también de poder ver la televisión a través de Internet, utilizar reproductores de vídeo conectados al router, etc. Todo esto hace que nuestras redes deban estar capacitadas para ofrecer una calidad y estabilidad adecuadas. Es importante mantener la velocidad, pero también evitar pequeños cortes que puedan afectar a todo lo relacionado con el buen funcionamiento de estos equipos.

Por ello en ocasiones debemos plantearnos si es mejor conectar los equipos por cable o por Wi-Fi. A veces no tendremos más remedio que elegir una u otra, ya que nuestro dispositivo no cuente con compatibilidad para ambas opciones. Pero en otras ocasiones podríamos tener ambas opciones disponibles y puede ser más interesante alguna de ellas.

 

Tarjetas Wi-Fi recomendadas

Si quieres actualizar tu ordenador o portátil con una tarjeta WiFi nueva, debes saber que existen tres tipos de tarjetas WiFi diferentes. Dependiendo del ordenador donde la vayamos a instalar, es mejor optar por una tarjeta de red inalámbrica u otra. Por supuesto, dentro del tipo de tarjeta también tenemos los diferentes estándares que os hemos explicado anteriormente. A continuación, os detallamos todos los tipos de tarjetas y cuándo son más aconsejables comprarlas.

 

Tarjetas PCI-Express o PCIe

Este tipo de tarjetas se pinchan directamente en la placa base de nuestro ordenador de sobremesa. Es completamente necesario que nuestra placa base disponga de un puerto PCIe libre para poder instalar este tipo de tarjetas de red inalámbricas, de lo contrario, no podrás instalarla y tendrás que recurrir a otro tipo de tarjetas. La interfaz de datos PCIe nos proporcionará un gran rendimiento inalámbrico, de hecho, no tendremos cuello de botella por la interfaz de red. Generalmente este tipo de tarjetas nos proporcionarán un mejor rendimiento que otras.

Este tipo de adaptadores WiFi podrían tener perfectamente antenas externas de alta ganancia conectadas directamente a la tarjeta, también podríamos tener una base de antenas donde conectar el cable de antena desde la tarjeta hasta las antenas externas. Aunque normalmente este tipo de tarjetas no suelen calentarse demasiado, es posible que los fabricantes incorporen un disipador pasivo para que la refrigeración de la tarjeta sea perfecta y no tener problemas de temperaturas.

Hoy en día, existen múltiples recursos en línea y varios de ellos sin coste alguno que te enseñan cómo montar tu ordenador de escritorio desde cero. Además, también podemos aprender a repararlos y así poder ahorrar algo de dinero que podrás invertirlo en otras cosas. Sin embargo, hay personas que no tienen los mismos intereses que tú como para poder tomarse el tiempo de hacerlo. Hacemos mención a esto porque los adaptadores de red Wi-Fi PCI-e (PCI Express) nos proporcionarán una mejor conectividad inalámbrica, tanto en estabilidad, recepción de señal Wi-Fi como también velocidad real que podremos conseguir. Gracias a los adaptadores Wi-Fi por PCIe, podremos exprimir al máximo la red inalámbrica. Sin embargo, el acto de colocarla y ponerla en funcionamiento requiere tiempo y ciertos conocimientos.

La razón por la cual estos adaptadores tienden a ser los preferidos en cuanto a su rendimiento es por la cantidad de antenas externas que tienen. La mayoría de los que podemos encontrar cuentan con dos e incluso tres o cuatro antenas. Las cuales permiten que la recepción de la señal Wi-Fi sea mucho mejor para que podamos contar con conectividad a alta velocidad.

Tarjeta Wi-Fi ASUS PCE-AC88 con su base de antenas

Además, algunos modelos tienen una base de antenas para que las podamos situar encima de la mesa, y no detrás de la torre del ordenador. Por tanto, esta opción es la mejor en cuanto a rendimiento, pero es la peor en cuanto a instalación y configuración ya que necesitaremos de ciertos conocimientos para realizarlo.

Todas las tarjetas que os vamos a recomendar a continuación, tienen puerto PCIe para conectarla directamente a la placa base de nuestro ordenador, no es posible otra forma de conexión. Todas estas tarjetas que os vamos a recomendar están basadas en el chipset Intel AX210 para las redes Wi-Fi 6E, o bien están basadas en el chipset Intel AX200 para redes Wi-Fi 6.

  

Tarjetas baratas con chipset Intel AX210

Todas los dispositivos que os vamos a recomendar, incorporan el chipset Intel AX210 para conseguir el mejor rendimiento inalámbrico en todas las bandas de frecuencias compatibles. Las principales características de estas tarjetas son:

  • WiFi: triple banda seleccionable con Wi-Fi 6E y de clase AX5400 (hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz, hasta 2.402Mbps en la banda de 5GHz y hasta 2.402Mbps en la banda de 6GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas externas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal en 5GHz y 6GHz, incorpora Bluetooth 5.2.

Todos los modelos son exactamente iguales, ya que todos disponen tanto de la Intel AX210 como de compatibilidad para Bluetooth 5.2 en caso de que así lo queramos.

Tal y como podéis ver, por unos 45€ vamos a poder actualizar nuestra red inalámbrica del ordenador y disfrutar de una grandísima velocidad inalámbrica.

 

ASUS PCE-AX58BT

Esta tarjeta inalámbrica de ASUS es una de las más recomendables, internamente utiliza un chipset Intel AX200, por lo que tendremos el mejor rendimiento inalámbrico posible. Además, dispone de un disipador para refrigerar adecuadamente el chipset y no tener problemas con la temperatura.

  • WiFi: doble banda seleccionable con Wi-Fi 6 y AX3000 (hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 2.402Mbps en la banda de 5GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas externas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal, incorpora Bluetooth 5.0.

Este dispositivo tiene un precio de unos 80€, un precio competitivo si tenemos en cuenta que será capaz de proporcionarnos una velocidad real de 1Gbps sin problemas.

Este modelo también tiene una versión «low-cost» que vale 30€ menos, con exactamente las mismas características.

 

ASUS PCE-AX3000

Esta tarjeta inalámbrica de ASUS es exactamente igual que la anterior, pero no dispone del disipador de color negro para mantener la refrigeración bajo control. Por este motivo, este dispositivo es más barato que el anterior, pero a nivel inalámbrico conseguiremos la misma velocidad y cobertura.

  • WiFi: doble banda seleccionable con Wi-Fi 6 y AX3000 (hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 2.402Mbps en la banda de 5GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas externas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal, incorpora Bluetooth 5.0.

Este dispositivo tiene un precio de unos 52€, un precio muy bueno si tenemos en cuenta sus especificaciones y la velocidad real que será capaz de conseguir.

Este modelo también tiene una versión «low-cost» que vale 30€ menos, con exactamente las mismas características.

 

TP-Link Archer TX3000E

Este modelo de TP-Link tiene también el chipset Intel AX200 en su interior, dispone de exactamente las mismas especificaciones técnicas que las dos tarjetas anteriores, no hay ninguna diferencia. En este caso sí contamos con un disipador para refrigerar adecuadamente el chipset de la tarjeta. A continuación, podéis ver las especificaciones:

  • WiFi: doble banda seleccionable con Wi-Fi 6 y AX3000 (hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 2.402Mbps en la banda de 5GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas externas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal, incorpora Bluetooth 5.0.

El precio es similar a la ASUS, aunque algo más barata:

Si quieres una muy buena tarjeta WiFi con chipset Intel AX200, estos tres modelos son ideales para ti, no obstante, hay otros modelos que también incluyen Intel AX200 más baratas.

 

Otras tarjetas baratas con chipset Intel AX200

Actualmente contamos con muchas tarjetas PCI-Express que incorporan el chipset AX200, todas ellas tienen exactamente las mismas características a nivel inalámbrico, por lo que cualquiera te podría servir perfectamente. A continuación, podéis ver otros dos modelos recomendables:

Tal y como podéis ver, todas estas tarjetas tienen las mismas características y un precio muy similar.

