Ahora que están de moda las conexiones de más de 1.000 Mbps tanto de descarga como de subida, hay que tener en cuenta de qué forma se van a disfrutar. Obviamente, si utilizamos cableado estructurado, no tendremos que hacer frente a ningún problema. Sin embargo, en el caso de que los dispositivos se conecten de forma inalámbrica, hay que saber que no vamos a disfrutar del 100% de la velocidad. Si la conexión de nuestros dispositivos se realizará a través del AP Wi-Fi, ¿cuál es la velocidad adecuada para contratar? Os recomendamos leer nuestro tutorial sobre por qué tengo Internet lento por cable.
En la actualidad, la mayoría de los dispositivos que encontramos en los hogares de los usuarios se conectan vía inalámbrica al router o punto de acceso que ofrece acceso a Internet. Smartphones, tablets, ordenadores portátiles, lectores de libros electrónicos, Smart TVs y así hasta completar una lista mucho más amplia de equipos que se conectan vía Wi-Fi.
La red inalámbrica no cuenta con las bondades del cable de red o la fibra óptica plástica que se ha salido a la palestra hace algunos meses y que se puede aplicar en entornos domésticos. El rendimiento se puede ver degradado por varios factores.
Bandas 2,4 y 5 GHz y la velocidad de la línea FTTH
Vamos a poner todo en orden para ver cuál es la relación que se puede crear entre la configuración de la red inalámbrica y la velocidad FTTH que se debe contratar.
Nos centramos por el momento en la banda de los 2,4 GHz con el estándar 802.11n. Con esta configuración (siempre y cuando sea correcta y en condiciones más o menos óptimas) el usuario contará en el mejor de los casos con 200 Mbps reales. 225 Mbps podríamos decir en el mejor de los casos. ¿Hasta aquí todo claro? Podría decirse que el Wi-Fi N continúa estando muy presente en los hogares de los usuarios con equipos que no optan a la utilización de un estándar mejor (el 801.11ac).
Dejamos paso a la banda de los 5 GHz y el estándar 802.11ac. Es decir, el sucesor del Wi-Fi N. En condiciones ideales, el usuario debería disfrutar en el mejor de los casos de 400-450 Mbps.
¿Qué velocidad contrato?
A la vista de los datos que hemos ofrecido anteriormente, podría decirse que la velocidad FTTH que podríamos considerar ideal se centra entre los 100 y los 300 Mbps. Todo lo que esté por encima de esta velocidad utilizando la interfaz inalámbrica no la aprovecharemos.
En lo que se refiere a un solo dispositivo conectado vía Wi-Fi no compensa. Pero es cierto que sí se juntan de forma concurrente varios dispositivos realizando descarga de contenidos, la suma de las cifras de la velocidad de descarga total serían valores superiores a los 300 Mbps que hemos fijado como límite.
Es muy complicado que todos los dispositivos estén haciendo uso de descarga de contenidos, a no ser que utilicemos clientes de descarga. En este caso, si merecería la pena contratar velocidades de 500 Mbps o incluso de 1.000 Mbps. En la mayoría de los hogares, con 300 Mbps sería más que suficiente. En otro artículo vemos si es posible tener la misma velocidad por Wi-Fi y cable.
Ahorro de dinero y una mejor utilización del acceso a Internet
Teniendo todo esto en cuenta, conseguiremos ahorrar una cantidad de dinero importante cada mes. El funcionamiento será el mismo que con una velocidad mayor, ya que la latencia y otros aspectos no se verán afectados. Sin embargo, la velocidad de descarga se ajustará al rendimiento de nuestra red inalámbrica.
Aunque pueda parecer contradictorio, son muchos los que creen que con conexiones de 300 Mbps simétricos o incluso 100 Mbps simétricos, los usuarios disfrutan de cualquier servicio sin ningún problema. Para entornos domésticos, se creen que son velocidades más que suficientes.