En los 6 meses que llevamos de 2018, la fiebre por las criptomonedas se ha reducido considerablemente, y la principal razón de esto es la gran cantidad de leyes y controles que han aparecido en los distintos países del mundo para controlar esta fuente de inversión y, además, evitar la especulación. Ahora que no hay especulación, las criptomonedas han pasado un poco a segundo plano, pero sigue habiendo proyectos muy interesantes aún en vigor, como, por ejemplo, monedas centradas en ofrecer privacidad a los usuarios en sus transacciones.
Aunque se piensa que las transacciones con Bitcoin son privadas, en realidad todas ellas quedan reflejadas, por lo que fácilmente se podrían rastrear las transacciones. Esto, y la dificultad de minarlas, ha hecho que los piratas informáticos empiecen a trabajar con otras monedas alternativas más fáciles de conseguir y que protejan mucho mejor su privacidad. Y una de estas monedas, de la que seguramente hemos oído hablar, es Monero.
Monero nació en 2014 como un fork de ByteCoin, pero no ha sido hasta el año pasado cuando realmente ha ganado popularidad entre los usuarios y los piratas informáticos. Esta moneda es mucho más fácil de minar utilizando CPU y GPU, por lo que es una de las más utilizadas por los scripts de minado como Coinhive ocultos en webs y malware. Además, todas las transacciones se registran de forma privada, por lo que no están al alcance de cualquier usuario como ocurre con las transacciones de Bitcoin. El único problema que se podría acarrear a esta criptomoneda es el elevado precio de las transacciones, lo que la hace inviable para transacciones de poca cantidad.
Además de Monero, también hay otras criptomonedas, algo menos conocidas, especialmente pensadas en la privacidad.
Criptomonedas alternativas a Monero centradas en la privacidad
Una de las alternativas a Monero también centradas en proteger la privacidad de los usuarios es Aeon. Esta criptomoneda está considerada la hermana pequeña de Monero y su desarrollo de centró especialmente en evitar que las transacciones pudieran ser rastreadas, así como en reducir las comisiones por cada movimiento, algo muy importante para mover pequeñas cantidades. Esta moneda también puede ser minada utilizando tanto una CPU como una GPU.
Otra alternativa para los usuarios que buscan privacidad es Dash. Esta criptomoneda es bastante más popular que Monero y va por delante de ella tanto en valor como en popularidad y aceptación global. Aunque es una moneda bastante más privada que el Bitcoin, en realidad no lo es tanto como las dos anteriores, ya que los metadatos pueden ser analizados sin mucha dificultad.
Como tercera alternativa a Monero nos encontramos con loa conocida Verge. Esta criptomoneda no utiliza criptografía, pero a cambio opta por hacer uso de las redes Tor e I2P para mover todas las transacciones, por lo que las direcciones IP son imposibles de rastrear, por lo que también sirve como alternativa para los usuarios que busquen privacidad para operar con este tipo de monedas digitales.
Por último, no podemos olvidarnos de Zcash. Esta moneda es similar a Dash, pero con mejor privacidad, pero no ha llegado a ser tan popular como esta. Entre sus principales ventajas tenemos, por un lado, las bajas comisiones por transacción, y por otro lado, permite elegir si queremos que los datos de la transacción sean totalmente transparentes o algunos, como la dirección o la cantidad sean cifrados. Aunque, eso sí, para utilizar las funciones de cifrado y privacidad es necesario tener 4 GB de memoria RAM disponibles.
¿Conoces otras criptomonedas alternativas al Bitcoin centradas especialmente en la privacidad?