 

Tarjetas M.2 PCIe

Este tipo de tarjetas también se pinchan directamente en la placa base del ordenador, en este caso sería de los ordenadores porátiles, y es que en este tipo de dispositivos el espacio es algo muy importante. Ahora mismo existen diferentes modelos de tarjetas M.2 con diferentes especificaciones técnicas, no obstante, el modelo Intel es actualmente el rey, porque la mayoría de ordenadores portátiles y ultrabooks disponen de esta conectividad, no obstante, Realtek también es ampliamente utilizado.

Las antenas de estas tarjetas no son externas y de alta ganancia, sino que son internas en el propio portátil, generalmente las antenas internas se unen con cable de antena hasta los conectores UFL de la propia tarjeta. Es muy recomendable que nuestro portátil tenga siempre dos antenas internas, con el objetivo de poder instalar tarjetas 2×2 MU-MIMO y tener un mayor rendimiento inalámbrico tanto en términos de cobertura como de velocidad.

Este tipo de adaptadores WiFi son los que debemos instalar en nuestros ordenadores portátiles o ultrabookis. Hoy en día, la mayoría de portátiles y ultrabooks hacen uso de una interfaz M.2 2230, por lo tanto, debemos asegurarnos que nuestro portátil tiene este tipo de tarjetas. La gran mayoría de portátiles excepto los de gama muy baja, disponen de dos antenas internas, por lo que podremos sustituir estas tarjetas por unas más rápidas que dispongan del estándar Wi-Fi 6 o Wi-Fi 6E para tener compatibilidad con la nueva banda de 6GHz. Todas las tarjetas Wi-Fi que os recomendamos a continuación, están basadas en el chipset Intel AX210 para las Wi-Fi 6E y en el Intel AX200 para las Wi-Fi 6.

Tarjetas baratas con chipset Intel AX210

Todas las tarjetas M.2 basadas en el chipset Intel AX210 son exactamente iguales, la diferencia de precio está justificada por el contenido del paquete y por la marca en concreto, pero todas ellas llevan lo importante: el chipset de Intel. A continuación, teneís las características de estas tarjetas inalámbricas para actualizar nuestro portátil:

  • WiFi: triple banda seleccionable con Wi-Fi 6E y de clase AX5400 (574Mbps en 2.4GHz + 2.402Mbps en 5GHz + 2.402Mbps en 6GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas internas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal en 5GHz y 6GHz, incorpora Bluetooth 5.2.

El precio de estas tarjetas rondan los 45 euros aproximadamente, un precio realmente competitivo si tenemos en cuenta que incorporan lo mejor de Intel ahora mismo, con el último estándar Wi-Fi 6E.

Tal y como podéis ver, ambas tarjetas son iguales en cuanto a especificaciones, os recomendamos verificar que la interfaz de vuestro portátil sea M.2 NGFF compatible con M.2 2230 para asegurarnos al 100% de que es compatible en tamaño e interfaz de datos.

 

Tarjetas con Intel AX200

En este caso, ocurre lo mismo que en el anterior, el chipset Intel AX200 que comparten todas las tarjetas tienen las mismas especificaciones, no hay ninguna diferencia.

  • WiFi: doble banda seleccionable con Wi-Fi 6 y de clase AX3000 (574Mbps en 2.4GHz + 2.402Mbps en 5GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas internas.
  • Otros: soporte para 160MHz de ancho de canal en 5GHz y 6GHz, incorpora Bluetooth 5.0.

Teniendo en cuenta que el precio es similar a las Intel AX210, nuestra recomendación es que compres directamente las basadas en el chipset nuevo que tiene Wi-Fi 6E y las mismas características.

 

Tarjetas USB

Así como hemos comentado, este tipo de adaptador de red inalámbrica se caracteriza por ser portable y muy fácil de instalar. En absoluto, no discrimina respecto a qué clase de ordenadores puede conectarse. Ya sea un ordenador de sobremesa o uno portátil, este adaptador queda funcionando en unos pocos minutos, sobre todo si tienes Windows 10 ya que la mayoría de chipsets que incorporan son reconocidos por el sistema operativo automáticamente. En caso de que no se instale automáticamente, debes seguir unas pocas instrucciones y descargar algunos controladores para que este funcione correctamente. De todas formas, prácticamente todos los adaptadores que podemos encontrar en el mercado cuentan con instrucciones claras e incluso un asistente de configuración que te indica paso a paso lo que debes hacer.

Aquellas personas que no tienen muchos conocimientos técnicos, esta es una gran alternativa para tener conectividad Wi-Fi sin complicaciones. Incluso los usuarios que tienen más conocimientos, optan por el adaptador USB porque es mucho más práctico y está a la orden del día ante cualquier urgencia de conectividad.

Base de antenas de la tarjeta Vista en detalle de las antenas desplegables tarjeta Wi-Fi USB ASUS USB-AC68

Desafortunadamente, uno de los puntos negativos de este tipo de dispositivos son que la recepción de señal y las velocidades son menores en comparación a los adaptadores PCI-e. Algunos adaptadores USB no cuentan con antena externa, aunque hay otros que sí la tienen, y estas son de gran ayuda para que podamos sacar mayor provecho de nuestra conectividad por Wi-Fi.

Otra situación que puede comprometer la efectividad de estos adaptadores es el camino entre el propio adaptador y el router Wi-Fi. Debe contar con la menor cantidad de interferencias posible para que la recepción de la señal sea óptima. Esto también se aplica para los adaptadores PCI-e pero en menor medida.

 

Estándar USB 2.0 o USB 3.0

Si el mismo cuenta con versiones anteriores a la 3.0, el ancho de banda se podría ver comprometido, ya que hoy en día con el Wi-Fi 5 la interfaz USB 2.0 se queda muy corto, por lo que es necesario que verifiques que el adaptador Wi-Fi utiliza el estándar USB 3.0. Los adaptadores WiFi de gama baja-media suelen incorporar una interfaz USB 2.0, y el motivo es claro: la velocidad de la interfaz USB 2.0 es de hasta 480 Mbps teóricos, pero este tipo de adaptadores WiFi no serán capaces de proporcionarnos más de 200Mbps aproximadamente. Debemos tener muy en cuenta la velocidad real que conseguiremos con el adaptador WiFi, y es que si compramos un adaptador de clase N300, significa que podremos conseguir hasta 300Mbps de velocidad teórica en la banda de 2.4GHz, pero en la vida real conseguiremos unos 150-200 Mbps aproximadamente, por lo que la interfaz USB 2.0 es más que suficiente para proporcionar estas velocidades.

Si tenemos un adaptador WiFi de clase AC600 con el estándar WiFi 5, algunos fabricantes optan por poner una interfaz USB 2.0 y otros una interfaz USB 3.0, no importa si tenemos una interfaz u otra porque no llegaremos a los 400 Mbps aproximadamente con este tipo de dispositivos, al tener una única antena. En estos casos deberíamos leer análisis de estos adaptadores WiFi y comprobar qué rendimiento es capaz de proporcionarnos, si vemos que no supera los 300 Mbps, no importa que tenga USB 2.0 porque la limitación no es de la propia interfaz.

Si tenemos un adaptador WiFi que utiliza el estándar WiFi 5 y es de clase AC1200 o superior, en estos casos es totalmente necesario que tenga una interfaz USB 3.0, porque seremos capaces de conseguir velocidades superiores a los 500 Mbps reales vía WiFi, por lo que la interfaz USB haría cuello de botella. Existen adaptadores WiFi de clase AC1900, con los que conseguimos velocidades de hasta 700 Mbps reales sin muchos problemas, por lo que en estos casos estamos muy por encima de la interfaz USB 2.0, por lo que el fabricante directamente pone una interfaz USB 3.0.

