En este tutorial trataremos de determinar si el clima puede afectar a la velocidad del Wi-Fi. También hablaremos de si las condiciones climáticas como tormentas, lluvia, frío y calor, afectan a nuestra conexión a Internet. Evidentemente, si repercuten en nuestra conexión, también indirectamente podrían afectar al Wi-Fi ya que no obtendremos todo el potencial de nuestra conexión a Internet.
Antes de empezar, vamos a hacer una breve introducción a las redes WiFi actuales, las velocidades que soportan y qué elementos podrían hacer que nuestra red WiFi fuera más lenta.
La temperatura y otros fenómenos climáticos que afectan al WiFi en interiores
Ahora llega el turno de ver cómo afecta el clima a la velocidad del Wi-Fi en interiores. En cierto sentido, podemos decir que el router WiFi de una oficina u hogar generalmente no se verá afectado por los efectos climáticos salvo en contadas ocasiones que comentaremos a continuación.
Uno de esos casos es cuando estás intentando conseguir recepción WiFi estando en el exterior de tu oficina o casa. Por ejemplo, si estás en tu garaje o jardín y obtienes el WiFi de tu casa. En ese sentido, podemos ver cómo afecta el clima a la velocidad del Wi-Fi de la misma manera que le afectaba en el exterior. Por lo tanto, en ese sentido, fenómenos meteorológicos que mencionamos antes como la lluvia, el granizo y las tormentas eléctricas podrían interferir en esa señal Wi-Fi que recibimos desde el exterior.
Sin embargo, si hay un efecto meteorológico que afecta a la velocidad del Wi-Fi en interiores, no es otro que la temperatura que tenemos en nuestras casas u oficinas. En este sentido, hay que señalar que cuando hace mucho calor no es que la señal WiFi se propague peor. El problema viene derivado del calentamiento de los routers y puntos de acceso que tenemos en casa.
Por si no lo sabéis, los equipos electrónicos están diseñados para trabajar dentro de un rango de temperatura limitado. En el momento que se sobrepasa esta temperatura se producen dos cosas:
- Se produce una bajada de velocidad de la red Wi-Fi y de rendimiento del equipo.
- Si el efecto es muy prolongado a lo largo del tiempo, pasa factura a sus componentes electrónicos y se producen las averías.
En definitiva, cuando equipos empiezan a trabajar a 30° en el interior de nuestra casa u oficina empiezan a sufrir.
Por lo tanto, está claro que el clima afecta a la velocidad del Wi-Fi, en interiores especialmente la temperatura. El calentamiento de los componentes electrónicos de nuestro equipamiento poco a poco le va pasando factura. Una buena colocación del router como comentamos al principio puede paliar la situación.