El espionaje y ataques informáticos entre países es algo que se encuentra a la orden del día, sobre todo si hablamos de países de Asia y Estados Unidos. Sin embargo, en esta ocasión los países involucrados son China y las dos partes en las que se encuentra dividida en la actualidad Corea. Aunque pueda parecer poco importante para nosotros, el problema es que la «ofensiva» (malware camuflado en aplicaciones) que se han lanzado se les ha ido de las manos.
En un principio el malware tendría que distribuirse solo entre los usuarios de dichos países, sin embargo, ya se sabe que hoy en día Internet no guarda secretos y era de esperar que la capacidad de extender contenido hiciese acto de aparición y ha desembocado en que las aplicaciones falsas hayan traspasado las fronteras de estos. El ataque entre estos países data del pasado mes de septiembre, y hasta el día de hoy han conseguido infectar más de 50.000 terminales móviles en todo el mundo, 20.000 de los cuales pertenecen a usuarios que se encuentran en Corea y China.
La principal actividad desempeñada por este software malicioso es la de capturar datos de los usuarios y realizar una monitorización continua de los dispositivos, desde el momento en el que son encendidos hasta que son apagados. La aplicación infectada solo está afectando a dispositivos Android.
Juegos y programas relacionados con redes sociales son los que contienen el malware camuflado
La rápida expansión ha provocado que estas aplicaciones hayan llegado a otros países gracias a su publicación en tiendas de aplicaciones y páginas web no oficiales, dedicada a la descarga de contenido pirata. Las aplicaciones falsas con versiones de videojuegos conocidos pero ofrecidos de forma gratuita, de esta forma tienen una mayor difusión entre los usuarios. La importancia de las redes sociales en innegable, sobre todo en los países donde han sido censuradas. Por este motivo, todas aquellas que estén relacionadas con la posibilidad de conectarse a Twitter, Facebook o espiar conversaciones son un reclamo perfecto para los usuarios.
Una vez más, a la hora de instalar la aplicación falsa los permisos son los que delatan que algo no va del todo bien, sobre todo porque solicita acceso a los contactos, mensajes de texto, otras aplicaciones, escribir y leer de la tarjeta de memoria y así hasta completar una larga lista de permisos que para una aplicación normal serían innecesarios.
Fuente | Softpedia