No importa qué interfaz utilice un adaptador WiFi, lo más importante es la clase WiFi que sea, porque el fabricante pondrá USB 2.0 o USB 3.0 cuando corresponda. Lo más crítico es en los casos donde tengamos una tarjeta WiFi de clase AC600 o similar, porque hay fabricantes que ponen USB 2.0 y otros USB 3.0, en estos casos sería necesario comprobar si el rendimiento real que conseguiremos entre un modelo u otro es sustancial, para decantarnos por el más rápido.

Aunque existen diferentes modelos de adaptadores WiFi, hay algunos que disponen de una o varias antenas externas, con el objetivo de conseguir una mejor recepción de la señal inalámbrica. También hay dispositivos que tienen antenas internas, y son como los «pendrive», sin ningún tipo de antena, aunque lógicamente son más grandes que los pendrive.

Los adaptadores WiFi con interfaz USB es la forma más sencilla de actualizar nuestro ordenador sobremesa o portátil con el nuevo estándar Wi-Fi 6, porque no requiere conocimientos de informática para desmontar el ordenador y pinchar la tarjeta en el puerto PCIe. También debemos indicar que son algo más caros que los anteriores, además, en general conseguiremos menos rendimiento inalámbrico en comparación con las anteriores. A continuación, podéis ver los mejores adaptadores WiFi por USB 3.0.

 

ASUS USB-AX56

 

Este adaptador Wi-Fi de ASUS es el tope de gama de la marca en cuanto a interfaz USB 3.0. El ASUS USB-AX56 dispone de dos antenas externas desplegables en configuración MU-MIMO 2T2R, es capaz de conseguir hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 1201Mbps en la banda de 5GHz. Gracias a sus antenas externas, podremos conseguir una gran cobertura inalámbrica, lo que se traduce en una muy buena velocidad real. Este modelo cuenta con las tecnologías MU-MIMO, OFDMA e incluso BSS Coloring y compatibilidad con WPA3-Personal para tener la máxima seguridad.

Este adaptador es un poco más caro que otros, esto se debe a que dispone de una base USB para colocar el adaptador en un lugar óptimo, y así conseguir una gran velocidad inalámbrica.

 

ASUS USB-AX55 Nano

Este adaptador Wi-Fi de ASUS está específicamente diseñado para usarlo en ordenadores portátiles y en ultrabooks, y es que tiene un tamaño realmente pequeño, por lo que es perfecto para estos dispositivos. Este modelo cuenta con doble banda seleccionable, es capaz de conseguir hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 1201Mbps en la banda de 5GHz. Este modelo soporta OFDMA, MU-MIMO y también WPA3-Personal para tener la máxima seguridad. Un aspecto muy importante de este adaptador, es que su interfaz es USB 2.0, por lo que la velocidad máxima estará limitada a unos 400Mbps reales como máximo, es algo que debes tener en cuenta.

Este modelo es perfecto si quieres actualizar la tarjeta Wi-Fi de tu antiguo PC, y no quieres que sea demasiado grande. Lamentablemente, la interfaz es USB 2.0 por lo que estaremos bastante limitados en cuanto a velocidad real.

 

TP-Link Archer TX20U

Este adaptador Wi-Fi de TP-Link está orientado a ordenadores de sobremesa, el adaptador no se conectará directamente al PC, sino que se coloca encima de la mesa y se conectará por cable USB. Las principales características de este modelo son que dispone de dos antenas externas en configuración MU-MIMO 2T2R. En la banda de 2.4GHz podremos conseguir una velocidad de hasta 574Mbps, y en la banda de 5GHz podremos conseguir una velocidad de hasta 1201Mbps. Esta tarjeta Wi-Fi dispone de las tecnologías OFDMA, MU-MIMO y también es compatible con WPA3-Personal.

Este modelo es perfecto cuando quieres conseguir la máxima cobertura Wi-Fi posible, y no te importa que la tarjeta sea algo más grande de lo normal.

 

TP-Link Archer TX20UH

Este adaptador Wi-Fi dispone de antenas de alta ganancia, realmente es un adaptador Wi-Fi USB 3.0 pero que incorpora una base de antenas para colocarlo en la mejor ubicación posible. Las principales características inalámbricas son que dispone de dos antenas internas MU-MIMO 2T2R. En la banda de 2.4GHz podremos conseguir una velocidad de hasta 574Mbps, y en la banda de 5GHz podremos conseguir una velocidad de hasta 1201Mbps. Esta tarjeta Wi-Fi tiene todas las tecnologías del estándar Wi-Fi 6, como el OFDMA, MU-MIMO y también es compatible con WPA3-Personal.

Como podéis ver, este modelo es muy interesante para cualquier PC, ya sea sobremesa o portátil, porque se conecta directamente al puerto USB 3.0 disponible y nos proporcionará una mayor velocidad.

 

D-Link DWA-X1850

Este modelo del fabricante D-Link fue uno de los primeros en salir al mercado, será capaz de proporcionarnos un muy buen rendimiento inalámbrico, y una instalación realmente fácil y muy rápida, apto para todos los públicos. A continuación, podéis ver las características técnicas de este modelo:

  • WiFi: doble banda seleccionable con Wi-Fi 6 y de clase AX1800 (574Mbps en 2.4GHz + 1.201Mbps en 5GHz).
  • Antenas externas: 2 antenas internas.
  • Otros: instalación rápida y fácil en Windows.

El precio de este adaptador WiFi ronda los 70 euros aproximadamente, un precio algo elevado pero debemos tener en cuenta que este tipo de dispositivos tienen todos más o menos el mismo precio.

Si quieres otras tarjetas con las mismas características, pero con otros diseños en cuanto a sus antenas, a continuación tenéis otras dos recomendaciones.

 

¿Uso cable o WiFi para conectar mis equipos?

Una de las opciones que tenemos es conectar nuestra televisión, videoconsola o cualquier aparato de nuestro hogar, por cable o bien por la conectividad inalámbrica WiFi. Esto va a tener sus puntos positivos y negativos, como vamos a ver.

 

Ventajas de conectar los dispositivos por cable

  • Evitamos caídas: una de las ventajas de conectar los dispositivos por cable es que evitamos las caídas. Vamos a tener más estabilidad y calidad de la señal. Eso es algo que valoran mucho los usuarios.
  • Menos problemas de batería: también vamos a tener menos problemas de energía. A fin de cuentas un dispositivo conectado por Wi-Fi va a consumir más recursos, algo que puede ser negativo si tenemos batería.
  • Menos riesgo de seguridad: la seguridad también es un factor a tener en cuenta. El hecho de conectar nuestros equipos por cable puede impedir que otros accedan de forma remota.
  • Menos latencia: en este aspecto nos remontamos a la velocidad constante que tiene Ethernet. La latencia es una medida del tiempo que tardan los datos en salir de nuestro dispositivo, llegar a su destino y volver a nosotros. Por ejemplo, en los juegos, necesitamos que ese viaje de ida y vuelta se realice en la menor cantidad de tiempo posible, y ahí es donde brilla Ethernet y sus capacidades.Con Wi-Fi, la latencia es mayor debido a la ubicación de nuestros dispositivos, cuántos otros dispositivos inalámbricos acceden actualmente a la red, la interferencia de redes vecinas y la interferencia de otros dispositivos inalámbricos que pueden reducir la calidad de nuestra conexión. Además, Wi-Fi no puede garantizar una velocidad de datos constante, incluso en la banda de 5 GHz se puede llegar a perder por momentos la señal por completo.
  • Más velocidad: por último, la velocidad. Conectarnos por cable generalmente significa que vamos a tener una mejor velocidad de Internet.Ethernet es simplemente más rápido que Wi-Fi, no hay forma de evitar ese hecho. Pero las diferencias en el mundo real son más pequeñas de lo que mucha gente piensa. Wi-Fi se ha vuelto significativamente más rápido en los últimos años, gracias a nuevos estándares como 802.11ac y 802.11n, que ofrecen velocidades máximas de 866,7 Mb/s y 150 Mb/s, respectivamente.Aunque esta es una velocidad máxima para compartir con todos nuestros dispositivos inalámbricos (y es probable que no obtengamos estas velocidades en el mundo real), una conexión Ethernet por cable teóricamente puede ofrecer hasta 10 Gb/s, si tiene un cable Cat6. La velocidad máxima exacta de su cable Ethernet depende del tipo de cable Ethernet que esté utilizando. Sin embargo, incluso el cable Cat5e de uso común admite hasta 1 Gb/s. Y, a diferencia del Wi-Fi, esa velocidad es constante.No vamos a depender tanto de estar cerca del router y tener buena cobertura.

