Desde hace mucho tiempo, los grupos de hackers más importantes de Estados Unidos trabajaban de forma conjunta al gobierno estadounidense con el fin de que ambas partes salieran beneficiadas de dicha colaboración. Desde los escándalos descubiertos sobre el proyecto PRISM y el afán de perseguir a Snowden, Estados Unidos está teniendo serios problemas para contratar a hackers para sus labores.
Normalmente, el hecho de contratar hackers por parte del gobierno de los Estados Unidos tenía como fin, por ejemplo, buscar fallos de seguridad en sus sistemas para evitar ser atacados por otros hackers con fines maliciosos. También han sido contratados para realizar algún trabajo de investigación e incluso para seguir el rastro de algún delincuente o criminal para facilitar su captura.
A partir de la información descubierta sobre PRISM y otros programas de espionaje similares, los hackers han decidido no volver a trabajar con el gobierno mientras no adopten una postura de trabajo ética y moral. PRISM ha desilusionado a muchos de los colaboradores del gobierno, que se sienten engañados. En las pasadas convenciones de seguridad Black Hat y Def Con, los hackers han hablado respecto al tema y han expresado su preocupación y su descontento ante todos los asistentes.
Otros hackers como Alex Stamos afirma que, a partir de ahora, cada vez que el gobierno necesite sus conocimientos, acudirá a ellos con su abogado, pagado por ellos, y todas las preguntas que le realice el FBI o la NSA tendrán que ser por escrito y decidir él si las contesta o se niega a darles cierta información. También afirma que no acudirá a ayudar al gobierno a no ser que sea estrictamente necesario.
Este hecho pone en peligro la nueva estrategia de proteger sus sistemas de ciberataques contratando a hackers que analicen sus sistemas y le busquen fallos. El descontento por las acciones llevadas a cabo por el gobierno estadounidense es general, y difícilmente será olvidada.
¿Qué te parece la decisión de los hackers más importantes de negar la ayuda al gobierno?