Muchas veces hemos hablado en RedesZone sobre el futuro que le espera al cobre en nuestro país, estimando cuál sería la velocidad alcanzable por las conexiones que utilizan este tipo de soporte. Actualmente las conexiones más rápidas utilizan el VDSL pero la ITU ya está buscando un estándar que sustituya a este, y parece ser que con G.fast han podido encontrar el sucesor.
Al igual que el ADSL, ADSL2+ y el VDSL, G.fast utiliza como medio de transmisión el par de cobre que se encuentra presenta en la gran mayoría de hogares de nuestro país. Sin embargo, en nuestro país el VDSL se encuentra «limitado» por los operadores a 30 Mbps mientras que otros países más nórdicos, esta tecnología llega a alcanzar 80 Mbps. La utilización de G.fast supondría alcanzar tasas de transferencia de hasta 1 Gbps utilizando tal y como hemos indicado con anterioridad el par de cobre.
G.fast supone un salto de calidad con respecto al VDSL, y a pesar de que aún existe mucho trabajo por parte de la ITU, el proceso para catalogar la tecnología como el escalón superior al VDSL ya ha comenzado y es probable que antes de año tengamos las primeras novedades con respecto al proceso.
¿Qué ventajas posee esta tecnología con respecto a las conexiones FTTH?
Hasta ahora, la única forma de superar la barrera de los 50 Mbps era la utilización de fibra óptica hasta el hogar. Es sabido que este tipo de conexiones puede ofrecer velocidades superiores a las que actualmente existen en nuestro país. Sin embargo, la aparición de G.fast y una tasa de transferencia de hasta 1 Gbps puede provocar la aparición de dudas entre los usuarios domésticos.
La única diferencia que posee con respecto a la fibra óptica es el ahorro en despliegue de infraestructuras, ya que podría ofrecer dicha velocidad hasta una distancia máxima de 250 metros, distancia que se ahorrarían los operadores en despliegue de fibra óptica. Sin embargo, tal y como se puede ver es mucho más sensible a la distancia que el VDSL, reduciendo prácticamente a la mitad el rango de operación válido.
Otra de las ventajas sería por parte del usuario, siendo únicamente necesario un router similar al que se poseen las conexiones DSL actuales, sin la necesidad de instalar más equipos en el domicilio.
¿La tecnología ofrece una ventaja clara?
La verdad es que resulta complicado distinguir si la ventaja con respecto a la inversión que se realizaría en FTTh es suficiente o no. Además, tenemos que nombrar el tema de la cobertura, que aún es mucho más limitada que la que existe en VDSL (alrededor de 700 metros) por lo que muy pocas personas podrán disfrutar de este tipo de conexiones.
¿Se trata de una tecnología útil? ¿Invertir en cobre o desplegar fibra de forma masiva?