EtherOops, ataque de cable Ethernet

 

Desventajas de conectar los dispositivos por cable

  • Más cables: una de las desventajas más evidentes es que vamos a tener más cables. Es una realidad, si vamos a conectar un equipo de forma alámbrica vamos a tener un cable siempre allí.
  • No podemos trasladarlos con tanta facilidad: si dependemos de un cable no vamos a poder coger el equipo y llevarlo a otro punto del hogar fácilmente. Vamos a tener que trasladar también el cable o buscar la manera de que llegue la conexión.
  • Posiblemente tengamos que hacer alguna pequeña obra: en ocasiones para conectarnos por cable tendremos que hacer alguna pequeña obra para que dicho cable llegue al dispositivo. Por ejemplo, pasarlo por detrás de una pared.
  • Límite de dispositivos conectados: también está el problema del límite de dispositivos conectados al mismo tiempo. Normalmente el router tiene cuatro puertos de Ethernet y tener un dispositivo conectado por cable significa que ya uno de esos puertos estará ocupado.
  • Cierto mantenimiento: aunque a corto plazo no sea algo que debamos tener muy en cuenta, lo cierto es que a la larga ese cable puede dañarse, puede quedarse obsoleto y necesitar adquirir uno nuevo si queremos lograr la máxima velocidad y estabilidad. Existen diferentes categorías de cableado y no todos funcionan de la misma manera.

Otra opción es que conectemos nuestros dispositivos de forma inalámbrica. Quizás sea lo más utilizado hoy en día. Como en el caso anterior, vamos a tener puntos positivos y también negativos. Es importante que los tengamos en cuenta.

 

Ventajas de conectar los equipos por Wi-Fi

  • Más movilidad: una de las ventajas más claras es que vamos a tener más movilidad. Pongamos que tener una televisión conectada por Wi-Fi. Vamos a poder cogerla y llevarla a otra habitación y seguirá funcionando siempre que haya cobertura.
  • Menos cables: por supuesto esto es importante para muchos usuarios que no quieren tener tantos cables. Al conectarnos por Wi-Fi este problema disminuye. Especialmente hay que tener en cuenta que cada vez son más los dispositivos que tenemos en nuestros hogares.
  • Más compatibilidad: también hay más compatibilidad especialmente al conectarnos a terceros dispositivos. Vamos a tener más flexibilidad en este sentido. La compatibilidad es donde el Wi-Fi triunfa sobre Ethernet ya que la mayoría de los dispositivos informáticos ahora funcionan con conectividad inalámbrica. Eso incluye ordenadores de escritorio, portátiles, consolas de juegos, dispositivos móviles, dispositivos de Internet de las cosas (IoT), decodificadores, etc. Hoy en día incluso se puede comprar una estufa, un microondas, un refrigerador y más con conectividad inalámbrica.
  • Sin límites de dispositivos: un router Wi-Fi permite conectar muchos equipos de forma inalámbrica, aunque limitados por cable. Por tanto podemos decir que no habría problemas en tener muchos dispositivos al mismo tiempo.

Cambiar el nombre de la red Wi-Fi

 

Desventajas de conectar los equipos por Wi-Fi

  • Batería: la batería es una de las desventajas más destacadas. Vamos a tener un consumo de energía mayor y debemos tener esto en cuenta. Algunos aparatos cuentan con una autonomía muy limitada. Una característica bastante importante de los últimos estándares Wi-Fi a partir del Wi-Fi 6, es que tenemos una funcionalidad llamada Target Wake Time que permite poner a los clientes inalámbricos en «espera», para que así ahorren mucha energía, lo que es perfecto para los dispositivos alimentados por pilas o baterías.
  • Problemas de estabilidad: además tendremos más problemas de estabilidad. Un dispositivo conectado por Wi-Fi puede sufrir más problemas con la calidad de la conexión en determinadas circunstancias. Si eliges las bandas de 5GHz o 6GHz del último Wi-Fi 6E o Wi-Fi 7, está claro que tendrás menos problemas de estabilidad, pero cualquier tecnología inalámbrica siempre es más inestable que una red cableada.
  • Seguridad: sin duda la seguridad es algo que trae siempre de cabeza a las redes inalámbricas. Tendremos que proteger nuestras redes mejor para evitar intrusos. Además, debemos revisar constantemente que no hay brechas que puedan ser aprovechadas. El último protocolo WPA3-SAE supone un antes y un después en la protección de las redes inalámbricas, ya que no solamente es un protocolo mucho más robusto que los anteriores, sino que se activa de forma obligatoria el protocolo 802.11w (Protected Management Frames), por lo que todo el tráfico de control se realiza cifrado, algo que no ocurría con WPA2-AES y anteriores.
  • Depender del alcance del Wi-Fi: por último, vamos a estar atados al alcance de la red inalámbrica. Es cierto que podremos utilizar amplificadores, pero es un problema que está siempre presente. No obstante, con la popularización en los hogares de los sistemas Wi-Fi Mesh, este problema se ha minimizado bastante.

Por tanto, estas son algunas cuestiones importantes que debemos tener en cuenta a la hora de conectar nuestros dispositivos a Internet. Tenemos la opción de cable y Wi-Fi. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas. Hay que poner en una balanza qué nos conviene más, de qué manera vamos a aprovechar mejor los recursos, etc. Todo esto puede ser determinante para que conectemos los equipos de una u otra forma.

 

Estándares Wi-Fi que existen

Ahora mismo están conviviendo varios estándares WiFi, es muy importante fijarnos en el estándar inalámbrico porque en buena medida nos indicará la velocidad máxima que vamos a poder conseguir. Ahora mismo lo más habitual es encontrarnos con redes con Wi-Fi 6, no obstante, los routers antiguos soportan solamente el estándar Wi-Fi 4 y también Wi-Fi 5, por lo que nuestra recomendación es que compres tarjetas Wi-Fi 6 porque también son compatibles con los estándares anteriores.

