Los sistemas de seguridad profesionales han sido desbancados de los hogares por las cámaras IP de los principales fabricantes de equipos de red. Son productos muy versátiles, con un precio asequible para la inmensa mayoría de los usuarios y con una gran cantidad de funciones. El dilema aparece cuando hablamos de ubicaciones de exterior. ¿Qué es mejor: cámara IP de alimentación tradicional o cámara IP PoE?
Se tratan de dispositivos que son desconocidos por los usuarios, como los puntos de acceso que se alimentan eléctricamente utilizando esta tecnología. Sin embargo, aporta grandes ventajas frente al método de alimentación tradicional. Podéis visitar nuestro review de la cámara IP D-Link DCS-6500LH.
La utilización de una cámara IP PoE aporta grandes ventajas que vamos a tratar de desgranar.
Por qué utilizar una cámara IP PoE en exteriores
Cada vez son más los usuarios que necesitan vigilar garajes o exteriores de la vivienda. Teniendo en cuenta que el dispositivo e instalación deben hacer frente a agentes meteorológicos, conviene saber qué ventajas nos ofrecen este tipo de dispositivos.
En primer lugar, estamos minimizando la instalación. O lo que es lo mismo, estamos suprimiendo el cable de alimentación eléctrica de la misma. En su lugar, el cable de red es el que se encarga de alimentar a la cámara con la energía suficiente para su correcto funcionamiento.
A nivel de gestión de consumo también nos podemos beneficiar. Si utilizamos un switch PoE sabremos qué consumo posee cada dispositivo en tiempo real y realizar una verificación del mismo. Un switch compatible con equipo PoE también nos permitiría centralizar la alimentación, no siendo necesaria la búsqueda de enchufes ni realizar agujeros múltiples en la pared para pasar el cable de alimentación desde dentro hacia fuera de la vivienda.
Eliminar el cable eléctrico implica suprimir todos los riesgos y problemas derivados de esta forma de alimentación.
¿Implica un proceso de configuración más complicado?
La realidad es que no. Si en el proceso de instalación hemos visto como se suprime un cable, en el caso de la configuración tampoco vamos a encontrar problemas. Si utilizamos un switch este deberá ser capaz de detectar si existe un dispositivo PoE conectado y así asignar la potencia necesaria. En el caso de la cámara IP PoE, es ella de forma autónoma la que detecta el medio por el que está recibiendo la alimentación. Es decir, un proceso totalmente transparente de cara al usuario.
¿Posee un sobrecoste muy elevado?
Tecnológicamente hablando, se sabe que las novedades en un primer momento se pagan a precio de oro. Hasta hace poco, los dispositivos PoE estaba reservados para instalaciones profesionales. Sin embargo, la electrónica de consumo ha crecido en lo que se refiere a equipos de red. Esto quiere decir que los usuarios cada vez recurren más a este tipo de dispositivos. Por este motivo, los fabricantes consideran a los usuarios domésticos un escaparate ideal.
El precio de una cámara IP y una cámara IP PoE no dista demasiado. Podría incluso decirse que el mismo, pero esto es algo que depende de cada fabricante. En el peor de los casos, nos podemos encontrar que el suplemento es apenas 20 euros, aunque ya son muchas las marcas que lanzan modelos que esta característica integrada.