  • 802.11n o Wi-Fi 4: este estándar se aprobó en 2009, puede operar tanto en la banda de 2.4GHz como en 5GHz, no obstante, lo más habitual es que solamente esté en funcionamiento en la banda de 2.4GHz, ya que en la banda de 5GHz se suele utilizar el estándar Wi-Fi 5 para conseguir un mayor rendimiento inalámbrico. Con este estándar se pueden conseguir hasta 150Mbps teóricos por cada antena, no obstante, esta cifra aumenta hasta los 250Mbps por antena si se usa modulación 1024QAM.
  • 802.11ac  o Wi-Fi 5: este estándar se aprobó en el 2014, y solamente trabaja en la banda de 5GHz. La velocidad máxima que podemos conseguir con este estándar es de 433Mbps por cada antena, no obstante, esta cifra aumenta hasta los 541Mbps por cada antena si se usan 1024QAM. Lógicamente, la velocidad real que conseguiremos es en torno al 60% aproximadamente.
  • 802.11ax o Wi-Fi 6/6E: es el estándar más usado actualmente (con permiso del Wi-Fi 6E que es lo mismo pero actúa en la nueva banda de 6GHz) y fue aprobado en 2019. Este nuevo estándar es capaz de funcionar tanto en la banda de 2,4GHz como en la banda de 5GHz, además, si tenemos Wi-Fi 6E también tendremos a nuestra disposición la banda de 6GHz. Gracias a este estándar, vamos a poder conseguir una velocidad de hasta 287Mbps por antena en la banda de 2,4GHz, una velocidad de hasta 600Mbps por antena en la banda de 5GHz/6GHz y hasta 1.201Mbps por antena si soporta los 160MHz de ancho de canal. En entornos reales, vamos a poder conseguir velocidades de unos 1450Mbps cuando tenemos dos antenas.
  • 802.11be o Wi-Fi 7: este nuevo estándar mejora enormemente el anterior, tanto en velocidad teórica y real que vamos a poder conseguir, como también en estabilidad. Este nuevo estándar dispone de 4096-QAM, lo que significa que tendremos más bits por símbolo, haciendo que la velocidad teórica y real en entornos cercanos al router y AP sea claramente superior. Ahora en la banda de 6GHz tendremos hasta 320MHz de ancho de canal contiguos, haciendo que tengamos una velocidad teórica de hasta 11,5Gbps, una cifra nunca antes vista. Otras tecnologías muy importantes de este estándar es el MLO (Multi-Link Operation), una funcionalidad que permite a los clientes conectarse a dos bandas de frecuencias simultáneamente, algo que es totalmente novedoso. También tenemos las tecnologías MRU y Puncturing, las cuales nos permitirán aprovechar más el ancho de canal en los casos en que haya interferencias con otras redes inalámbricas. Gracias a este estándar, vamos a poder conseguir una velocidad de hasta 344Mbps por antena en la banda de 2,4GHz, una velocidad de hasta 721Mbps por antena en la banda de 5GHz y hasta 1.441Mbps por antena si soporta los 160MHz de ancho de canal. En la banda de 6GHz podemos conseguir hasta 2882Mbps con los 320MHz de ancho de canal.

Lo más destacable del WiFi 7 no solamente es el aumento de la velocidad de transferencia, sino la eficiencia a la hora de gestionar el espectro. Este nuevo estándar hace uso de las tecnologías que ya teníamos en el Wi-Fi 6, como OFDMA y MU-MIMO, cuando tenemos decenas de clientes inalámbricos conectados a la red inalámbrica, vamos a poder conseguir una mayor velocidad de forma global en comparación con los estándares antiguos. Por supuesto, no podemos olvidarnos tampoco de características tan importantes como el BSS Coloring para evitar las interferencias con redes vecinas, también tenemos el Target Wake Time para ahorrar energía en los clientes finales, e incluso la compatibilidad con el protocolo de seguridad WPA3-Personal y WPA3-Enterprise. El MLO (Multi-Link Operation) jugará un papel fundamental para conseguir la mejor velocidad y estabilidad de las conexiones, al poder conectarnos a dos bandas de frecuencias de forma simultánea.

 

Cómo elegir la tarjeta de red adecuada

Para elegir la mejor tarjeta Wi-Fi, independientemente de su interfaz USB 3.0 o PCI-e, debemos fijarnos en ciertos aspectos que hoy en día son muy importantes.

 

Wi-Fi 6 y todas sus tecnologías

Wi-Fi 6 es el último estándar inalámbrico nos permitirá disfrutar de las mejoras en velocidad y eficiencia en la señal, gracias a este nuevo estándar podremos transferir datos a velocidades reales de más de 800Mbps aproximadamente. Un aspecto importante es que tenga compatibilidad con 160MHz de ancho de canal en 5GHz, para conseguir el doble de velocidad que las tarjetas compatibles con 80MHz.

MU-MIMO es una tecnología nos permite transferir desde el AP a múltiples clientes a la vez, mejorando la velocidad global que es capaz de proporcionar la red Wi-Fi. Es obligatorio que, para poder usar MU-MIMO, tanto el AP o router Wi-Fi y las tarjetas Wi-Fi sean compatibles, de lo contrario, no notaremos ninguna mejoría.

Las siglas de MIMO corresponden a Multiple Input, Multiple Output. Es una tecnología que nos proporciona una calidad de señal mucho más robusta y con menos posibilidad de que se disperse. Esto funciona gracias a que se aprovecha de las diferencias de recepción de señal por parte de las antenas (en este caso, los adaptadores de red Wi-Fi) que se encuentran ubicadas una al lado de otra, o incluso más alejadas unas de otra. MIMO es uno de los principales responsables de que las tasas de transferencias de datos sean más altas, resultando en una experiencia de conectividad inalámbrica bastante mejor. Como sabemos, las redes inalámbricas no dependen de cables sino de dispositivos que tengan la capacidad de recibir la señal de manera eficaz, afectando lo menos posible la calidad de la misma. La utilización de distintos canales a la hora de transmitir datos y/o la multiplexación espacial logran que sea posible una conexión de calidad. Como comentamos, esto es posible, aunque las antenas se encuentren distantes unas de otras.

MIMO se lleva a la práctica cuando existen múltiples transmisores (emisores de señal Wi-Fi) y múltiples receptores (antenas Wi-Fi), para aumentar las velocidades de transmisión. He ahí el detalle que comentamos que resulta más conveniente contar con mayor cantidad de antenas Wi-Fi en nuestros adaptadores. La razón por la cual existe la diversidad de antenas es que no siempre existe una línea de vista al 100% entre el transmisor y el receptor. Es decir, siempre tenemos interferencias que hace que la señal no llegue adecuadamente al receptor. Si mi adaptador de red Wi-Fi tiene múltiples receptores, estos ayudan a que tomen la mejor decisión respecto a qué señales de datos procesar para que llegue a nuestro ordenador y cuáles descartar. Cuanto más existiesen, además de más transmisores, las velocidades aumentarán.

Beamforming es la tecnología permite «focalizar» la señal inalámbrica en un cierto lugar, con el objetivo de conseguir la mejor recepción de señal. Tanto los routers y APs como las tarjetas Wi-Fi, disponen de esta tecnología a partir de Wi-Fi 5 para tener una mejor cobertura Wi-Fi, y, por tanto, una mayor velocidad.

 

Bandas de frecuencias compatibles

Es muy importante comprobar si el adaptador WiFi que vamos a comprar soporta las dos bandas de frecuencias, es decir, 2.4GHz y 5GHz. Si tenemos doble banda seleccionable, tenemos la posibilidad de conectarnos a cualquier red WiFi actual, excepto si utilizan el estándar WiFi 6E con la banda de 6GHz, pero actualmente no existen adaptadores WiFi USB que soportan esta banda de frecuencias de 6GHz, solamente tenemos la Intel AX210 que es PCIe interna en los ordenadores.

Dependiendo del estándar WiFi y la clase, podremos comprobar si es compatible con las dos bandas de frecuencias. Si soporta los estándares 802.11b/g/n significa que soporta 2.4GHz, y si soporta también 802.11ac significa que soporta la banda de 5GHz, ya que este último estándar solo es capaz de trabajar en la banda de 5GHz. Nuestra recomendación es comprar un adaptador WiFi que sea doble banda seleccionable.

 

Antenas externas o internas

Un adaptador WiFi USB puede tener antenas internas o externas. Si no te vas a conectar demasiado lejos del punto de acceso WiFi o router WiFi, entonces puedes comprar un adaptador WiFi con antenas internas sin problemas, conseguirás muy buena cobertura y una gran velocidad. En el caso de que vayas a conectarte en lugares muy alejados del router, entonces nuestra recomendación es que compres un adaptador WiFi con antenas externas, porque generalmente disponen de mayor ganancia y conseguirás una mejor recepción.

Existen tarjetas WiFi que tienen varias antenas WiFi externas, esto es ideal para conseguir el mejor rendimiento posible gracias al MIMO, e incluso hay modelos que tienen una antena interna y otra antena externa, para conseguir lo mejor de «ambos mundos», de esta forma, se comportará de forma excelente en lugares cercanos del router, y también en lugares alejados.

 

Antena omnidireccional vs direccional

En primer lugar tenemos lo que se conoce como antena direccional. Básicamente, como su nombre indica, se trata de una antena que va a apuntar a una dirección determinada. Es imprescindible que el emisor y receptor estén orientados de tal forma que puedan transmitir y recibir la señal en una dirección. Este tipo de antenas va a concentrar la energía de una manera localizada. Esto le permite aumentar la potencia que va a recibir el receptor y no va a importar tanto la distancia. Eso sí, lógicamente los equipos deben estar orientados de tal forma que la señal pueda emitirse en esa dirección correctamente. El ángulo de la cobertura es limitado. Va a estar orientado a la dirección donde apunte la antena y donde estará el receptor para poder recibir la señal que emite. De ahí que sea muy importante colocarlo correctamente.

Antena direccional

¿Qué usos tienen las antenas direccionales? Principalmente sirven para poder conectar dispositivos a una distancia mayor. Una antena Wi-Fi direccional obtiene la señal de una red que esté más lejos y concentrar la mayor parte de la energía en una zona localizada. Normalmente suelen usarse en exteriores. Por ejemplo para poder captar la señal de una red Wi-Fi que se encuentre en un punto lejano en un determinado espacio como puede ser un complejo de edificios de una empresa.  Hay que tener en cuenta que las más potentes pueden funcionar incluso a varios kilómetros de distancia. Pero también pueden usarse en interiores de edificios, siempre para apuntar a un lugar concreto como puede ser conectar de una planta a otra.

Por otra parte están las antenas omnidireccionales, que son las más frecuentes en las redes Wi-Fi domésticas y en nuestros routers. Si pensáramos en un punto concreto, como por ejemplo una habitación donde tenemos un dispositivo con una antena omnidireccional, la señal se repartiría por todas partes por igual. Básicamente podemos decir que la señal se emite en 360 grados. Si conectamos un aparato al router en cualquier zona y nos movemos en círculos o subimos una planta en un edificio, la señal la seguiríamos recibiendo ya que se envía por todas partes y no solo en una dirección determinada. Este tipo de antenas se utilizan cuando necesitamos que la señal se transmita en todas las direcciones. Por ejemplo es así en las antenas de radio FM o las antenas de móviles. Respecto al Wi-Fi, en la mayoría de casos nos vamos a encontrar con antenas omnidireccionales. Podemos pensar por ejemplo en un router. Podemos conectar cualquier dispositivo en una red inalámbrica y movernos por la casa y vamos a seguir teniendo conexión y no va a importar la orientación del aparato.

Antenas omnidireccionales

Después de explicar qué es una antena omnidireccional podemos hacernos una idea de cuáles son sus usos principales. Lo más importante es poder emitir señal a los dispositivos sin importar exactamente dónde se encuentren, siempre que estén lógicamente dentro del rango de cobertura. Son muy usadas en comunicaciones, en ejemplos como teléfonos móviles o radios. Pero también en redes Wi-Fi, en repetidores inalámbricos, sistemas Mesh o cualquier dispositivo que conectemos al router. Son las antenas más usadas a nivel doméstico.

Por tanto, podemos ver que existe una diferencia clara entre antenas omnidireccionales y direccionales. Esa diferencia radica en cómo va a emitir la señal. En el caso de las direccionales va a estar orientado a una ubicación determinada, apuntando directamente al dispositivo que va a recibir la señal. En cambio, en el caso de las antenas omnidireccionales esto es diferente, ya que apunta a todas partes repartiendo por igual la señal, sin concentrarla en una zona.

El uso de una u otra opción va a depender de para qué necesitemos las antenas. Si por ejemplo vamos a tener que emitir señal a una distancia mayor, de incluso varios kilómetros, lo mejor es una antena direccional que pueda concentrar la energía. En cambio, si vamos a necesitar que una red Wi-Fi emita señal para toda la vivienda, sin importar en qué ángulo tengamos el receptor, las antenas omnidireccionales son la mejor opción.

 

Problemas que me puedo encontrar al usar este tipo de tarjetas WiFi

Conectarnos a Internet de forma inalámbrica ha ganado mucho peso frente al cable. Tenemos cada vez más dispositivos compatibles y además la tecnología ha avanzado al ofrecer una mayor velocidad, estabilidad y calidad. Sin embargo en muchas ocasiones pueden surgir problemas. Aparecen errores que impiden que naveguemos correctamente por la red.

 

Desaparece el adaptador Wi-Fi

No hay un solo motivo que cause que deje de estar disponible la tarjeta de red inalámbrica en nuestro equipo. Esto podría ser causado por diferentes errores y problemas. De ahí que debamos en todo momento conocer las principales causas y lograr remediar el problema para conectarnos a la red.

  • Falta de drivers: sin duda uno de los motivos principales de que desaparezca la tarjeta Wi-Fi o que incluso nunca llegue a aparecer en nuestro sistema es que no tengamos los drivers correctamente instalados. Generalmente sistemas operativos como Windows suelen detectar bien los dispositivos que conectamos y los reconocen sin que tengamos que instalar nada adicional. Pero a veces podría ocurrir que la falta de drivers impida que los usemos bien. Por tanto, algo esencial es asegurarnos de que tenemos todos los drivers instalados correctamente. Siempre hay que intentar bajarlos desde fuentes oficiales, para evitar problemas que puedan llegar a afectarnos.
  • Tarjeta de red desactualizada: otra razón de que desaparezca el adaptador del Wi-Fi es tener los drivers desactualizados. Son muchos los usuarios que pasan por alto este hecho y es muy importante. Siempre debemos tener todo actualizado para evitar problemas de este tipo, además de poder hacer uso de las mejoras que hayan incluido.
  • Malware en el sistema: son muchas las amenazas de seguridad que pueden afectar a nuestros equipos. Hay muchos tipos de virus, troyanos y otras variedades de malware. Podrían afectar al sistema, a los programas instalados y también al propio hardware. Esto es lo que podría pasar con la tarjeta de red. Es posible que el fallo que tratamos en este artículo se deba a algún tipo de software malicioso. Esto podría estar causando conflictos con los dispositivos y afectar a nuestra seguridad y rendimiento.
  • Problema físico con la tarjeta o conectores: sin duda es otra de las razones por las que se desconecte la tarjeta de red Wi-Fi y no aparezca. Podría haber algún tipo de problema físico, que se haya quemado algún componente o dañado por algún golpe. En este caso podría llegar a funcionar momentáneamente pero tener continuos cortes y problemas.
  • Conflicto de software en el sistema operativo: suele ocurrir este tipo de fallos después de una actualización del sistema. Es muy importante tener los equipos con las últimas versiones, pero a veces después de cambiar la versión del SO puede haber conflictos con los drivers. Es otro de los motivos por los cuales el adaptador de red podría desaparecer de repente y no poder conectarnos de forma inalámbrica. Generalmente se soluciona actualizando también los drivers de la tarjeta o asegurándonos de que la actualización del sistema operativo no se ha cortado por algún motivo. En un caso extremo siempre podremos revertir los cambios y esperar a una futura actualización.
 

El adaptador Wi-Fi no se conecta por USB 3.0

Es importante poder conectar nuestra tarjeta de red Wi-Fi externa al puerto USB 3.0. Esto permite tener una tasa de transferencia de hasta 5 Gb/s, mientras que si lo conectamos al puerto USB 2.0 va a estar limitado a 480 Mb/s. Es básicamente 10 veces más de velocidad de una a otra opción. Es igual que si conectamos un disco duro y comenzamos a copiar archivos, notaríamos una diferencia importante. Pero, ¿por qué ocurre esto? Generalmente va a ser un problema con los drivers de la tarjeta, que no sean reconocidos correctamente por el ordenador. Pero también podría ser un fallo por algún programa de seguridad que esté interfiriendo o incluso un daño físico del propio puerto USB.

  • Firmware desactualizado: uno de los principales motivos va a ser por tener los drivers desactualizados. Es posible que haya un conflicto con el sistema operativo y por este motivo no reconozca correctamente la tarjeta de red o hace que no funciona como debería. Puede ocurrir por ejemplo cuando actualizamos Windows a una nueva versión y ha generado algún conflicto con los controladores de los dispositivos que tenemos conectados. Pero esto que mencionamos puede ocurrir tanto con el firmware del propio adaptador de red, como también de los puertos USB 3.0. Esto podría generar fallos que impidan detectar nuestros dispositivos conectados, por ejemplo.
  • Conflicto por algún software: también podría ocurrir que tengamos algún programa de seguridad instalado, como un antivirus o, principalmente, un firewall. Este tipo de software a veces genera conflicto con los dispositivos de redes que conectamos. Puede creer que son una amenaza externa y evita que se conecte a la red. Esto es lo que se conoce como falso positivo. Puede pasar tanto con programas (lo más normal), como también con equipos físicos que conectemos. Si hemos instalado recientemente un cortafuegos o algún antivirus puede ser esta la causa.
  • Problema físico del puerto USB 3.0: ¿puede haber algún fallo físico de ese puerto al que intentamos conectar el adaptador Wi-Fi? Es otro de los motivos claros. Tal vez se han soltado algunos pines de la placa base después de haber sufrido algún golpe el equipo y al conectarlo no lo detecta correctamente. Este caso no sería el más común, pero también lo debemos tener en cuenta. Especialmente si ha aparecido de repente sin que hayamos instalado nada nuevo o actualizado el sistema.
  • Incompatibilidad: podría ocurrir también algo tan simple como que el dispositivo Wi-Fi externo no sea compatible con los puertos USB 3.0. Lógicamente esto va a impedir que funcione y pueda ofrecernos la máxima velocidad, más allá de la capacidad de un puerto 2.0. Estaría limitado de la misma forma que si utilizamos un cable de red Fast Ethernet no podríamos tener más de 100 Mbps.

Si en algún momento ha funcionado bien en un puerto USB 3.0, con una buena velocidad, podemos descartar automáticamente que esta sea la causa.

 

Por qué la tarjeta Wi-Fi interna no funciona

Lo normal es que nuestro ordenador tenga una tarjeta Wi-Fi integrada en la placa base. Esto nos permite conectarnos de forma inalámbrica a cualquier red. Ahora bien, a veces es necesario adquirir una nueva, una que conectemos por USB, para que funcione bien. Pero, ¿Por qué ocurre esto?

 

Mala cobertura

El motivo más común por el que no funciona la tarjeta Wi-Fi interna y sí al conectarnos a otra externa por USB, es que no tenga capacidad para conectarse al punto de acceso. En muchas ocasiones las tarjetas internas son muy limitadas y únicamente funcionan si tenemos el ordenador cerca del router, pero empiezan a fallar en cuanto nos alejemos.

Las tarjetas por USB suelen tener más capacidad, con una antena más potente. Esto va a hacer que en estos casos sí podamos conectarnos desde lugares en los que no podremos con la tarjeta interna. Esto también puede provocar cortes, más allá de una mala velocidad de Internet.

 

Drivers desactualizados

Otra razón por la que pueden aparecer problemas de este tipo es si tenemos los drivers de la tarjeta desactualizados o tienen algún error y hay que volver a instalarlos. Es habitual que este tipo de dispositivos tengan nuevas versiones periódicamente, ya que de esta forma se corrigen problemas y se mejora el rendimiento.

Tener los drivers desactualizados no significa necesariamente que la tarjeta no funcione, ya que podría traducirse en una mala velocidad o problemas de estabilidad. Habría que corregirlo para que todo funcione correctamente.

 

Hardware defectuoso

También hay que tener en cuenta que podría ocurrir que el hardware esté dañado. Esto es algo que ocurre en ocasiones en nuestros equipos y la tarjeta de red no es una excepción. Cualquier problema físico que aparezca puede afectar al rendimiento y provocar que la cobertura llegue mal o haya cortes continuos.

No obstante, si hay un problema de hardware dañado lo normal es que directamente no funcione la tarjeta. No podríamos conectarnos y no solo tendríamos problemas de velocidad o cobertura.

 

Problema de configuración

Podría deberse a algún cambio que hayamos hecho en la configuración de Windows y esté afectando a la tarjeta de red. Incluso puede que hayamos desactivado por error la tarjeta y por ese motivo no esté disponible y no podamos encontrar redes y conectarnos de forma inalámbrica.

Esto a veces ocurre después de instalar algún dispositivo o una máquina virtual. Puede que necesitemos llevar a cabo alguna configuración y, por error, deshabilitemos lo que no debemos. Incluso algún tipo de virus podría haber desactivado la tarjeta.

 

Fallo tras actualizar el sistema

Es importante tener los equipos actualizados con las últimas versiones, pero en ocasiones aparecen problemas después de su instalación. Esto también podría ocurrir con dispositivos como la tarjeta de red y que a partir de ese momento no la reconozca correctamente el sistema.

Si recientemente has actualizado Windows y desde ese momento no te funciona la tarjeta Wi-Fi interna y sí por USB, podría deberse a este motivo. A veces hay conflicto con los drivers o ciertos componentes del sistema dejan de funcionar correctamente.

 

No es doble banda

Elegir la banda correcta para conectarnos al Wi-Fi es muy importante. Tenemos la opción tanto de 2,4 como de 5 GHz. ¿Y si tenemos una tarjeta que no sea doble banda? Lógicamente eso va a provocar que estemos limitados y podamos tener problemas para conectarnos o lograr la máxima velocidad y estabilidad.

Si nuestra tarjeta Wi-Fi interna no es doble banda, vamos a tener que conectarnos a la banda de 2,4 GHz. Si hay saturación, la de 5 GHz actúa mejor. Por ello, si la tarjeta que conectamos por USB sí es doble banda, podríamos tener un mayor rendimiento.

 

Consejos para evitar problemas

Hemos visto cuáles son los principales motivos para que desaparezca el adaptador del Wi-Fi. Hemos visto que puede ocurrir por causas muy diversas, por lo que conviene tener en cuenta también algunas posibles soluciones que vamos a dar para solucionar este tipo de error.

 

Tener todo actualizado

Algo esencial para mantener en todo momento el buen funcionamiento es tener nuestros equipos y adaptadores actualizados. En este caso es primordial contar con la última versión de la tarjeta del Wi-Fi, pero también lo es del propio sistema operativo.

Para actualizar los drivers de la tarjeta de red en Windows tenemos que ir a Inicio, buscamos Administrador de dispositivos, vamos a Adaptadores de red y buscamos la tarjeta que nos interesa. Tenemos que hacer clic con el botón derecho y le damos a Actualizar controlador.

Actualizar drivers de la tarjeta de red

 

Reinstalar el adaptador

A veces no se soluciona solo con actualizar el controlador, ya que el problema se debe a algún archivo corrupto en los drivers. Esto ocurre incluso después de que lo hayamos actualizado pero el proceso no haya finalizado correctamente y se queda colgado. Por tanto lo que vamos a hacer para evitar esto es reinstalar los adaptadores. Es un procedimiento similar al anterior, pero esta vez no vamos a darle a Actualizar controlador, sino a Desinstalar el dispositivo. Posteriormente lo conectamos nuevamente y Windows lo instalará en el sistema.

Adicionalmente, para asegurarnos de que todo funciona correctamente, podemos actualizarlo una vez lo hemos reinstalado.

 

Mantener el equipo seguro

Por supuesto algo que no puede faltar es tener nuestros dispositivos protegidos. Podemos hacer uso de muchas herramientas de seguridad. Un ejemplo es contar con un antivirus, firewall y otros programas que ayuden a evitar la entrada de virus y cualquier software malicioso.

Esto es algo que debemos aplicar sin importar el tipo de sistema o dispositivo que estemos utilizando. Los problemas de seguridad pueden venir por diferentes medios y es imprescindible que estemos protegidos en todo momento.

 

Resetear los valores de red

Siempre que tengamos algún problema como este, como es el hecho de que desaparezca el adaptador inalámbrico de Internet, podemos resetear los valores de red. Esto puede solucionar muchos fallos similares de una manera sencilla.

Para ello tenemos que ir a Inicio, entramos en Configuración, vamos a Red e Internet y allí buscamos Restablecimiento de red. Es la que aparece abajo del todo de la ventana. Lo que va a hacer es quitar y reinstalar los adaptadores de red, así como establecer la configuración original.

Restablecer la red

 

Comprobar el antivirus o firewall

Otra causa de estos fallos puede ser por el antivirus o cortafuegos que estamos utilizando. Especialmente ocurre cuando instalamos más de uno y se genera un conflicto que deriva en falsos positivos y problemas al conectar adaptadores y dispositivos de red.

Tenemos que comprobar que no es esta la causa y para ello podemos simplemente pausar momentáneamente tanto el antivirus como el firewall y enchufar el adaptador Wi-Fi al puerto USB 3.0. Si vemos que funciona, ya sabemos cuál es la causa y tendríamos que probar con otro antivirus o firewall diferente.

 

Verificar que realmente tenemos un adaptador compatible con USB 3.0

Este paso es básico, pero no viene mal recordarlo. Puede que el fallo realmente sea que nuestro adaptador inalámbrico no es compatible con el puerto USB 3.0. Esto provocaría que solo funcione con compatibilidad con puertos USB 2.0 y que estuviera limitado. Hay que indicar que hay compatibilidad entre sí, por lo que si conectamos un dispositivo que solo admite USB 2.0 en un puerto 3.0, va a funcionar pero no con las características de este último. Básicamente tendríamos problemas con la velocidad, que no lograríamos lo máximo posible.

¿Cómo comprobamos esto? Lo más sencillo sería saber el modelo exacto de ese adaptador y buscar en Internet. Normalmente si entramos en el Administrador de dispositivos y vemos los adaptadores de red conectados nos aparecerá el nombre, salvo que Windows no lo reconozca bien. También podríamos probarlo en otro ordenador y ver si funciona o no al usar un puerto 3.0.

 

Reiniciar el router y dispositivo

Este punto es básico. Cuando tengamos cualquier problema, una posible solución pasa por reiniciar. Nos referimos a reiniciar tanto el equipo como el router, ya que de esta forma podremos arreglar fallos que puedan aparecer relacionados con la red.

Ahora bien, en el caso del router debemos mantenerlo apagado al menos durante 30 segundos. De esta forma el reinicio será correcto y podremos volver a encenderlo y comprobar si se ha solucionado el error. Es un procedimiento sencillo que podemos llevar a cabo fácilmente.

 

Devolver al sistema a un punto anterior

Otro paso que podemos dar es el de devolver al sistema a un punto anterior en el que funcionaba correctamente. Si por ejemplo hemos actualizado Windows y a partir de ese momento ha dejado de funcionar la tarjeta Wi-Fi o después de instalar algún programa, podemos volver a un estado previo.

Para ello tenemos que ir a Inicio, buscamos Crear un punto de restauración, pinchamos en Restaurar sistema y continuamos el proceso. Nos aparecerá un punto recomendado, pero podemos elegir cualquier otro que nos interese.

Restaurar sistema a un punto anterior

 

Mantener el sistema en buen estado

Por supuesto, un consejo muy importante es mantener el equipo en buen estado. Esto significa tener actualizado el sistema, con las últimas versiones siempre presentes. Pero también lo es contar con programas de seguridad, como un buen antivirus, que permita evitar la entrada de malware que suponga un problema a la tarjeta Wi-Fi.

Pero mantener el sistema correctamente también es evitar fallos a la hora de configurar algún apartado de la tarjeta de red o instalar algún componente que pueda ser un problema para el rendimiento.

En definitiva, estas son las principales causas y posibles soluciones que tenemos para evitar problemas con las tarjetas de red WiFi. Hemos visto que puede ocurrir por determinados motivos y conviene siempre mantener la seguridad y el buen funcionamiento de cualquier equipo conectado a la red. De esta forma lograremos navegar sin ninguna complicación y nos aseguramos de que nuestros dispositivos funcionen bien.

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  • Un anunciante quiere tener una mayor comprensión del tipo de público que interactúa con sus anuncios. Por ello, acude a un instituto de investigación con el fin de comparar las características de los usuarios que han interactuado con el anuncio con los atributos típicos de usuarios de plataformas similares en diferentes dispositivos. Esta comparación revela al anunciante que su público publicitario está accediendo principalmente a los anuncios a través de dispositivos móviles y que es probable que su rango de edad se encuentre entre los 45 y los 60 años.

La información sobre tu actividad en este servicio, como tu interacción con los anuncios o con el contenido, puede resultar muy útil para mejorar productos y servicios, así como para crear otros nuevos en base a las interacciones de los usuarios, el tipo de audiencia, etc. Esta finalidad específica no incluye el desarrollo ni la mejora de los perfiles de usuario y de identificadores.

  • Una plataforma tecnológica que opera con un proveedor de redes sociales observa un crecimiento en los usuarios de aplicaciones móviles y se da cuenta de que, en funciónde sus perfiles, muchos de ellos se conectan a través de conexiones móviles. La plataforma utiliza una tecnología nueva para mostrar anuncios con un formato óptimo para los dispositivos móviles y con un ancho de banda bajo a fin de mejorar su rendimiento.
  • Un anunciante está buscando una forma de mostrar anuncios en un nuevo tipo de dispositivo. El anunciante recopila información sobre la forma en que los usuarios interactúan con este nuevo tipo de dispositivo con el fin de determinar si puede crear un nuevo mecanismo para mostrar la publicidad en ese tipo de dispositivo.

El contenido que se presenta en este servicio puede basarse en datos limitados, como por ejemplo la página web o la aplicación que esté utilizando, tu ubicación no precisa, el tipo de dispositivo o el contenido con el que estás interactuando (o con el que has interactuado) (por ejemplo, para limitar el número de veces que se te presenta un vídeo o un artículo en concreto).

  • Una revista de viajes, para mejorar las experiencias de viaje en el extranjero, ha publicado en su página web un artículo sobre nuevos cursos que ofrece una escuela de idiomas por Internet. Las publicaciones del blog de la escuela se insertan directamente en la parte inferior de la página y se seleccionan en función de la ubicación no precisa del usuario (por ejemplo, publicaciones del blog que explican el plan de estudios del curso para idiomas diferentes al del país en el que este te encuentras).
  • Una aplicación móvil de noticias deportivas ha iniciado una nueva sección de artículos sobre los últimos partidos de fútbol. Cada artículo incluye vídeos alojados por una plataforma de streaming independiente que muestra los aspectos destacados de cada partido. Si adelantas un vídeo, esta información puede utilizarse para determinar que el siguiente vídeo a reproducir sea de menor duración.

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